Las elecciones presidenciales francesas, y más antiguamente, las elecciones estadounidenses, fueron el perfecto ejemplo de cómo se traduce este nuevo fenómeno: la intervención y la injerencia de un país en otro, mediante recursos informáticos, para afectar a la vida política local. Rusia parece ser una de las naciones expertas en el asunto, no obstante, el espionaje y el recurso a piratas informáticos es más bien un fenómeno mundial. 

Vulnerabilidad global

Tan solo el pasado viernes, organismos del mundo entero sufrieron un ciberataque, en el que al menos 74 países fueron afectados a gran escala. Según la empresa rusa de seguridad Kaspersky, se estimaron en más de 45.000 los incidentes perpetrados por un virus. No obstante, “las cifras siguen aumentando inusitadamente”, afirmó Costin Raiu, director global del equipo de Investigación y Análisis de esta misma empresa en su cuenta de Twitter. Entre los países implicados están España y el Reino Unido, donde se paralizó el funcionamiento de compañías estatales y hospitales. No se dio a conocer ningún blanco que fuera de carácter estratégico o que implicara la seguridad nacional de uno de los países afectados. Otros Estados como Turquía, China, Italia, India, Ucrania y Rusia también fueron víctimas de la operación. Éste último país fue el más afectado según Kaspersky. Acorde con el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones colombiano “este incidente informático compromete las versiones de Windows más recientes, desde la XP en adelante, que no estén debidamente actualizadas. Introduce un ransomware que secuestra la información del equipo a cambio de un pago en bitcoins (una moneda virtual).” 

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Cibersoldados

Cada país ha estado tomando en serio el asunto. Guillaume Poupard, director de la Agencia Nacional de la Seguridad de los Sistemas de Información (Anssi), explicó que “en un contexto de aumento del número de ataques informáticos cada vez más sofisticados o masivos en función del blanco, la perspectiva que unos Estados tomen unilateralmente iniciativas susceptibles de provocar el crecimiento significativo del número de ataques informáticos, es un riesgo que no podemos tomar de manera colectiva”. En materia de prevención de ciberataques, Alemania está a la vanguardia de todos: creó en abril pasado un ciberejército con cerca de 260 miembros inicialmente. El Comando Ciberespacio e Información,  Kdocir por sus iniciales en alemán, se irá ampliando en los próximos años para sumar otros centenares de cibersoldados. Su función es “alimentar la cooperación nacional e internacional entre instituciones en el ciberespacio”, según lo explicó el organismo en su sitio web. Ahora bien, Estados Unidos y el Reino Unido también disponen de oficinas de inteligencia muy preparadas. La Agencia de Seguridad Nacional (NSA en inglés) o Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (Gchq en inglés) son dos entidades que disponen de herramientas particularmente desarrolladas para obtener información en el mundo entero.

Colaboración virtual

Los diferentes organismos de inteligencia propios a cada país también cooperan entre ellos. No se trata solo de que la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense o el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno británico espíen y colecten información en otros países. También suelen crear alianzas e intercambiar información. La NSA y el Gchq, como la Agencia de Inteligencia neozelandesa, han estado trabajando conjuntamente. De hecho, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. no tardó en reaccionar después del ataque cibernético del viernes: "Somos conscientes de la información sobre el 'ransomware' que afecta a múltiples entidades en Europa y Asia y estamos coordinándonos con nuestros socios cibernéticos internacionales. El Departamento de Seguridad Nacional está dispuesto a apoyar cualquier solicitud de asistencia de un socio internacional o nacional", declaró el portavoz.

El terrorismo no quedó atrás

Grupos terroristas como el “estado islámico” también entendieron la importancia de la tecnología y su utilidad para dirigir operaciones contra sus enemigos. Varios grupos reunidos bajo el nombre de “united cyber califate” (“cibercalifato unido“ en inglés) atacan virtualmente al mundo entero. Algunas veces son ataques menores, otras veces tienen más consecuencias. En los últimos años han multiplicado los ataques, como el que dirigieron en contra de TV5 Monde, el canal de televisión francés destinado a televidentes del mundo entero. En esa ocasión, su difusión quedó paralizada. Aunque la fuerza de los ciberyihadistas no es comparable a los equipos de inteligencia de organismos oficiales, no se debe menospreciar el riesgo que suponen: el pasado 2 de mayo, en Londres, fue condenado un hacker británico llamado Samata Ullah. El hombre brindaba información a terroristas del mundo entero, por lo que fue condenado a ocho años de cárcel. En respuesta a la amenaza que representan los ciberterroristas, el grupo de hackers “anonymous” ha multiplicado sus ataques contra el “estado islámico”.