Unos 24.500 venezolanos en Medellín no tienen acceso a servicios de salud. Muchos de ellos no poseen esquemas de vacunación y algunos son portadores de enfermedades.
Según datos de la Secretaría de Salud de Medellín, en la ciudad hay más o menos 24.500 venezolanos que se han identificado a través de las jornadas de asistencia. Familias que han llegado desprotegidas del sistema de salud de su país, sin documentos en regla. Muchos de ellos, la mayoría, sin ser vacunados y otros, contagiados o contaminados por muchos factores; los más comunes: desnutrición, malos hábitos, escasa educación. Muchos entran legales y otros ilegales, lo que solo permite una atención en urgencias en los 52 puntos de atención de Metrosalud.
Las enfermedades más recurrentes en esta crisis son las eruptivas o exantemáticas, como varicela, sarampión, rubéola y las infecciones respiratorias, que si no se tratan como es debido, pueden convertirse en una tuberculosis, enfermedad que se contagia con solo la tos. Las tres primeras mencionadas son enfermedades que se caracterizan por el brote en la piel y comúnmente dan en la primera infancia, de uno a seis años, edades en las que no se presentan complicaciones, pero enfermedades que en la edad adulta pueden ser de gravedad.
Pero lo preocupante es que también se han detectado enfermedades venéreas, migrantes que han llegado con virus del VIH y otros con cáncer.
El Sarampión: no es fácil de identificar porque comienza con un malestar de fiebre, pérdida de apetito, dolor en los huesos, vomito muy parecido a los síntomas de una fuerte gripa, pero si el cuadro sigue con conjuntivitis y además dentro de los cachetes o carriles le aprece un brote menudito de manchitas a las que se les llama “coplik” ya esto diagnostica un sarampión.
La Varicela: se identifica como un brote agudo con bombitas de agua que rasca mucho. Si la persona se rasca le quedan las manchas para siempre.
La Rubeola: es un brote delgadito y es la menos complicada.
Las Infecciones Respiratorias, son las de más cuidado, porque muchas veces se tratan como una simple gripa que resulta ser una bronquitis o una neumonía que da como resultado una tuberculosis. Enfermedad fácil de contagiarse con la tos o un estornudo. Enfermedad que se detecta por el malestar en el cuerpo y la tos con sangre, por lo que de inmediato hay que hacer exámenes de baciloscopia y tratar con medicamentos. Esta es una de las bacterias difíciles de erradicar.
Las entidades públicas han hecho significativos esfuerzos para organizar esta población de migrantes venezolanos con sus documentos y puedan así recurrir a un régimen de salud subsidiado o contributivo. La Secretaría de Salud no desarrolla actividades colectivas específicas sobre la prevención de estas enfermedades, lo que sí hacen, en coordinación con el ministerio de Salud, son las campañas de cobertura de vacunación. Por ejemplo, se ha visto que el virus del sarampión está muy controlado en Medellín. Solo se identificaron dos casos y enseguida se hicieron los protocolos de control.
Hay que aclarar, que en el sistema de salud los migrantes se clasifican como extranjeros, no como venezolanos.
El tema del sarampión es muy serio porque el enfermo tose y expulsa por las vías respiratorias los gérmenes que transmiten la enfermedad. Hasta cinco días después de desaparecidas las manchas, un enfermo puede contagiar a una persona sana. Lo más eficaz es aislar al enfermo desde la primera semana hasta unos cinco días después.
El tema de la rubéola, que tiene síntomas parecidos a los del sarampión, es difícil porque el enfermo es ya contagioso cuatro o cinco días antes que aparezca los síntomas. Los gérmenes se transmiten de forma directa a través de la respiración. El cuidado mayor es que no le dé a mujeres embarazadas, es muy peligrosa durante el primer trimestre ya que puede llegar a causar el aborto. Se debe evitar el contacto con personas que padezcan esta enfermedad.
La varicela se reconoce por los brotes con ampolla que contienen líquido y arden y rascan fuerte, lo que se debe evitar para que no deje cicatriz. Se contagia con el contacto y para prevenirla hay que aislar al paciente por unos ocho a diez días, hasta que se seque el brote. Hay vacuna que se le debe aplicar a los niños y si un adulto no está inmunizado se puede contagiar fácilmente.
¿Hay campañas de prevención en los puestos de salud de los barrios de la ciudad? No específicamente, pero sí hay grandes jornadas de vacunación.
Acaba de anunciar que en Colombia hay un millón de venezolanos y que aportará la suma de 20.000 millones de pesos para programas de salud de emigrantes de ese país.
¿Cuál es la acción del Gobierno ante esta preocupación? Tratar de tener a los migrantes identificados con sus documentos en regla.
Es una esquina cualquiera de esta ciudad, en donde el pare de un semáforo es el momento para que María (nombre cambiado), con una amplia sonrisa, ofrezca de carro en carro sus dulces. Es venezolana, vive en el barrio San Germán, sector de Robledo, entró legal con su permiso por tres meses, pero se le venció y ahora está desprotegida de todo. Lo que se gana lo debe mandar a su hijo a Venezuela. Nos dice que aquí los medicamentos son muy caros. Pero que ella no se enferma, que lo que si nota es que la comida es muy grasosa, con mucho chicharrón y chorizo y eso la enferma del estomago. Después de los tres meses de permiso, tiene que comprar un boleto de salida que vale 200.000 pesos y de donde plata…
Él es alto y maneja una carreta llena de frutas, es José (nombre cambiado) entró legal, se le pasó el tiempo y ahora es ilegal. Nos dice que ni con el pasaporte lo atienden en los hospitales, que lo que él hace es ir donde médicos paisanos venezolanos. Que no tiene dinero para pagar la prorroga de permiso.
Y así muchos, muchísimos dolientes del país vecino, caminan bajo el sol y la lluvia con una incertidumbre a sus espaldas. Tosen, estornudan y siguen con o sin protección apostándole al diario de la vida.