Frente a las necesidades que se le ha presentado en las diferentes emergencias a la Cruz Roja, realizaron una gran inversión que incluye entrenamiento, adquisición de equipos y tecnología; y certificación por organismos internacionales.

Jorge Ignacio Zapata, miembro del área de Socorro de la Cruz Roja seccional Antioquia, explicó que con la renovación del parque automotor de la seccional se busca que los vehículos adquiridos cumplan con las condiciones técnicas necesarias que permitan el ingreso de personal profesional a lugares que geográficamente tienen difícil acceso para ser atendidos y evitar inconvenientes como en el accidente aéreo de La Unión, donde no todos los carros podían ingresar hasta la zona de la tragedia, por esta razón compraron dos ambulancias tipo TAB para fortalecer así su capacidad e incrementar su inventario a siete de estos vehículos. 

Asimismo, Zapata indicó que entre las nuevas tecnologías que compraron está un dron, el cual complementará el trabajo de búsqueda con el grupo canino, ya que hay sitios donde los perros no pueden entrar porque son de difícil acceso. En ese mismo sentido adquirieron GPS, “fundamentales a la hora de hacer las búsquedas rurales o para ubicar ciertos sitios de emergencia”, aseveró.

La dotación de las ambulancias incluye unos equipos tecnológicos que permiten estabilizar a las personas que presentan fallas cardíacas, y de este modo poder dar una respuesta más rápida ante estas eventualidades, “o sea todo es en función de tener a nuestros voluntarios con el mejor equipamiento y que no pase necesidades en el terreno”, puntualizó Zapata.

Para complementar toda esta tecnología van a realizar un proceso de formación y de entrenamiento para todo el personal y que estén actualizados con los nuevos equipos. Ese es un proyecto que se inició durante el 2016 y que está contemplado a tres años, contó con una inversión entre 1.500 y 2.000 millones de pesos, señaló. 

La Cruz Roja es todo un engranaje hacia la prevención, la respuesta y la recuperación, expresó Zapata que por esta razón cuando no están atendiendo ninguna emergencia están haciendo capacitación al personal para realizar campañas sociales, ayer, por ejemplo, estuvieron en la operación retorno haciendo monitoreo de las vías, pero además brindando educación vial hablándole al conductor sobre la importancia de descansar y cumplir con las normas de tránsito para garantizar un viaje tranquilo a quienes van con él, haciéndolo consciente de la responsabilidad que tiene con sus acompañantes.

Algunos de los recursos para realizar este proceso de fortalecimiento son dineros propios de la entidad, recaudados en los eventos de ciudad para los que son contratados y con el centro de capacitación. Adicionalmente reciben algunas donaciones, las que no siempre son dinero, por ejemplo, en ocasiones les abren espacios en obras que están construyendo para que el personal entrene, concluyó Zapata.

Un poco de historia

El 24 de junio de 1859 en Italia y en medio de un enfrentamiento de los ejércitos austriaco, francés y piamontés, Henry Dunant convenció a la población y lograron atender a los más de 40.000 hombres abandonados a su suerte. Tres años después escribió sus memorias, esa idea se materializó más tarde en lo que hoy se conoce mundialmente como la Cruz Roja. En Colombia, la historia de la Cruz Roja se remonta a la Guerra de los Mil Días, cuando un grupo de médicos abrazaron la misión de asistir a los cientos de heridos que quedaban a lo largo del campo de batalla, sin importar su afiliación política.

Posteriormente, los doctores Adriano Perdomo e Hipólito Machado impulsaron la idea que nació oficialmente el 30 de julio de 1915 en el Teatro Colón de Bogotá, bajo el postulado de que “todos somos seres humanos”.