Expertos y víctimas del conflicto armado consultados por EL MUNDO valoraron positivamente que se construya la verdad del conflicto, pero criticaron que se pretenda generar una construcción homogénea de la historia de la guerra entre el Gobierno y las Farc.
En reunión que sostuvieron líderes de las Farc y líderes desmovilizados de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), el pasado 19 de julio, dichos actores del conflicto armado dialogaron sobre los acuerdos logrados entre el Gobierno y esta guerrilla, en la cual manifestaron su intención de aportar juntos a la construcción de la verdad, desde perspectivas y naturalezas distintas de la guerra “como un aporte en favor de las víctimas”.
Este encuentro, que fue altamente valorado por el sacerdote Francisco de Roux, promovido por el exministro Álvaro Leyva Durán y calificado como positivo por el presidente Juan Manuel Santos porque “busca deponer odios” y generar “reconciliación”, generó un debate en la opinión pública sobre la construcción de la verdad del conflicto. Dos preguntas surgieron: ¿qué tanta incidencia tendrán otros relatos como el de los diferentes grupos de víctimas y otros sectores diferentes a los victimarios?, y ¿esta herramienta podría ser utilizada como una venganza hacia sectores opuestos a estos grupos?
¿Existe un único discurso en la verdad?
EL MUNDO consultó a expertos y víctimas sobre cómo debe entenderse el concepto de la verdad y cómo podría aportar la Comisión del Esclarecimiento de La Verdad a este objetivo reparador.
Sobre este debate, Luis Javier Botero, miembro del Movimiento de la No Violencia, manifestó que “la verdad es una de las cosas más complejas. Significa decir, de la manera más objetiva, cómo una persona interpreta y expresa de cierta manera las cosas, y del mismo modo estar abierto a incluir la opinión o percepción que la otras personas o grupos expresen sobre aspectos de ese hecho que uno desconocía”.
“Es indispensable, para solucionar un conflicto, conocer la posición del oponente e incorporarla a los aspectos que uno ignoraba. La verdad es complementar la realidad del uno con la del otro”, agregó Botero.
Este experto manifestó que el primer requisito que debe tener la entidad encargada de la construcción de la verdad es que “tenga una representación equilibrada de las partes y las víctimas de estos hechos. Si el ‘No’ ganó en el plebiscito, la mitad de esta Comisión debería estar compuesta por miembros de este sector para evitar sesgos”. Botero valoró esto, ya que manifiesta que hay que partir de la buena fe, y muchos grupos de la sociedad aún desconfían de la buena intención de las Farc y el presidente Santos goza de poca credibilidad en la actualidad.
Por otro lado, Antonio Madariaga, director de Viva la Ciudadanía, expresó que la verdad, enfocada en el caso de la justicia transicional, “es la narrativa construida por los comisionados, a partir de una rigurosa investigación, que le permita conocer a esta sociedad no sólo una descripción de qué pasó, sino por qué ocurrió”.
“Es importante, y esto está dentro de los acuerdos de La Habana, que necesita existir una relación entre verdad y responsabilidad. No se trata de la verdad como un conjunto de hechos, sino como una comprensión de la participación de los distintos actores en la tragedia que hemos vivido en tantas décadas. Además, deben integrarse los asuntos territoriales con los poblacionales para que el país tenga una narrativa que permita ver diferencialmente cómo afectó el conflicto a diferentes poblaciones”, agregó.
Las víctimas manifestaron que el Gobierno Nacional debe entender que también hay un concepto de verdad que sostienen ellas y que debe ser entendido e incorporado dentro de este proceso.
Sofía Gaviria Correa, presidente de la Federación Colombiana de Víctimas de las Farc (Fevcol), expresó que “la verdad simboliza la virtud y el elemento más importante para construir confianza en cualquier tipo de relación y es la base de cualquier formación de un Estado liberal, que respeta los derechos humanos y pretenda hacer justicia”.
Alejandra Balvin, quien también es víctima del conflicto armado, explicó que “la verdad es lo más importante en cualquier acuerdo de paz en el mundo, porque esclarece muchas cosas; por ejemplo por qué asesinaron a un campesino que no tenía nada que ver dentro del conflicto, cuáles fueron las razones para realizar una toma a un pueblo que era ajeno a esa guerra. Es importante rescatar la construcción de la realidad para esclarecer los hechos sucedidos en estas épocas”.
“La verdad puede aportar muchísimo. En Colombia no solo existen las Farc, sino que hay otros grupos ilegales y también legales que han sido violadores de los derechos humanos. Esto aporta gran parte a finalizar este proceso”, agregó.
Alfredo Rangel, senador del Centro Democrático, reflexionó que “si la verdad es construida de manera tendenciosa, no contribuye a la reconciliación nacional”.
La CEV: ¿aporta a la verdad o la venganza?
Para lograr el valor de la verdad, en el acuerdo de paz firmado entre el Gobierno y las Farc se creó la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición(CEV), la cual estará conformada por 11 comisionados que estarán encargados de la integración de los relatos de la guerra entre estos actores.
Según la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, “el fin del conflicto constituye una oportunidad única para satisfacer uno de los mayores deseos de la sociedad colombiana y de las víctimas en particular: que se esclarezca y conozca la verdad sobre lo ocurrido en el conflicto”.
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“La comisión hará parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición que se acordó en La Habana, para satisfacer los derechos de las víctimas, terminar el conflicto y alcanzar la paz. El acuerdo logrado sobre la comisión no puede entenderse ni definitivamente cerrado, ni aislado”, destaca la Oficina del Alto Comisionado.
Sin embargo, varios sectores tienen dudas sobre si su funcionamiento aportará a la reconciliación, asi como frente al riesgo de que este ejercicio se vuelva una construcción parcial del relato del conflicto armado y un aparato de venganza.
Sobre esta cuestión, el senador Rangel considera que “el concepto de verdad que se construyó en el acuerdo con las Farc es supremamente precario. Se limita a la verdad histórica, pero las víctimas también necesitan la verdad judicial que esclarezca la responsabilidad individual de los hechos delictivos cometidos por los criminales de esta guerrilla”.
Sobre la Comisión del Esclarecimiento de la Verdad, el corporado agregó que podría alcanzar el efecto opuesto y “generar heridas y resquemores a futuro y puede corresponder solamente a una venganza. Frente a esta posibilidad hay un temor fundado, porque la verdad puede ser instrumentada de manera política e interesada. Se deben prevenir todos los riesgos de que eso ocurra”.
Por su parte, Sofía Gaviria manifestó que hay muchas maneras para definir la verdad, pero ni la JEP ni la CEV son el camino correcto. “Están diseñadas para ocultar la realidad de todas las atrocidades de las Farc, será una plataforma para que esta guerrilla diga quién es bueno y malo en este país, para proteger a sus aliados y juzgar a sus enemigos”.
Sobre este componente, Botero afirmó que por no escucharse todas las posiciones que tienen las víctimas se ha desequilibrado la mesa de construcción de la verdad. “Algunas víctimas no se sienten atendidas y eso crea un sesgo. Por eso debe demostrarse que se está buscando la verdad desde la buena fe”.
“Necesitamos un lenguaje menos violento hacia un sector y el otro porque eso afecta las visiones de las víctimas. Al Gobierno le corresponde demostrar que se está haciendo las cosas de manera objetiva”, agregó.
Madariaga, por el contrario, manifestó que “el diseño que hay del Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición es bastante adecuado”, pero criticó que “no logra resolver el tema de que hay actores de la vida nacional que han tenido una enorme responsabilidad en el desarrollo del conflicto y estuvieron vinculados como terceros que son reacios a reconocer su responsabilidad y participar en un ejercicio de construcción a la verdad”.
Alejandra Balvin opinó que “la verdad total no se va a conocer, será como algo a medias porque como víctimas ya vivimos esto en el proceso anterior que se dio con los paramilitares. No esperamos una reconstrucción totalmente válida de esto”.
“No obstante, seguimos pidiendo a los actores del conflicto armado que como personas afectadas por el conflicto, nos respeten el derecho a la verdad, justicia y reparación integral. No a medias, ni por salir del paso”.
Balvin expresó que “queremos, más que una reparación económica, una dignificación de las víctimas directas y sus familiares, que los grupos armados cuenten todo lo que sucedió y que nos cuenten dónde están las personas de las que aún no sabemos qué pasó con ellas”.
Marta Soto, víctima que hace parte del Movimiento de Víctimas de actores del Estado (Movice), afirmó que “es muy importante conocer la verdad de cómo surge una política de exterminio en el país y de cómo se empezaron a dar los casos. Es decir, no hablamos tanto de las verdades individuales, sino de la histórica del conflicto armado, incluso hace parte del relato previo a este momento”.
“La verdad no es simplemente para que quede escrita en un libro, sino que tiene una gran importancia en términos de garantías de no repetición, para que las generaciones que vienen conozcan la historia del país y dejen estos hechos en el pasado y que no se haga parte del futuro de Colombia”, añadió Soto.
La presidenta de Fevcol considera que es necesario “que haya una representación directa de las víctimas de las Farc, empoderadas e independientes, que hemos dicho la verdad desde el principio con un ánimo constructivo e interesado, para que hagamos una reconstrucción histórica”.
“Nuestros desaparecidos, torturados, niños reclutados, asesinados y secuestrados, corresponden principalmente a las víctimas; en ningún proceso del mundo se deja de lado el aporte fundamental que hacen los afectados por el conflicto armado”, concluyó.
La verdad, un paso hacia la reconciliación
Según la organización de los mecanismos definidos por los acuerdos de paz entre el Gobierno y las Farc y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, la construcción de la verdad es un elemento central para la paz, cuyo componente hace parte del Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (Sivjrnr) definido por ambas partes.
El Sivjrnr contempla una serie de mecanismos judiciales y extrajudiciales para lograr “la mayor satisfacción posible de los derechos de las víctimas; asegurar la rendición de cuentas por lo ocurrido; garantizar la convivencia, la reconciliación y la no repetición del conflicto”, según lo sostiene el acuerdo.
Entre los mecanismos para garantizar estos objetivos, este sistema cuenta con la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, y la Unidad Especial para la Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas en el conflicto armado, componentes que responden a esa importancia de la construcción de la realidad histórica de la Guerra. Y la Jurisdicción Especial para la Paz, un conjunto de medidas para la reparación integral y las garantías para la no repetición.