Tres piezas musicales que expresaban alegría y gratitud enmarcaron la celebración de los 35 años de Filarmed, este lunes en el Teatro Metropolitano. El maestro Alberto Correa, fundador y director emérito de la orquesta, se llevó la mayor ovación de la noche.
Con una masiva asistencia de público al Teatro Metropolitano, tuvo lugar la noche de este lunes el primero de los dos conciertos que ofrecerá la Orquesta Filarmónica de Medellín para celebrar sus 35 años de actividades. La gratitud fue el sentimiento que reinó en la noche, tanto de parte del público como de su fundador, el maestro Alberto Correa Cadavid, a quien los asistentes ovacionaron largamente de pie en reiteradas oportunidades.
Fue el maestro Correa quien inició con el sueño de fundar una orquesta en el garaje de su casa. Fue precisamente el 16 de abril de 1983 la fecha que marcó el inicio de un camino que, a pesar de estar marcado por dificultades, ahora lo llena de orgullo y satisfacción, según expresó emotivamente al público después de dirigir el Te Deum en do mayor de Joseph Haydin, en compañía del Estudio Polifónico de Medellín.
Este fue el tercer momento musical de una noche de fiesta y gratitud, en la que la Alcaldía de Medellín, representada por la secretaria de Cultura Ciudadana, Lina Botero; la Cámara de Representantes, representada por el parlamentario Federico Hoyos, y el Ministerio de Cultura, representado por la viceministra Zulia Mena García, entregaron sendos reconocimientos a la Orquesta.
La velada musical comenzó con la obertura de El Murciélago, de Johann Satruss hijo, dirigida por el maestro Alejandro Posada. A continuación, el exdirector titular de Filarmed, Francisco Retitig, dirigió la obertura de Los maestros cantores de Núremberg, ambas obras caracterizadas por la alegría, sentimiento que se quiso acentuar en la noche de celebración.
El maestro Correa, por su parte eligió un Te Deum, cántico religioso de acción de gracias, con el que quiso significar el sentimiento que lo llenaba.
"Le doy gracias inicialmente a Dios por haberme colmado de bendiciones con el don de la música", que le dio a él y a los músicos de su orquesta, fueron sus primeras palabras, pronunciadas mientras leía de una hoja de papel y tras haber pedido permiso al público.
“En esta noche tan importante también quiero agradecer a mi familia, ellos soportaron esos difíciles años que vivimos, nunca me hicieron ningún reclamo. La orquesta vive porque ellos permitieron que hiciéramos todo este proceso que ahora tiene sus frutos”, añadió.
El fundador de Filarmed y ahora director emérito, agregó que la orquesta también es su familia, además de los directivos y los socios. “A muchos de los músicos los conocí muy jovencitos, crecimos juntos, estuvieron siempre en las buenas y en las malas, incluso en los momentos más difíciles, como cuando pasamos alrededor de seis meses sin con qué pagarles y, a pesar de eso, ellos no se fueron”, recordó el maestro.
En su discurso Correa también agradeció al Estado y a las Administraciones Municipales porque, en sus palabras, “sin el apoyo de los gobiernos, el ministerio de Cultura y el Departamento, este gran proyecto tampoco hubiera sido posible”.
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Finalmente, el mayor crédito de las palabras del músico fueron para el público. Reiteró los agradecimientos por los más de 3.500 conciertos que tuvo la orquesta siempre con la presencia de asistentes. “Fue hermoso estar acompañados, eso nos permitió seguir adelante y crear una revolución cultural y musical en la ciudad, fue por su masiva asistencia durante todos estos años que ahora existimos”, agregó.
El hombre que por siempre recordará la orquesta, terminó pidiendo por el cuidado de esta institución musical, afirmando que siempre estará ahí para ayudar, pero que la Filarmed sigue necesitando ayuda para que los sueños no paren allí. “Toda la comunidad debe comprometerse con el arte para que no tengamos que estar suplicando a cada rato que nos ayuden, entonces con seguridad seguiremos haciendo muchísima más música”, señaló.
La celebración será durante todo el año, y el segundo evento se realizará el próximo domingo 29 de abril, bajo la dirección del maestro Andrés Orozco- Estrada, quien fue nombrado director titular de la Orquesta Filarmónica de Viena para el periodo 2021-2022.