La imaginación se viste de Navidad

Autor: Carmen Vásquez Gómez
12 noviembre de 2017 - 02:00 PM

Es extraño que cada año en esta época la humanidad adquiera en su rostro algo especial, es algo mágico. La sonrisa de los niños es de cierta complicidad como si estuviera comunicándose con seres que sólo ellos ven. En los adultos la alegría se duplica y la tristeza es doblemente lánguida. Un sicólogo dijo a EL MUNDO que es un síndrome bastante extraño. Vamos camino a la Navidad.
 

Medellín, Antioquia

Y qué es la Navidad? Es una época de contar historias. Todo aquello que habla de la Navidad tiene una historia que viene arrastrando de siglos atrás. 
Sea cual sea la fe, o doctrina, o creencia que se practique, los hombres de la tierra llevan a sus casas, sus hogares, sus cárceles, sus hospitales, su pequeña carpa, un símbolo de contacto con ese “alguien” que se lleva en el corazón. Sin pensarlo… esos hombres habitantes de la tierra, forman un pesebre en el lugar en que están. Y si de pesebres escribimos, tenemos que contar que fue San Francisco de Asís quien en pleno invierno, recorriendo aquella pequeña población italiana de Rieti para resguardarse del intenso frío, se alojó en la Ermita de Greccio y allí tuvo la inspiración de hacer el nacimiento de Jesús en vivo. Comenzó con una casita de paja… recogiendo cositas del campo. Reciclando.
Igual hoy. Todos podemos hacer nuestro pesebre con elementos del campo y material reciclaje. Una casita de cartón no dejará que el Niño Jesús se muera de frío. La Virgen y San José pueden tener vida con trapitos, conos de hilos, cordones para los cabellos y los lápices de colores nos darán la silueta de los rostros. Todo reciclado.

Los árboles
El árbol de Navidad tiene sus orígenes en una antigua creencia germana, bella historia del árbol gigantesco que sostenía el mundo y sobre sus ramas brillaban las estrellas, el sol y la luna. De ahí las luces que hoy ponemos en el árbol.
Los árboles de Navidad hoy en día son tendencia de moda, pero igual, usted puede escoger de una finca un sencillo chamizo y volverlo el más hermoso de los árboles. Pero pensando en esas cositas que uno muchas veces bota y que pueden ser recicladas, por ejemplo un baratísimo “estropajo” dándole formas con una tijera y pintándolo de verde, será un maravilloso árbol al que le vamos a poner con cartón y piedritas en la base y el resultado será de alegría compartida.
Porque la mejor de las historias será compartir con los hijos y la familia, una tarde y noche de pegar, recortar, pintar, fruncir, recoger, buscar lo guardado.

El Papá Noel
Dos bolas de icopor, una más grande que otra son el principio para formar el cuerpo de este personaje llamado también San Nicolás o Santa Klauss. La historia de él se va lejos a un apesadumbrado Klauss quien llegó a Finlandia con su familia después de ser un prospero sastre antes de la guerra. Pero más triste vive este buen hombre después de perder su familia por una fuerte epidemia de gripe. El milagro se da cuando sólo lo arropaba la tristeza. De un montón de basura, comenzó a recoger y a darle vida a una muñeca, a un osito, desechos y reciclaje fue el empezar antes de esos días de Navidad, todo fue reciclado, lo que remendó y convirtió en regalos. ¿Pero cómo entregarlos? Aquí el tema ya es leyenda de años y alegrías de niños de un hombre que hizo su disfraz reciclado.

Bienvenida la Navidad
Nuestras casas pueden ser hermosas al saludo de Navidad. Un tronco, o palo, o pedazo de pino recogido en el campo, puede ser el brazo maravilloso para colgarle infinidad de adornos. Aquellas estrellas, semillas de pino, animalitos, pajaritos y hasta esas hojas secas de una mazorca… todo es imaginación reciclada.
En Navidad, y sobre todo en este tiempo en donde no es mucho el dinero en los bolsillos, todo aquello que tenemos guardado y que creemos es viejo, puede ser muy útil: periódico, cartón, tela, cordones, botellas, plástico, cajas, vidrio… todo puede ser un hermoso detalle de Navidad, construido en familia y con nuestras manos.


Una voz de ejemplo
La de doña Francy Castrillón, ama de casa y profesora de manualidades, quien trabaja las bonitas botas de Navidad con viejas hormas de zapato, tubos de papel higiénico y de papel. Ella utiliza las cuentas de servicio que ella guarda y dijo que guardando y reciclando cuidamos el medioambiente. 

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