Cada candidato tiene que invertir millonarias cifras de dinero y muy poco se habla de los partidos liberal y conservador
Por allá en otros tiempos se hablaba de los liberales y de los ‘godos’ pero las campañas políticas no necesitaban gastar cantidades inmensas de dinero, lo que en la actualidad ha cambiado pues cada candidato tiene que invertir millonarias cifras de dinero y muy poco se habla de los partidos liberal y conservador.
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Los actuales candidatos no representan con claridad a un partido pero sí tienen que invertir enormes cantidades de dinero en los medios de comunicación, los que se han convertido en los caminos definitivos para que un candidato o un partido llegue a la Presidencia.
En viejos tiempos los partidos políticos tenían características muy marcadas para representar personajes de alto estrato social y económico.
En el viejo liberalismo se filtraban ideas y principios de la izquierda comunista rusa mientras el conservatismo copiaba ideas políticas inglesas o norteamericanas.
En la Colombia de hoy los medios de comunicación se han convertido en la fuerza decisiva para comandar a toda la sociedad, trabajo que hacen cobrando enormes cantidades de dinero al mismo tiempo que se van borrando las ideologías políticas, cosa que es muy grave para una sociedad.
Los candidatos también han perdido ideologías políticas y sólo prometen bienestar económico. En la actualidad es muy difícil precisar las ideologías políticas de los actuales candidatos y se pierden los fines ideológicos de todos los candidatos. En otros tiempos era preciso fijar las ideologías de los candidatos pero en la actualidad no se sabe con claridad las ideologías que tienen.
Expertos investigadores de política determinan que lo más importante es la apariencia física del candidato y no su ideología. En la actualidad todos reconocemos la apariencia física de cada candidato pero ignoramos sus ideologías.
Reversando varias décadas, uno sabía con claridad quién era Laureano Gómez, Mariano Ospina Pérez, Alfonso López y Jorge Eliécer Gaitán pero el gran público de hoy no sabe decir con precisión cuáles son las diferencias ideológicas de los actuales candidatos pero sí los reconocen perfectamente en sus apariciones en la televisión.
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