La política es algo que no se entiende fácilmente ni nadie puede interpretar a las mil maravillas. Desde la subjetividad, uno dice una cosa y otro dice algo diferente.
Si fuera por los columnistas que apoyan, adhieren e invitan a los cuatro vientos a votar por Sergio Fajardo, el matemático sería Presidente de Colombia, de lejos. En esa fila, están: Patricia Lara, Rodrigo Uprimny, Iván Garzón, Salomón Kalmanovitz y Mauricio García, de El Espectador; Guillermo Perry y Margarita Rosa de Francisco, de El Tiempo y María Jimena Duzán y Daniel Coronell, de la Revista Semana, entre otros. Pero bien sabemos que el exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia, no ganará las elecciones presidenciales. Además, el voto es muy emocional (más que racional) y muy pocos se dejan influenciar por los conceptos de los articulistas. El que está jugado por un candidato no mueve su decisión porque alguien escriba en contra o a favor de otro, máxime que esta es una decisión personalísima y, por ende, invariable.
Si fuera por la experiencia, Humberto de la Calle sería Presidente de Colombia, de lejos. Las edades de esta contienda electoral son las siguientes: De la Calle, 71 años; Sergio Fajardo, 61 años: Gustavo Petro, 58 años; Germán Vargas Lleras, 56 años e Iván Duque, 41 años (cumple los 42 años el entrante 1 de agosto). Humberto de la Calle, el 14 de abril de este año, dijo en El Espectador que “tengo tres veces más experiencia que Duque”. Los resultados saltan a la vista: el exvicepresidente, exministro, exmagistrado y exnegociador en La Habana, es colero y sin ninguna opción y Duque, saborea las mieles del éxito y la victoria. Mientras de la Calle se mueve entre el 2 y el 4%, Duque es indestronable y fluctúa entre el 34 y el 41%.
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Si fuera por la matemática electoral, Germán Vargas Lleras sería Presidente de Colombia, de lejos. Hace un mes, escribimos en una columna que “Dice El Tiempo (19 de abril, página 1.4) que los apoyos recibidos del Partido de la U y del Partido Conservador, prácticamente ponen a Vargas Lleras en la segunda vuelta presidencial. El Colombiano de esta misma fecha (página 7), en nota firmada por Eduardo Bronces, explica que ‘Con esta adhesión, Vargas lograr sumar a su campaña al Partido de la U, a Cambio Radical y ahora al Partido Conservador, quienes lograron en conjunto cerca de 5 millones de votos en las elecciones pasadas al Congreso de la República’. Deja entrever que esa “magia” pondría en 5 millones de votos al nieto de Carlos Lleras Restrepo”. Pues bien, Vargas Lleras no pasa del 7% y es cuarto en la fila india presidencial, lo que demuestra que la matemática electoral es una mentira de solemnidad.
Si fuera por los que hablan más duro y más trancado, la presidencia de la república se la disputarían Gustavo Petro y Germán Vargas Lleras, de lejos. Pero ocurre que no es así, porque la gente ha aprendido a que no el que más grite es el mejor (y ese ejemplo vale para Claudia López, quien tiene que vociferar por dos: por ella y por Fajardo). Levantar la voz y ser irreverentes, son condiciones que no suman votos sino que restan. Si somos observadores, podemos apreciar que el de mayor autocontrol y más reposado para expresar sus ideas y contestar serenamente preguntas insolentes de algunos periodistas, que no ocultan su animadversión por todo lo que sepa a Uribe, es Iván Duque. Y miren: puntero en las encuestas desde hace rato.
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En fin, la política es algo que no se entiende fácilmente ni nadie puede interpretar a las mil maravillas. Desde la subjetividad, uno dice una cosa y otro dice algo diferente. Lo que está claro es que estas elecciones tendrán mucho votante en primera y segunda vuelta y que hay un gran morbo para ir a las urnas: el pánico por Petro de varios millones de electores. La invitación, pues, a que este 27 de mayo salgamos a depositar nuestro respaldo por el candidato que nos plazca, sin ataduras y con la libertad que destila la democracia.