Era predecible, el empate favorecía a los dos para avanzar a los Octavos del Mundial.
A los dos les valía el empate para preservar sus ganancias, para Francia el liderazgo del grupo C, para Dinamarca la cuarta clasificación de su historia para Octavos de final, en un partido marcado por la apatía que se cerró con el primer 0-0 del Mundial de Rusia.
Hacía falta un cálculo tan mezquino para que un Mundial que había sido divertido viviera un duelo tan monótono, sin ocasiones, sin polémicas, sin VAR, sin espectáculo, sin historias que contar, una nada durante 90 minutos que fue sonoramente pitada cuando acabó el tiempo.
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Didier Deschamps, el día que igualaba a Raymond Domenech como seleccionador con más partidos en el banquillo “bleu”, llenó su equipo de cambios pero no logró enjugar la mala imagen que había dado en los dos primeros encuentros.
El seleccionador no da con la tecla, aunque mantiene lo esencial, a su equipo sereno, sin polémicas, lejos de las turbulencias que atraviesan otros de los favoritos.
Francia no encanta pero tampoco asusta. Es un equipo plano, que ha garantizado lo esencial en la primera fase a la espera de que, ahora que llegan las cosas serias, exploten sus estrellas.
Tampoco Dinamarca da para más. Los escandinavos saben guardar bien su orden, pero adelante carecen de toda fuerza.
El equipo de Age Hareide sumó otro partido sin perder, algo que viene encadenando desde el 11 de octubre de 2016.
Ficha técnica.
0 - Dinamarca: Schmeichel; Dalsgaard, Kjaer, Christensen, S. Larsen; M. Jorgensen, Delaney (Lerager, m.92); Braithwaite, Eriksen, Sisto (Fischer, m.60); y Cornelius (Dolberg, m.75). Seleccionador: Age Hareide.
0 - Francia: Mandanda; Sidibe, Varane, Kimpembe, Lucas Hernández (Mendy, m.50); Kanté, Nzonzi; Dembelé (Mbappé, m.79), Griezmann (Fekir, m.69), Lemar; y Giroud. Seleccionador: Didier Deschamps.
Árbitro: Sandro Ricci (BRA).
Escenario: Estadio Luzhnikí de Moscú.