De las cuatro ciudadelas universitarias que tenía proyectadas construir Sapiencia, con dineros de la fusión Une-Millicom, una ya está lista, otra está a punto de terminarse y dos más existen solo en planos.
Los escenarios de bienestar estudiantil del campus Fraternidad del ITM, inaugurados hace unos días, son las primeras obras de educación del Fondo ‘Medellín Ciudad para la Vida’ que entregan a la ciudad. Con el dinero de ese fondo la administración anterior planteó construir cuatro ciudadelas Sapiencia, de las cuales Fraternidad es una de ellas. Otra podría ser inaugurada en mayo de este año y en dos más la construcción no ha comenzado.
Aunque el Concejo de Medellín le ha hecho seguimiento a la ejecución del proyecto y lo calificó como prioritario, Sapiencia no ha puesto en marcha los campus que tienen que construirse desde cero, además alegan que hace falta presupuesto.
El proyecto inicial, que trazaron en 2014, disponía de $280.000 millones para las ciudadelas, dinero que dejó la fusión entre Une y Millicom. Con este presupuesto plantearon la integración de los campus de Robledo del ITM, Colegio Mayor y Pascual Bravo. También, la construcción de dos nuevas ciudadelas ubicadas en San Javier y Bello; además de la realización de obras complementarias en la sede Fraternidad del ITM. En un inicio los líderes del proyecto calcularon que las cuatro obras iban a estar terminadas en 2017 y en ellas se ofrecerían programas de las tres instituciones de educación superior adscritas al municipio.
El pasado jueves, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, cortó la cinta de los nuevos espacios de bienestar estudiantil de la sede del ITM ubicada en el barrio Boston, que alberga 12.500 estudiantes. Ahora los estudiantes cuentan con piscina semi-olímpica, piscina infantil, pozo para buceo y apnea, bloque de bienestar con juegos de salón, gimnasio y cancha de fútbol profesional con medidas FIFA.
Según María Victoria Mejía, rectora del ITM, el total de inversión del fondo ‘Medellín Ciudad para la Vida’ en la ciudadela fraternidad fue de $12.000 millones, sin embargo están a la espera de conseguir otros $5.000 millones para hacer la segunda etapa, que tendría cancha de basquetbol, de tenis, continuación de la pista de trote, continuación de las graderías y otra plazoleta.
Mejía afirmó que “con lo que se dejó del fondo no se ha logrado ampliar la cobertura sino mejorar la calidad de lo que tenemos para optar por la reacreditación del ITM, de acuerdo con los factores de calidad que exige el Consejo Nacional de Acreditación”.
De las cuatro ciudadelas, la próxima en abrir sus puertas es la Ciudadela Pedro Nel Gómez, que consiste en la integración urbanística de las sedes de Robledo del ITM, Colegio Mayor y Pascual Bravo. La integración urbanística de estos campus se inspiró en una idea más ambiciosa que planteó hace más de 75 años el maestro Pedro Nel Gómez, para hacer en Robledo un gran campus universitario. De allí que lleve su nombre. La ejecución de esta obra avanza en un 91%, según los cálculos de la Agencia de Educación Superior de Medellín, Sapiencia.
Así, cuando el municipio recibió el dinero de la fusión entre Une y Millicom, la Alcaldía de Medellín decidió llevar a cabo ese proyecto pero reducido únicamente a las instituciones de educación superior adscritas al municipio. La construcción del campus Pedro Nel comenzó desde 2015.
Miguel Silva Moyano, director de Sapiencia, explicó que la integración consiste en un paseo urbano, dos edificios de borde, circuito de movilidad interna y la intervención de la quebrada El Chumbimbo para conectar a las tres instituciones universitarias.
Las obras costaron $41.951 millones pero no tienen certeza de cuándo serán inauguradas porque, según Silva Moyano, han tenido inconvenientes con “una tubería que se hace sobre medida, que se tiene que comprar en el exterior y el proveedor no la ha entregado”. Sin embargo, el pasado 9 de marzo, en sesión del Concejo de Medellín el Silva Moyano afirmó que la fecha tentativa de entrega de estas obras es mayo del presente año.
De acuerdo con Alexandra Peláez, quien fue vicealcaldesa de educación, cultura, recreación y deporte en la administración de Aníbal Gaviria, cuando plantearon la integración urbanística el objetivo era “que los estudiantes pudieran asistir a clases en cualquiera de las tres instituciones educativas y que hubiera un currículo común, una homologación curricular, que pudieran escoger profesores de las tres instituciones educativas, que tuvieran un mismo modelo pedagógico”.
No obstante, el Director de Sapiencia consideró que “para hacer la sinergia no se necesita una infraestructura como la que se hizo. Por su puesto que la infraestructura la facilita, pero no es condición obligatoria. En materia de unión de fuerzas entre las instituciones estamos revisando administrativamente hasta donde queremos llegar, preservando la naturaleza jurídica de cada una de ellas pero avanzando en modelos administrativos y académicos de sinergia. A veces se piensa que la infraestructura es la sinergia y realmente es solo un componente de la sinergia”.
En el norte de la ciudad y en la Comuna 13 proyectaron construir de dos ciudadelas que comenzarían desde cero. Para eso compraron los predios y demolieron, pero según Sapiencia el dinero que tienen no alcanza para construir lo que diseñó la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU).
Una de las ciudadelas restantes estará ubicada en los 30.000 metros cuadrados donde estaba la cárcel El Buen Pastor, es decir, detrás del Parque Biblioteca de San Javier. Este campus fue denominado Ciudadela del Arte y la Cultura, por su vocación enfocada a las humanidades, para satisfacer las necesidades de los jóvenes que habitan principalmente en las comunas 12 y 13.
Finalmente, la cuarta ciudadela estará ubicada en los terrenos donde antes funcionaba la Feria de Ganados, en el norte de la ciudad. Allí, el área disponible son 35.000 metros cuadrados, donde se construirá un campus enfocado en la innovación.
En estas dos ciudadelas no se han iniciado obras porque, como expone Silva Moyano, se estaban esperando la revisión por parte del Concejo de Medellín, después de que el alcalde Federico Gutiérrez pidiera facultades para reestructurar el Fondo ‘Medellín Ciudad para la Vida’.
En esa ocasión, la Alcaldía retiró el Proyecto de Acuerdo 013 de 2016 “Por medio del cual se concedenfacultades al Alcalde de Medellín para reestructurar el Fondo Medellín Ciudad para la Vida".
Esto suponía que el proyecto inicial debía realizarse, pero sólo hasta que en el Acuerdo 016 sancionado el 7 de diciembre de 2016 por el Concejo de Medellín se determinó que las ciudadelas eran un proyecto priorizado, fue que comenzaron la gestión de las licencias en el Departamento Administrativo de Planeación, el Área Metropolitana y Curaduría. Estos permisos aún se encuentran en trámite.
El concejal Fabio Rivera aseguró que identifica “una la intensión tibia de algunos, que busca coger fuerza, para que no se hagan las ciudadelas. Una repulsa que se da porque es un proyecto del gobierno pasado”. Rivera reprobó que “todavía estén poniendo palos en la rueda como para no hacerlas, como llenándose de motivos. Sapiencia argumenta que el sostenimiento posterior va a ser muy caro, pero si fuera por eso no hubiéramos descentralizado el ITM en Fraternidad”.
Asimismo, el concejal pidió a la Alcaldía a que “licite ya, no postergue más, no meta en la gaveta este proyecto”.
De acuerdo con los diseños que hizo la EDU, los dos campus costarían $226.047 millones que estaban resguardados en el presupuesto del fondo ‘Medellín una ciudad para la vida’. No obstante, según Miguel Silva Moyano, actualmente en este fondo sólo hay disponibles para construcción $126.500 millones.
La concejal Aura Marleny Arcila, señaló que en los debates del Concejo de Medellín “desde el principio nos dijeron que la plata que había no alcanzaba para todas las obras y una de las formas de aplicar más recursos es rediseñando esas dos ciudadelas. Eso fue por las nuevas valoraciones que ellos tienen de las obras, porque cuando va pasando el tiempo y no se empiezan a construir, los materiales suben, el IPC, el valor del dólar afecta los elementos importados, los diseños, como lo que ocurrió con Parques del Río, que se requirieron obras que no estaban inicialmente en los diseños. Eso también afectó el presupuesto que se tenía para educación”.
No obstante, el Director de Sapiencia aseguró que “no hemos hecho rediseños, no hemos cambiado los proyectos iniciales. Entonces estamos viendo cómo construir lo que diseñó la EDU con el dinero que tenemos, lo más probable es que construyamos por fases”.
En ese sentido, él afirmó que la gestión de recursos para las siguientes etapas “es un asunto que tendrá que darnos el modelo de operación de las ciudadelas, porque queremos que sean infra estructuras autosostenibles. Desafortunadamente recibimos los diseños sin un modelo de sostenibilidad y sin un modelo de operación. Lo que nos toca es construir los diseños y ver cómo los volvemos funcionales al sistema de educación superior y cómo ese mismo dinamismo ayuda a financiar el resto de los proyectos”.
Silva Moyano enfatizó en que uno de los objetivos que persiguen es que las mismas ciudadelas aporten el dinero para su sostenibilidad. “La ciudad debe tener en cuenta que cada infraestructura implica gastos de mantenimiento, por eso queremos que las ciudadelas sean autosostenibles en lo operativo para descongestionar al municipio de los gastos operativos”, afirmó.
Según el proyecto inicial, las nuevas ciudadelas abrirían 20.000 nuevos cupos en educación superior en la ciudad. En este punto no hay concordancia entre la administración anterior y la actual, ya que el Director de Sapiencia afirmó que no han encontrado “el soporte que indique que las ciudadelas abrirían20.000 cupos. Como administración hemos venido haciendo un seguimiento de cuáles son las necesidades en educación superior de la ciudad, porque uno no puede crear infraestructura para crear cupos. En Medellín la meta que nos trazamos es que por lo menos la mitad de los bachilleres vaya a la educación superior. Eso implicaría un esfuerzo de llevar 10.000 personas a la educación superior”.
Para el concejal Rivera las ciudadelas son importantes precisamente por la cantidad de cupos que abrirían pues “el Valle de Aburrá dentro de cinco años va a tener hasta cinco millones de habitantes. Además, muchos jóvenes no van entran a estudiar porque les queda muy lejos la universidad, esas sedes descentralizadas les ayudaría mucho a ellos. Así que reclamo que en el norte y el occidente deben hacerse las sedes”.
Sergio Roldán, ex director de Sapiencia, afirmó que las ciudadelas se plantearon después de hacer un estudio que determinó que “de los 18 a los 32 años es donde está la mayor población, porque cada vez hay menos niños. Entonces lo que pensamos fue en apropiarnos de la Educación Superior, de invertir en los cerebros y en las ciudadelas a futuro”.
Roldan agregó que querían “universidades para que la gente viniera a formarse aquí. El gobierno de Aníbal Gaviria planteó una estrategia que puede funcionar y dejó resguardada la plata en el fondo ‘Medellín Ciudad para la vida’, para que operara. Si se ponen a cambiar las cosas, obviamente la plata no va alcanzar. De un año a otro ya se desvaloriza. Nosotros nos movimos con proyecciones y medidas estudiadas según lo que la ciudad necesitaba”.
En este sentido el Director de Sapiencia afirma que “no se trata solamente de ampliar un cupo sino que hay que revisar el impacto financiero de ese cupo y cómo vamos a sostenerlo”.