Varios diplomáticos concluyen que, pese a que habría una ganancia momentánea, los efectos de la guerra comercial serían perjudiciales para la economía latinoamericana.
Pese a que algunos expertos dicen que Latinoamérica podría ser la región ganadora si estalla una guerra comercial entre China y Estados Unidos, varios diplomáticos de estos países piensan que en el conflicto todos perderían.
"Nadie gana con una guerra comercial, todos pierden. Puede ser una ganancia circunstancial en un momento porque hay un producto al cual se le va a brindar una sobretasa arancelaria, pero creo que al final todos pierden", apuntó el embajador de Chile en China, Jaime Chomali.
Aunque en los últimos días las tensiones parecen haberse relajado, marzo y los primeros días de abril fueron un constante tira y afloja entre China y Estados Unidos, con amenazas de aplicar aranceles a productos de ambos lados.
En una de las listas de nuevos aranceles a productos de EE. UU. anunciadas por Pekín estaba la soya, la exportación más valiosa de Estados Unidos a China, con una subida prevista del 25%.
Distintos expertos concluyeron entonces que de esta situación la gran beneficiada sería Latinoamérica -China es el mayor comprador mundial de soya e importa el 60% de lo que consume-, ya que los otros grandes exportadores son Brasil y Argentina. Paraguay y Uruguay.
"Si Estados Unidos aumenta a China los impuestos en productos que nosotros también exportamos posiblemente vaya a haber un aumento de ese mercado", reconoció Chomali, quien volvió a insistir en que el beneficio sería puntual y que el deseo de todos en la región es que "esto vuelva a su cauce normal".
El embajador de México en China, José Luis Bernal, se manifestó en un sentido similar. Así, aunque podría haber un beneficio en "algún momento", este "sería coyuntural".
"Si se cierran algunos sectores a la importación o se elevan los precios hay sectores en América Latina altamente competitivos como los productos frescos, la carne o ciertas manufacturas", explicó. Pero, añadió, países como México trabajan con "cadenas globales de valor" por lo que "si se afecta una parte de la cadena de valor nos afectan a todos".
"Si se cierra el mercado por ejemplo para productos de China en Estados Unidos posiblemente algunos de esos productos pasan por México y si se cierra el mercado para productos de Estados Unidos en China, posiblemente llevan algunos componentes mexicanos, entonces todos estaríamos siendo afectados en caso de que esta guerra se hiciera", apuntó.
El embajador de Colombia en China, Óscar Rueda, también destacó que aunque en las subidas arancelarias ambos países han tratado de dañarse mutuamente, el perjuicio "no es sólo a China" porque "en el caso colombiano nosotros hemos visto que también nuestros productos indirectamente aparecen en la lista que nosotros le exportamos a Estados Unidos".
"Lo que toca es sentarse a negociar, pero de entrada nos afecta a todos y crea un clima de incertidumbre (...) Yo lo que confío es que estas guerras son insostenibles y que después de mostrarse los dientes el tema vuelva a su cauce, con negociaciones y acuerdos", apuntó.
Para Jorge Heine, exembajador de Chile en Pekín y actualmente investigador en el Woodrow Wilson Center, en Washington, aunque las sanciones de China a EE. UU. "ofrecen una oportunidad" a algunos productos latinoamericanos, "esto no es automático" ya que existen "varias alternativas" en los mercados internacionales.
Heine, en una opinión publicada este pasado jueves en el diario oficialista chino Global Times, advierte de que en caso de guerra comercial Pekín-Washington los países de América Latina tendrán que prepararse para un "delicado ejercicio de equilibrio" entre "sus lazos tradicionales con EE. UU. y los vínculos dinámicos y de rápido crecimiento con China".
En la última década Latinoamérica ha multiplicado su intercambio comercial con China, mientras que se han incrementado también las inversiones chinas, especialmente en proyectos mineros, de infraestructuras e industriales.
Según datos estimados de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), durante 2017 China fue el país del mundo al que más crecieron las exportaciones de Latinoamérica, con un alza interanual del 23% en valor (frente al 17% al resto de países asiáticos).
Brasil, México, Chile, Perú y Argentina continuaron como principales socios comerciales de China en la región, con más del 70% del volumen comercial total.
Las principales exportaciones chinas hacia Latinoamérica y el Caribe son productos eléctricos y mecánicos, mientras que la región exporta a este país sobre todo materias primas y productos agropecuarios.