El Museo Universitario de la Universidad de Antioquia (Muua) abre la convocatoria al Premio Memoria 2017, un galardón que para su sexta versión propone el tema del transporte terrestre en Colombia.
Los quiebres de la geografía antioqueña han sido testigos de la historia del hombre que la atraviesa. Desde indios cargado silletas con foráneos, hasta vagones que surcan el cielo, el modo en que las personas han conquistado las montañas que las rodean ha sido la huella de cada época. La idea de reflexionar sobre este tema, tan cotidiano como inexplorado, es propuesta por el Muua, que para la sexta versión del Premio Memoria 2017, propone el transporte terrestre en Colombia, como el foco de una reflexión artística y literaria.
El concurso, coordinado por la colección de Historia del Museo, ha trabajado desde su primera versión en 2002 temáticas como Pedro Justo Berrío: patrimonio ético de los colombianos; el ascenso político de la mujer colombiana durante el siglo XX; el holocausto del Palacio de Justicia; la herencia de Manuel Quintín Lame en los pueblos indígenas colombianos y el bicentenario como acto de memoria.
De acuerdo con Santiago Ortiz Aristizábal, director del Muua, el premio se decidió retomar luego de 8 años sin convocatoria. “La última versión fue en el 2009, pero gracias al apoyo de la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad, este año el Museo retomará el reconocimiento. Es importante otorgar el premio porque la memoria a veces nos falla, sólo recordamos ciertas cosas, por eso hemos hecho el ejercicio de mirar una serie de posibilidades de temas, y finalmente el que quedó el transporte terrestre en Colombia”, explicó el director, quien señaló que el concurso también proyecta una muestra adicional a la exposición de los ganadores que detallará el transporte terrestre específicamente en Antioquia.
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Para el antropólogo Víctor E. Ortíz G., el transporte ha sido una de las personalidades particulares que ha tenido la ciudad a lo largo de su historia, ya que Medellín ha tenido todos los medios de transporte que las grandes ciudades del mundo han desarrollado en las diferentes etapas de su expansión.
“Durante nuestra historia hemos tenido desde la tracción humana, de personas llevando personas, y de personas llevando mercancías, pasando por hitos históricos, como el primer automóvil de Colombia, el tranvía, los ferrocarriles y el Metro, inclusive, la primera aerolínea del mundo se creó en Medellín”, explicó el académico al resaltar el carácter transversal que ha tenido el transporte en el desarrollo de la industria y de la sociedad antioqueña en general.
Pero además de ser un medio, Ortíz destaca que el transporte ha sido el escenario de historias constructoras de sentido para el departamento: “Los paisas somos contadores de relatos, nuestra tradición oral es un rasgo muy importante dentro de nuestra sociedad. Es recurrente la imágen de los abuelos contándonos historias de los amores y desamores en un bus o en un tranvía, y a la par, el desarrollo de esos medios fueron los apalancadores de progreso para la región”, agregó Ortíz.
El antropólogo aclaró que el principal aporte que traerá el ejercicio de hacer memoria sobre las dinámicas del transporte en otro tiempo será conectar a las nuevas generaciones, marcadas por la inmediatez de la información, con los ritmos y dinámicas que llevaron a construir los adelantos de los que hoy disponen.
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Desde la perspectiva de Flavio Escovar, director de junta directiva de la Fundación Museo del Transporte, el hecho de que el premio ponga el tema de la movilidad terrestre en el país sobre la mesa, propiciará la reflexión sobre los grandes acontecimientos de la historia del desarrollo en Colombia desde el siglo XIX.
“Hablar de este tema no sólo es hablar de carros, aunque son muy importantes, sino también de los silleteros, del nacimiento de la arriería, de los tranvías eléctricos, a motor, y de sangre, que fueron halados por recuas de mulas y llegaron incluso a cubrir rutas tan extensas como Medellín, Rionegro y Marinilla. También permite redescubrir la historia de los ferrocarriles en Antioquia, y los inicios del transporte público masivo”, dijo.
Por otro lado, en materia automotriz , el experto aludió a lo que llamó “el incio del carro en Colombia”, con la llegada del primer vehículo de este tipo al país, importado por el millonario antioqueño Coroliano Amador. Se trata de un carro marca De Dion Bouton, en octubre de 1899.
“Este carro fue tan impresionante como inútil, porque aquí en Medellín no había ni vías ni mecánicos para mantenerlo, por lo que terminó archivado y posteriormente enterrado, por orden de la heredera de Amador, quizá en predios cercanos al colegio de la Enseñanza”, relató Escovar.
Como esta, son innumerables las historias de hazañas e innovaciones que los pobladores, no sólo de Antioquia, sino del todo el país, se vieron obligados a cometer para surcar sus territorios y agilizar el progreso. Desde los puentes y caminos prehispánicos, hasta los más sofisitiados sistemas como el Metro o el Transmilenio, el transporte es que tema con el que el Muua busca dar cuenta de la manera en cómo se relaciona una población con el espacio