La Fundación Cardioinfantil abordó este tema debido a que este 6 de junio es el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados.
En Colombia 25.000 personas necesitan un trasplante de riñón, seguido de hígado, corazón, pulmón y páncreas. Sin embargo, la proporción de donantes en el país es una de las más bajas en el mundo; por cada millón de habitantes, solo siete realizan la donación de órganos, según la Fundación Cardioinfantil.
El panorama de la donación de órganos fue presentado este martes 6 de junio, día en el que se conmemora el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados. Para dicha fundicación, este balance es preocupante, ya que en países como España la relación es de 35 por cada millón de habitantes.
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Según el balance presentado por la entidad, esto afecta mucho las esperanzas de las personas que necesitan de la donación de órganos, ya que en promedio 54 personas pueden beneficiarse de un donante multiorgánico.
A pesar de que Colombia realizó uno de los primeros trasplantes en Latinoamérica, el cual fue uno de hígado realizado en 1978, la cultura de la donación de órganos ha venido retrocediendo, ya que según las cifras del FC “en 2012 eran 12 por millón de habitantes y en 2015 solo 7”.
“En el país el 10% de las personas se mueren en listas de espera. No se debe pensar en la donación como el ejercicio de ofrecer una parte de nuestro cuerpo para que alguien pueda vivir; sino en que la persona que dona el órgano ofrece todo su cuerpo para que una parte de nosotros pueda seguir viviendo, en el caso de donantes cadavéricos”, afirmó Gilberto Mejía, director del área de trasplantes de la Fundación CardioInfantil.
El doctor Mejía agregó que el mayor problema de falta de donantes se registra en la Costa, mientras que existe más cultura en el eje cafetero por su larga historia en la educación y el trasplante de órganos.
Debido a esta dismunición, dicha corporación de la salud decidió publicar los mitos más comunes en Colombia sobre la donación de órganos:
“Se despertó y le sacaron los órganos en una tina”
Falso: Los trasplantes solo se pueden hacer en grandes centros hospitalarios, no se pueden extraer órganos en un garaje o en una casa, en el país solo 24 están autorizados. El cuidado y la preservación del órgano es fundamental para garantizar que se pueda realizar el trasplante.
Por ejemplo, la conservación de un riñón es de 12 horas, la del hígado es de 8 y el del corazón y el pulmón es solo de 4.
“Hay muchas variables por las que estas historias no tienen ningún tipo de soporte médico. Hay que saber el grupo sanguíneo de la persona, el peso y realizar exámenes especiales para evitar el rechazo en el receptor”, aseguró Mejía.
“Existen mafias que le quitan los órganos a la gente y se los venden a extranjeros”
Falso: Para que un extranjero pueda recibir un trasplante debe vivir en Colombia y tener cédula de extranjería superior a dos años. Muchas personas necesitan trasplantes de manera inmediata por lo que extranjeros no contarían con el tiempo necesario para hacer parte de una lista de espera en nuestro país.
Las listas de espera se organizan teniendo en cuenta la mejor compatibilidad que se tenga entre el donante, el paciente y la urgencia con la que se necesita realizar el procedimiento” continúa Mejía.
Adicionalmente, todas las instituciones que realizan los procedimientos son auditadas de manera constante por el INS (Instituto Nacional de Salud).
El INS señala que “las leyes 73 de 1988 y 919 de 2004, así como el Decreto 2493 de 2004 tipifican como delito el tráfico, compra, venta o comercialización de componentes anatómicos humanos”.
“Devuelven a las personas irreconocibles luego de hacerles trasplantes”
Falso: Los cuerpos son intervenidos de manera tal que los familiares no noten diferencia alguna.
“Los cuerpos se devuelven a los familiares vestidos, lo que evita que las cicatrices sean visibles” confirmó Mejía.
En Colombia entre el 75% y el 80% de los cadáveres son cremados.
“Todos los donantes deben ser personas que murieron”
Falso: Existen donantes vivos. Esta práctica médica solo se realiza con aquellos pacientes que sean familiares directos de la persona afectada.
“Siempre lo que buscamos es proteger al donante. A lo largo de los años y a diferencia de lo que se cree se ha reducido el índice de complicaciones para el donante” afirmó Mejía.
“El acompañamiento es permanente y se le indica al donante vivo las posibles complicaciones de la donación dependiendo del órgano que se vaya a intervenir. Se estima que el 80% de los donantes vivos vuelven a ser socialmente productivos luego de superar el año de la intervención quirúrgica”, agregó.