Sí la competencia por las curules de Senado en Antioquia está muy emocionante, la disputa por los 17 escaños que le corresponden a esta región para la Cámara de Representantes, está de película.
Recordemos que el poder legislativo en Colombia es bicameral y mientras que el Senado es elegido nacionalmente votando en todo el país, las Cámaras son regionales y cada departamento tiene un cupo fijo de curules para esta corporación.
Aunque ya está prácticamente despejado el mosaico de candidatos favoritos a apoderarse de las 17 plazas en juego, hay dos incertidumbres que todavía no permiten vislumbran o aventurar el  resultado final.
La principal duda la origina la indefinición sobre la modalidad de lista que imperará para las elecciones del Senado y la Cámara, debido al debate legislativo que se adelanta al proyecto de reforma política y que propone un cambio sustancial a las listas de partidos para corporaciones públicas.
En los comicios nacionales del 2014 las listas fueron combinadas, o sea, con voto preferente (abiertas) y sin voto preferente (cerradas). Pero tras el acuerdo para desmovilizar a las Farc, al gobierno de Santos le dio por promover que sólo hayan listas cerradas y a partir de las elecciones de marzo del 2018.
La iniciativa en tal sentido marcha por la Cámara para segundo debate en su plenaria. De prosperar la lista cerrada cambiará mucho el panorama de la campaña para la elección de los 17 cupos de Cámara en Antioquia.
De los doce partidos que en la última elección compitieron por los 17 escaños, cinco de ellos lograron alcanzar representación o vocería legislativa.
El gran triunfador en marzo del 2014 fue el debutante Centro Democrático que conquistó seis curules mediante lista cerrada.
Sin embargo, es precisamente este partido el que ocasiona ahora la segunda incertidumbre en la actual campaña porque hasta ahora no se ha decidido qué tipo de lista se empleará para intentar conservar esas valiosas seis curules, debido al trámite de la Reforma Política en el Congreso.
Dentro del CD hubo una gran demanda de candidatos de aspirantes a ocupar los 17 renglones, para lo cual se adelantó un proceso previo de inscripción de candidaturas. En total se apuntaron 36 precandidatos.
De sus seis representantes por ahora se conoce que tres de ellos no aspirarán nuevamente a la cámara. Son Santiago Valencia y Regina Zuluaga, quienes hacen todo lo posible para ser opciones al Senado y Federico Hoyos.

Los otros partidos
Los uribistas sacaron en el 2014 casi los 362.000 votos muy lejos de los liberales que con sus casi 233.000 sufragantes consiguieron cuatro curules. La novedad para el 2018 es que dos de ellos, Iván Agudelo y Julián Bedoya se le medirán al Senado, mientras que John Jairo Roldán y Óscar Hurtado intentarán la reelección.
Si el Partido Liberal consigue mantener sus cuatro curules significaría toda una victoria, lo cual sería aún más exitosa si logran la quinta curul, pues además de los dos representantes hay nuevos candidatos con Julián Peinado, Juan Diego Echavarría y Carlos Mario Mejía, quienes agitarán la registradora liberal electoral en Antioquia.
El desafío conservador, en medio de los problemas que arrastra este partido, es conservar sus tres curules en la Cámara del 2014.
Sus tres actuales representantes Germán Blanco, Horacio Gallón y Nicolás Albeiro Echeverry volverán a competir en busca de la reelección, pero tendrán como gran rival la aspiración de Nidia Marcela Osorio, quien pasa de senadora a ser otra vez aspirante a la Cámara y con posibilidades de desbancar a uno de los actuales congresistas de ese partido en dicha corporación. Ahí se centrarán las emociones dentro del conservatismo antioqueño. ¿Quiénes serán los tres elegidos? Es el interrogante a resolver, porque sería toda una hecatombe azul sacar dos únicas curules.
Este partido sabe que hoy el principal lío electoral que tienen es el uribismo, que le sigue sustrayendo dirigentes y electores. Si el Centro Democrático gana su séptima curul de Cámara en Antioquia, es porque de pronto se la arrebató a sus socios ideológicos de centro derecha.
¿Cuál es la diferencia entre el uribismo y el conservatismo?, ya ni se sabe o no se ven sus fronteras de pensamiento.
Pero en votos hoy el CD supera ampliamente a los azules, a pesar que Antioquia ha sido un legendario vaticano conservador. Pero en este territorio actualmente hay más uribismo que conservatismo puro.
Entre tanto, dos partidos van por los mismos retos: sacar dos curules. Son el Partido de la U y Cambio Radical.
El muy aporreado partido de gobierno, o santista, tiene al frente la muy compleja y complicada tarea de mantener sus actuales dos casillas. En ello se deben concentrar los únicos dos jefes o líderes que le quedaron en esta región: Germán Darío Hoyos y Juan Felipe Lemos, quienes aspiraran al Senado. Ya se conoce que uno de los fuertes candidatos a la Cámara será el exalcalde dos veces de Girardota, Luis Fernando Ortiz.
Entre tanto, Cambio Radical, que sólo ha tenido un representante a la Cámara con el longevo congresista José Ignacio Mesa Betancur, tiene la meta de aumentar un escaño y para eso están diseñando una lista en la que aparecen nombres como los de Mauricio Parodi, Alex Flórez, Rober Bohórquez y Luis Echeverri entre otros, quienes aportarán sufragantes. Es posible que la candidatura presidencial de Germán Vargas también les dé una mano en las urnas.   
Para ello las listas de estos dos partidos deben superar los 170.000 votos.
Y el Polo, que en el 2014 recuperó la esquiva curul para la izquierda democrática en Antioquia, se la jugará toda el año entrante con su político más caracterizado como es el exdiputado Jorge Gómez Gallego, quien debuta en una elección nacional y tiene hasta la obligación de conservar la valiosa curul.
Para obtener una curul de Cámara en esta región se necesitarán en el 2018 unos 70.000 votos en la lista de un partido.

Las sorpresas
Los partidos que no participaron en el reparto de curules de Cámara en Antioquia en el 2014 fueron Los Verdes, Mira, ASI, Opción Ciudadana y UP.
Los verdes, con una mejor organización regional y  candidatos, y el fajardismo por su aspirante presidencial, toda una incógnita, podrían ser la sorpresa en los comicios de marzo próximo, en caso de lograr una curul, que le arrebatarían a alguno de los partidos favoritos.