“Te va a tocar y vas a salir pensando en el ser humano”, señaló Alexander Betancur, protagonista de Siete cabezas, al hacer referencia a esta película cargada de suspenso sicológico que hace una evocación del apocalipsis descrito en la Biblia.
Jugar con lo desconocido, escudriñar en terrenos poco explorados, tocar temas de interés general y proponer un estilo atractivo, esa es la magia de Siete cabezas, una película del director caleño Jaime Osorio Márquez que se estrenará en el Festival Internacional de Cine de Varsovia, el próximo 18 de octubre, un día antes del lanzamiento nacional.
Este thriller de suspenso sicológico, según explicó su director, es una historia compleja que habla sobre Marcos, un guardabosque que vive completamente aislado en una reserva natural y que ve su tranquilidad interrumpida por una pareja de biólogos, quienes llegan a investigar un extraño caso de mortandad de animales. “Contiene un componente grande de suspendo, que hace que la gente se conecte con ella, que se inquieten y a veces es muy violenta para quienes la estén viendo”, señaló Osorio Márquez.
La construcción del guión inició junto a Ernesto Bedriñana, con quien trabajó la idea de un personaje con una enfermedad denominada Biid, (Desorden de integridad de la identidad corporal), una perturbación de la personalidad que hace que la persona sienta que algunas partes de su cuerpo no le pertenecen, obligando a quienes la padecen que a intentar tener una coherencia entre la imagen mental de su cuerpo y el cuerpo físico, muchas veces a través de la mutilación de ese miembro que sienten que no le pertenece. “Yo estaba contando la historia de un hombre que estaba en lucha consigo mismo, de un cuerpo que se hacía daño así mismo, de un cuerpo que se estaba enfrentado como si fueran dos cuerpos y es uno solo”, explicó el director.
Todo eso lo llevó a releer el libro del Apocalipsis de la Biblia y descubrir en el capítulo 12 la batalla entre el dragón rojo de siete cabezas y los ángeles, es decir, entre el bien y el mal. De este pasaje bíblico se creó el personaje y alimentó la actuación.
Aunque la película tiene un foco en el tema ecológico y se basa en el Apocalipsis de la Biblia, el director no lo plantea como una profecía de algo que va a pasar sino que es algo que está sucediendo en la actualidad y que quiere visibilizar problemáticas como la extinción de las especies y el peligro que nosotros como especie nos estamos causando a nosotros mismos.
“La historia se sitúa en un refugio de la naturaleza mientras todo el resto de la historia se está moviendo hacia la destrucción de la naturaleza, hacia el Apocalipsis, hacia el fin del mundo con Marcos en el centro”, resaltó Osorio Márquez.
Por su parte, Alexander Betancur, protagonista de Siete cabezas explicó que para encarnar este personaje tuvo que investigar, ver videos y leer sobre el Biid, que es un desorden poco común y en compañía del director empezar a trabajar en lo corporal, desde la mirada hasta la forma en que habla, además de pensar en lo que antecede vivir aislado en un parque, pensar en el bullying que le pudieron haber hecho en la escuela o en la casa y, finalmente, crear la forma en que se relaciona con los demás personajes, uno siempre se quiere enfrentar a nuevos retos y personajes, esto es algo muy diferente a lo que venía haciendo” reflexionó el actor.
El Festival Internacional de Cine de Varsovia fue el elegido por el director para la premier de la película entre una lista de festivales que habían mostrado su interés por esta producción después de que la conocieran en Cine en Construcción del Festival de Cine de San Sebastián, cuando aún no había sido editada completamente. El de Varsovia es un evento cinematográfico de Clase A desde el 2009, lo que lo ubica en la cumbre de las muestras audiovisuales más importantes en el ámbito mundial.
“Quería que la experiencia de la película fuera más compleja, yo no quería que sólo fuera “de me gusta” o “no me gusta”, sino que hubiera emociones y sensaciones” concluyó el director caleño.