La rana del liberalismo

Autor: Lázaro Tobón Vallejo
15 marzo de 2018 - 12:09 AM

Como va lo cosa, Humberto de la Calle sería un “convidado de piedra” en la primera vuelta, con solo el 4.1% de intención de voto

El Partido Liberal, que en otrora marcara tendencia y lo que dijera era casi ley; esa gloriosa colectividad está creciendo como las colas de los cuadrúpedos, de para abajo, demostrado en el bajo poder de convocatoria que tiene hoy en día, evidenciado en las dos últimas elecciones del partido, la Consulta Liberal y las elecciones al Congreso.

El Partido Liberal deja el siglo XX con una votación para el Congreso de la República del 49.3%, obteniendo 48 senadores y 84 representantes a la cámara, pero, ya estaba dando los primeros pasos del descenso. En las primeras elecciones del presente siglo, en 2002, el liberalismo para el Congreso obtuvo la mayoría de los votos, 2.710.599 (30.7%), pero representó una caída de 18.6 puntos porcentuales, perdiendo 19 senadores y 28 representantes. En ese entonces, los conservadores estaban lejos del liberalismo, con solo el 10% de los electores, participación paupérrima gracias al efecto “del Caguán-pastranismo”. En ese entonces, estaban en el ruedo político el Movimiento Nacional (hoy fuera), Movimiento Equipo Colombia (fuera), y Cambio Radical, que apenas logró sacar 2 senadores y 7 representantes a la cámara (2.5% de la votación)

Lea también: Salga a votar y no bote el voto.

Diez y seis años después la fuerza liberal es la cuarta en el Senado y la primera en Cámara de Representantes. Pero así con esa participación, los del trapo rojo no se han podido recuperar. En las presentes elecciones lograron captar el 28.99% de los electores (sumado la votación de Senado y Cámara el partido Liberal ha obtenido 4.373.333 votos y sacando un promedio de votación entre ambas, sería un electorado de 15.087.082 votantes), qué, en términos porcentuales representa una pérdida de 1.71 puntos porcentuales frente a 2002, y sí se compara con 1998, ¡oh my God! 20.31 puntos porcentuales en 20 años ha perdido de participación en el mercado electoral. Eso significa que, en promedio los liberales ceden al año 1.02 puntos porcentuales de la torta electoral en las elecciones de Congreso.

Al liberalismo se le puede aplicar la parábola de la rana hervida: “Si a una rana se la pone en una olla, sobre un fuego intenso, buscará saltar y escaparse, mientras que, si la ponemos en una olla en agua a temperatura ambiente, y no la asustamos, se queda tranquila. Cuando se va aumentando la intensidad del fuego, la rana quedará cada vez más aturdida y finalmente no estará en condiciones de salir de la olla”.

Las directivas del liberalismo en estas dos últimas décadas no se percataron que el agua tibia del cambio los estaba climatizando, tanto así que no tienen presidente desde Ernesto Samper (1994-1998), porque dos de sus hijos, engendrados a su interior, le montaron toldo a parte y salieron elegidos para ocupar el Solio de Bolívar, Uribe y Santos.

Además: ¿Mueren los partidos políticos?

La caída libre en la que viene así diga que son el segundo partido con congresistas en 2018-2022 es imparable, salvo que el liberalismo se haga una cirugía de corazón abierto y extirpe de él a aquellos que no han dado pie con bola en su dirección y llevan la colectividad por el desfiladero. Por que como va lo cosa, Humberto de la Calle sería un “convidado de piedra” en la primera vuelta, con solo el 4.1% de intención de voto (encuesta de El Tiempo y W Radio), con otra gran derrota para el liberalismo, con lo que llegaría a 20 años sin tener poder presidencial.

La rana hervida se está tragando al liberalismo.

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