La paz está en riesgo porque ejércitos de hombres y mujeres exguerrilleros pueden encontrarse, nuevamente, con una sociedad excluyente
Recientemente vi los videos de al menos cinco camionetas blancas, con banderas del nuevo partido político de las Farc, saliendo de la vereda Madrigal, que hasta hace unas semanas era la Zona Veredal Transitoria de Normalización (Zvtn) del municipio de Policarpa, en Nariño. Un mes atrás, cuando visité el Punto Transitorio de Normalización (PTN) de Gallo, en Tierralta, Córdoba, me dijeron los pobladores que no más de una decena de excombatientes quedaban allí. La mayoría se habían trasladado a otras zonas o se habían ido, sin más.
La escena se ha repetido y sigue ocurriendo en los diferentes Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (Etcr), antesllamados Zonas Veredales o Puntos Transitorios de Normalización. Jean Arnault, Jefe de la Misión de la ONU en Colombia, estimó que solo 45% de los excombatientes permanecen en estos lugares actualmente. ¿Dónde están los excombatientes de las Farc?
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El gobierno insiste en que muchos de ellos se están reuniendo con sus familias o están construyendo sus nuevas vidas en diferentes lugares, pues luego de entregar las armas, los exguerrilleros no tendrían obligación de permanecer en estos espacios.Sin embargo, aspectos como las dificultades en la ejecución de proyectos productivos acompañados por la institucionalidad, la débil seguridad en estas zonas, los insuficientes esfuerzos por la formación de los miembros de Farc y los múltiples incumplimientos –algunos más graves que otros– en las adecuaciones de estas zonas para su habitabilidad digna, han significado un incremento en la salida de losEtcr y, por lo tanto, un aumento del riesgo sobre el futuro del proceso de reincorporación de los excombatientes.
Justamente, en lo concerniente a una reincorporación apropiada –y lejos de los prejuicios o las generalizaciones–, conviene preguntarse: en economías rurales que dependen en gran medida de la coca, ¿podrán encontrar estos cientos de personas alternativas distintas a los cultivos ilícitos, ya sea como campesinos o vinculándose directamente al narcotráfico? Para una persona cuya formación durante la adolescencia y la juventud giró en torno al uso de las armas y las estrategias de guerra en la selva, ¿existen muchas oportunidades para cambiar su rumbo, si ni siquiera ha recibido capacitaciones para integrarse a algún sector productivo?
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La paz está en riesgo porque ejércitos de hombres y mujeres exguerrilleros pueden encontrarse, nuevamente, con una sociedad excluyente y un sistema que no favorece su engranaje en algún sector económico legal. Pero la paz también está en riesgo porque ahora, con la salida de las Farc de estas zonas, también se van algunos de esos actores institucionales que, luego de muchos años, habían vuelto la mirada sobre esa Colombia profunda y olvidada, escondida entre montañas, distanciada por ríos u oculta en la espesa selva.
Corremos el riesgo de seguir siendo el mismo país, solo que ahora Farc no son las siglas de una guerrilla sino de un partido político... algo que históricamente no es menor, pero que está muy distante de ese sueño de un nuevo país, que pasa por la reincorporación efectiva de los excombatientes y la construcción de paz territorial consistente en la instalación de capacidades en aquellas zonas que históricamente han sido olvidadas por el Estado.