Medellín sigue abriendo espacios donde las nuevas tendencias deportivas se nutren y fortalecen. Pero la inclusión es un primer paso; queda ahora la tarea de ofrecer nuevas oportunidades a los jóvenes que se están formando en estas disciplinas deportivas.
La resistencia a lo desconocido ya es parte del pasado; atrás quedaron mitos y estereotipos acerca del skate, que llegó a Medellín como una oleada incontenible y se quedó para siempre en las calles de la ciudad.
De sur a norte, los lugares para montar tabla y el resto de las modalidades que surgieron con los años, germinan por la iniciativa colectiva de los mismos jóvenes. Fueron ellos los que lograron que hoy exista el triple de escenarios a los que había siete o diez años.
“Recuerdo que cuando comencé a montar hace diez años la rampa más cercana era por allá en el centro. Y eso para un niño que vivía en el sur era un problema grande. Pero todo ha cambiado mucho, no sólo escenarios, también ha mejorado la forma cómo se ve este deporte en la ciudad”, dice Daniel Pérez, un asiduo visitante en los bajos del puente de la 4 Sur.
A Daniel, al igual que a muchos gomosos de la época, le tocó arregárselas como pudiera para disfrutar de su naciente pasión. “Ante la falta de espacios, armábamos nuestros propios obsctáculos con tubos y biseles para hacer rampitas y montábamos”, recuerda Daniel.
Esa misma creatividad tuvo que poner en práctica Johan Ríos, pero para poder rodar con su bicicleta en busca de maniobras imposibles. “Hace siete años montábamos sobre tablas de madera”, recuerda Johan, practicante de BMX freestyle.
Claro que adecuar los espacios es sólo un paso, porque de allí ha comenzado a surgir una nueva generación de deportistas que piden pista para profesionalizar lo que empezaron sólo por gusto.
“La calidad y cantidad de pelaos de doce, trece y catorce años que están entrenando en serio para salir adelante, es impresionante. Son pelaos que quieren ir más allá, y que esto se les volvió un proyecto y ya cogieron cancha con los escenarios que han hecho, pero ahora necesitan apoyo para salir a competencias al exterior y representar al país”, explica Johan, quien también espera una oportunidad para exponer su talento sobre la bicicleta mientras sus amigos graban sus piruetas para publicarlas en redes sociales, donde espera, con suerte, que un patrocinador lo encuentre y pueda dar ese paso adelante.
Con el skate también existe una situación similar, pero ya marcó un hito importante, y es que hace un año los skaters del mundo celebraron la incorporación de este deporte en los próximos Juegos Olímpicos. Desde luego que en Medellín el tema no pasó indiferente; no hay parche ni rampa en la ciudad donde no se encuentre a alguien desafiando el peligro con la adrenalina como incentivo y con un dominio del cuerpo y los espacios, inalcanzables para muchas personas.
Aguardando trascender muros con sus piruetas, cientos de deportistas de Medellín y el país recibieron la posibilidad de unas olimpiadas como un sueño posible. “Nos encontramos muy sorprendidos porque a pesar de que no hemos hecho el primer evento nacional competitivo, ya hay más de 100 personas que están interesadas en convertirse en entrenadores o en jueces de Skateboarding. Entonces eso lo consideramos como un futuro promisorio”, expresó Ruben Darío Delgado, presidente de la Comisión Nacional de Skateboarding.
Por su parte el skater Jaime Arias, cree que sin perder su esencia “el skateboarding colombiano debe dar ese paso hacia el alto rendimiento”, dice.
El reto recae ahora en las instituciones como el Inder e Indeportes que tienen por delante un nuevo camino que se abre para cientos de jóvenes, con todas las implicaciones sociales positivas que conlleva orientar un joven en un proyecto de vida fundamentado en el deporte.
En el Inder lo saben y trabajan en ello a través de la estrategia Adrenalina. “Tenemos varios programas amarrados a esta estrategia y hay nuevas tendencias, dentro de estas hay 20 disciplinas y diez de ellas hacen parte de las escuelas de Adrenalina que hay ubicadas en todas las comunas”, explica Giovanny Ruiz, subdirector de Fomento Deportivo y Recreativo del Inder.
Algunas de las nuevas tendencias a las que hace referencia Ruiz son: biketrial, caopeira, freestyle freesbe, parkour, skate, street workout, slackline, stunt, kumndo, milsim, lacrosse, footbag, roller derby, escalada deportiva, BMX freestyle, y deporte con perros.
Según Giovanny lo que se busca es que “la gente no solamente vea los deportes tradicionales como una forma de estar incluidos dentro de estas dinámicas deportivas de la ciudad, sino que también puedan ver en todas las nuevas tendencias otras forma de trabajar temas de cultura ciudadana, de convivencia y que se sientan incluidos”.
Conscientes de la necesidad de potenciar el talento deportivo no sólo a través de escenarios sino de oportunidades, el Inder tiene “un plan de apoyos para la gente que está innovando y tiene nuevas ideas a partir de diferentes prácticas que vemos en la ciudad”, explica Ruiz.
Y así transcurren los días mientras en algún rincón de Medellín zumban las bicicletas y suenan las tablas contra la áspera superficie de las rampas. Para muchas personas son sonidos que se pierden entre la maraña de ruidos de la ciudad, mientras para otros son sonidos que anticipan nuevas experiencias por vivir.