El pasado viernes, la Fiscalía encontró en uno de los predios de la Universidad de Antioquia 761 kilos de pasta base de coca lista para salir del país por alguna de las dos costas que tiene Colombia. Según el rector de la Alma Máter el predio en donde se encontró la droga estaba alquilado a un particular desde el año 2002 para actividades de ganadería; es decir, en este momento no está bajo la responsabilidad administrativa de la Institución.
Este hecho me recordó lo sucedido en el año 2004 cuando las autoridades encontraron droga (16,5 kilos de heroína y 10 kilogramos de cocaína) en el buque ARC Escuela Gloria de la Armada Nacional Colombiana. En esa ocasión las distintas hipótesis apuntaban a un plan cuidadosamente planeado para desprestigiar a la Armada Nacional en su lucha contra el narcotráfico. Este hecho tuvo repercusiones nacionales e internacionales que afectaron el buen nombre y credibilidad del Ejercito Nacional.
Por más aclaraciones que realicen las directivas de la Universidad de Antioquia en el sentido de que el local en el que se encontró la pasta base de coca estaba arrendado a un tercero, desde hace más de diez años, quedará en el imaginario de los ciudadanos la noticia de que se incautó un cargamento de cocaína en predios de la UdeA. Por esta razón resulta importante la declaración realizada por los rectores de las principales universidades de Antioquia (Universidad Pontificia Bolivariana, Universidad de Medellín, Universidad Nacional de Colombia sede Medellín, Universidad EIA, Universidad CES, Corporación Universitaria Lasallista y Universidad Eafit) que inmediatamente se solidarizaron con la UdeA e invitaron “a los diferentes sectores de la sociedad a rodear a la Universidad de Antioquia en estos momentos para que continúe su labor de formar profesionales y ciudadanos íntegros que han dejado en alto el nombre de Colombia.”
Bienvenidas estas manifestaciones de respaldo por parte de las principales autoridades académicas de la región, a las que se deberían sumar los diferentes estamentos de la Alma Máter; no se puede ser indolente ante un hecho tan nefasto como el acaecido que menoscaba la imagen pública de la UdeA. En el comunicado emitido por la Institución el señor rector dice: “Hago un llamado a la comunidad universitaria y a la sociedad antioqueña para que salgamos en defensa de esta institución que es tan importante porque este tipo de hechos no pueden ocurrir en una institución de educación superior y mucho menos en la Alma Máter”.
A lo largo de más de doscientos años de existencia, la Alma Máter se ha constituido en el principal centro cultural y científico y el proyecto académico más importante de Colombia. Como lo expresó el rector de la Universidad de Eafit, Dr. Juan Luis Mejía, a propósito del video conmemorativo de los 210 años de la Institución, “…la Universidad de Antioquia está en el ADN del pueblo antioqueño. Cualquier ofensa que se le hace a la Universidad, es una ofensa que se le hace a la sociedad.” 
El caso en cuestión lo debemos asumir como una ofensa de las más grandes que se le hace a una sociedad y por esto es que los diferentes estamentos de la Alma Máter no pueden ser indiferentes; ya diferentes sectores de la sociedad se han pronunciado, falta que la comunidad universitaria lo haga. 

(*) Profesor Universidad de Antioquia