Nueve años de exilio voluntario de las canchas terminaron finalmente esta semana para Juan José Peláez cuando dirigió su primera práctica con el Medellín. El técnico antioqueño estaba ávido por nuevos retos y vaya si los va a tener en el DIM.
Contento y cómodo, aunque sin aspavientos, fiel a su personalidad, Juan José Peláez llegó puntual a su primer día como técnico de Medellín, y eso que hacía apenas escasas horas había descendido de un avión que lo trajo desde España donde cerró el último capítulo como hombre de medios en su papel de analista y comentarista, un oficio donde se sintió satisfecho durante años y le permitió acercarse al fútbol de una forma especial, hasta que algo dentro de su cabeza sintió un desajuste y en el tiempo indicado apareció la propuesta del Medellín, un lugar que ya fue su casa en dos ocasiones.
“En su momento disfruté del fútbol estando en los medios como comentarista, porque era una posición tranquila, cómoda, diferente a lo que vivía como entrenador y que motivó que decidiera alejarme en ese entonces porque estaba agotado, no estaba bien de salud y no quería que eso me privara de otras cosas que quería disfrutar y no me lo estaba permitiendo”, señala el entrenador nacido en Jericó, quien sin embargo sucumbió a esa debilidad de volver a vibrar de una forma que sólo es posible desde la raya técnica y el día a día como líder de un grupo. “La emoción y también el sufrimiento que genera el fútbol para mí sólo es posible dirigiendo”, reconoció Peláez, quien no duda en juzgar su decisión de regresar al fútbol como un acto de “masoquismo, ansiedad y estrés”.
El nuevo técnico del DIM completa el retorno al fútbol colombiano de otros técnicos históricos como Pacho Maturana y Luis Fernando Suárez. Sobre la presencia de lo que Peláez llamó “el regreso de los dinosaurios”, valoró como importante para el desempeño del fútbol patrio que técnicos de extensa experiencia vuelvan al ruedo. “Es grato que se nos brinde esa oportunidad y se avale ese conocimiento y lo que tenemos aún por aportar al fútbol de este país. En estos años se han intentado otros proyectos que de pronto no han resultado de la mejor manera, no significa que no haya un buen relevo generacional, sino que los hombres de recorrido y otros técnicos que van surgiendo pueden darle matices y posibilidades diferentes a este fútbol nuestro”, considera el antioqueño.
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Y es que si de conocimiento y capacidad se trata Juan José nunca ha dejado de estar a la vanguardia pese a no dirigir desde el 2008. De hecho, a la par de su participación en medios, durante un período estuvo sumergido en un proyecto académico como instructor de aprendices de técnicos y formadores. En ese y otros espacios ofreció sus conocimientos y se nutrió también de nuevos aprendizajes para mantenerse vigente, pues siempre fue consciente de que el fútbol no es una unidad estática sino que todos los días muta y encuentra modos, formas y contenidos diferentes para seguir siendo el deporte en el que converge la pasión y el negocio como ningún otro deporte. “Siempre me ha gustado estar al tanto de lo que ocurre en el fútbol; lo que hace Mouriho, Guardiola. Hay que ser humilde con el conocimiento y estar siempre en disposición de buscar”, dice Peláez con sus palabras pausadas y escogidas como ha sido siempre su estilo.
Y es que hoy al igual que hace años, nunca ha dejado de ser un inquieto. De hecho él fue de los primeros en hablar abiertamente sobre la necesidad de conformar los planteles de una forma integral con profesionales en psicología, nutrición, gestión humana y expertos en ciencias del deporte, cuya presencia era indispensable para que los clubes en Colombia dejen los rezagos y el balompié nacional evidencie señales de crecimiento colectivo.
En cuanto a lo que le espera al frente del Poderoso Peláez fue claro en su primer diagnóstico. “Encontré un grupo bueno, sano, tiene cualidades, pero se le debe hacer unos ajustes”, considera el adiestrador, quien se expresa en buenos términos del trabajo de su antecesor Luis Zubeldía, de quien reconoció “un buen trabajo ofensivo, que seguramente con unos ajustes tácticos el equipo se potenciará”.
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Sobre esas necesidades en el funcionamiento del equipo Peláez enfatiza la zona defensiva, un décifit del Medellín en los últimos años que el estratega espera zanjar con trabajo y buenas piezas. “Siempre me han gustado los centrales fuertes, que se hacen sentir y respetar en una zona del campo en la que no se puede ser ingenuo y en que la se necesita ante todo inteligencia y sentido práctico”, explica Juan José quien no rehuye a responder a los interrogantes de los medios sobre posibles nombres como Andrés Cadavid, de Millonarios, y que según manifestó el timonel rojo es de su gusto.
Ante la partida de Juan Fernando Quintero, Peláez espera reforzar esa posición y sumar un par de hombres más. En su primer acercamiento al grupo siente que “en la cancha el fútbol no miente, quien merezca y deba estar, estará”, dijo sin titubeos mientras confía en que su regreso al fútbol sea para largo y de momentos gratos.