Tiene el doble de estudiantes que el año pasado en las calles desescolarizados, el doble de padres de familia preocupados y el doble de docentes en paro
El tema de los maestros está complejo y en muchos de los puntos de sus peticiones tienen razón, pero acá, como siempre los jóvenes son los altamente perjudicados y sin velas en este entierro, por eso vale la pena despertar nuevamente la discusión de la cobertura educativa en este momento, porque semanas sin escolaridad para estos estudiantes prenden las alarmas de toda la ciudad. El año pasado, cuando había un alto porcentaje de instituciones educativas operadas por cobertura, -esto es, que un privado, que lo sabe hacer, opere una planta física pública llenándola de contenido académico- gran parte de los escolares estaban sin problema en sus aulas mientras había paro de maestros. El ejemplo está en la comuna 1de Medellín, donde hay un colegio de calidad, espectacular en su infraestructura, que alberga más de 4.000 estudiantes en dos jornadas, vacío durante casi un mes, en contraste con una institución educativa de cobertura Santa María, en un sector llamado "La Torre" al frente del anterior, con escasos 500 estudiantes que no han parado ni un día sus labores. La comunidad se pregunta y es que es evidente la diferencia: si los dos son públicos, ¿por qué uno está en paro y otro no? Y claramente la respuesta es porque uno está operado por cobertura y otro no.
El Ministerio de Educación Nacional obligó a Medellín a que se hiciera cargo de una vez por todas de los colegios que tenía operados por cobertura, pues ya tenía capacidad para contratar directivos docentes y docentes para que directamente fuera la Secretaría de Educación los que los administrara. Eso fue exactamente lo que hizo la ciudad en el 2017. Con lo que no contaban es que esto dejaría desescolarizados más de 5.000 jóvenes que el año pasado estaban sin problema en sus colegios.
La discusión de la cobertura educativa se tiene que revivir, entre otras cosas, porque son las instituciones que llevaban años en los territorios, construyendo un gran reconocimiento y un trabajo muy importante en cada comunidad, las que operaban estás sedes, que ahora, con tanto tiempo de ocio, tienen a los padres de familia altamente preocupados por la suerte que van a correr sus hijos, que están a la deriva en el barrio todo el día durante el paro. Adicionalmente, gran parte de los maestros que trabajan en estás instituciones que operan por cobertura, también trabajan en una pública, así que para la primera, imparte su cátedra habitual y en la jornada de la segunda, cumple su horario en manifestación.
Quiere decir que, por cumplir juiciosamente la ley, hoy la ciudad de Medellín, tiene el doble de estudiantes que el año pasado en las calles desescolarizados, el doble de padres de familia preocupados y el doble de docentes en paro, sin nadie que pueda responder, porque como se hizo lo que exigía la ley, que paradójicamente no da ninguna garantía al que la cumple y por el contrario, se las da todas al que la incumple.
La educación en los niveles regulares básicos, en primaria y secundaria debería ser la de mayor cuidado, a la que se tendría que dar un tratamiento quirúrgico y pienso que se están dejando tantas cosas al azar, que después no vamos a poder decir nada cuando en un par de lustros sigamos exactamente en el mismo punto en el que estamos, sin avanzar ni un milímetro, cuando estos jóvenes que están esperando que se resuelva el paro, estén gobernando y acostumbrados a estas dinámicas, no hagan otra cosa que lo mismo que se ha venido haciendo y estén convencidos que eso es lo que se tenía que hacer.