Romper la barrera de los 100 millones de cajas exportadas fue el logro mayor de los productores afiliados a la Asociación de Bananeros de Colombia, Augura, en 2018, lo que les generó ingresos por US$ 868,7 millones y le permitió al país ubicarse en el cuarto lugar del escalafón mundial de países productores de la fruta detrás de Ecuador, Costa Rica y Guatemala.

En un año en el que el sector agrícola colombiano fue golpeado por los altos costos de producción, específicamente por el incremento en los insumos debido al elevado precio del dólar, los bananeros debieron afrontar, de manera particular, factores climáticos y la alta presencia de brisa en las regiones del Magdalena y el Urabá, pese a lo cual el sector creció un 3,52% en volumen de producción y un 2.63 % en el valor frente a lo exportado en 2017.

“Después de diez años el sector bananero puede dar el reporte de superar las 100 millones de cajas exportadas y más de US$ 850 millones que ayudan, no solamente al sector, a los empresarios y a los trabajadores, sino a mejorar la balanza comercial deficitaria que hoy tienen las exportaciones de Colombia”, dijo en diálogo con EL MUNDO el presidente del gremio, Juan Camilo Restrepo Gómez.

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“Creo que en la medida en que lleguen más divisas a nuestro territorio se dan mayores oportunidades a la gente, y en la medida en que se dan mayores oportunidades a la gente, mejoramos los indicadores sociales de las zonas donde tenemos asiento”, enfatizó.

En el informe presentado por el directivo a los bananeros reunidos en el auditorio de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, se resaltó el aumentó en las áreas cultivadas, entre plantaciones nuevas y renovadas, para totalizar 50.685 hectáreas de banano, 1.378 hectáreas más con respecto a 2017, gracias a lo cual el banano se mantiene como el tercer renglón de las exportaciones del agro en Colombia, después del café y las flores.

Refirió también que la Unión Europea permanece como el principal destino de la fruta con el 65% de las exportaciones, mientras el Reino Unido y los Estados Unidos representan cada uno el 17% del mercado.

Sin embargo, el hecho más significativo de la Asamblea fue la oficialización de la renuncia de Restrepo Gómez después de cuatro años y medio como presidente del gremio, para lanzarse a la arena política.

“Es fundamental, para ejercer liderazgo, ser atrevido y ver los momentos de desarrollo social, económico y político de una sociedad, en este caso de Antioquia. En términos de procedimiento hablaremos de ello a partir del 22 de abril, fecha en la cual se hace efectiva la renuncia”, le dijo Restrepo Gómez a EL MUNDO y añadió que en esta ocasión quiso aprovechar su última Asamblea como presidente para “hacer un informe y que nuestra Asamblea aceptara la renuncia”.

“A partir del 22 de abril vamos a enamorar a los antioqueños y nos vamos a ganar su confianza” porque “Antioquia requiere liderazgos, una jefatura que pueda unir la clase empresarial con la clase política a partir de la defensa de la institucionalidad”, expresó.

Los retos que quedan

En 2018 Augura le entregó al presidente Iván Duque una hoja de ruta para Urabá, elaborada con las fuerzas vivas de la región, con el propósito de generar un trabajo articulado entre las entidades públicas, la empresa privada y la comunidad. En ella, se contemplaba el proyecto del Distrito de Adecuación de Tierras para Urabá que queda como el principal reto para el entrante presidente del gremio.

Sobre dicha iniciativa, Juan Camilo Restrepo le dijo a EL MUNDO que lo deja “entregando ya los estudios de factibilidad por parte de EPM a la Agencia de Desarrollo Rural” y explicó que, lo siguiente, es “conseguir los recursos para los estudios de ingeniería de precisión, para que en los próximos años podamos tener una obra que le va a generar diversificación a la economía de Urabá, le va a ayudar a aumentar la productividad al sector bananero, pero además le va a mejorar la prestación de los servicios públicos domiciliarios a más de 650.000 personas que viven en Urabá y que al cabo de cinco o seis años van a superar el millón de habitantes”.

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Respecto a este tema, el secretario de Agricultura de Antioquia, Jaime Garzón Araque, quien asistió en representación del gobernador Luis Pérez Gutiérrez, dijo que el departamento está trabajando “para que iniciemos el proceso de la ingeniería de detalle”.

“No me queda duda de que este distrito es necesario para el departamento, no solo por el banano y el plátano, sino también para otros productos”, manifestó y finalizó señalando que “si logramos mejorar la productividad, Antioquia será otra”.

Frente al reto de la productividad, la Asamblea de Augura aprobó en su reunión aumentar paulatinamente su contribución a Cenibanano, con el fin de que la entidad encargada de la investigación pueda expandir su campo de acción en beneficio de los productores.

Dicha contribución pasará de los actuales 0,6 centavos de dólar por caja exportada hasta los 1,5 centavos de dólar por caja, en cinco años, lo que permitirá que el presupuesto de la entidad crezca, a su vez, de los $1.000 millones actuales hasta los $2.900 millones, gracias a lo cual el personal dedicado a investigación se duplicará, así como las áreas de trabajo tanto propias como mediante convenios con universidades tales como Eafit, la UdeA y el Centro de Investigaciones Biológicas.

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“Uno en lo público y en lo privado tiene que ganar confianza, y en la medida en que uno se gana la confianza la gente se siente tranquila y lo que produce esto es que se aprueben proyectos”, dijo Restrepo Gómez sobre la acogida que tuvo esta propuesta entre los productores bananeros.

Sobre otros aspectos, el todavía presidente de Augura señaló que “2019 será fundamental para avanzar en la implementación de un sello país o de denominación de origen, estrategia comercial que permitirá la consolidación de los mercados actuales y la búsqueda de nuevos destinos”.

Adicionalmente, anunció que, como cada dos años, “realizaremos la Convención Colectiva, entendiendo además que nuestros trabajadores son el corazón de la industria, y que el sector bananero es una de las fuentes principales de empleo en las regiones de Urabá y Magdalena”.

El dirigente destacó que Augura seguirá trabajando en proyectos que le apuestan al cuidado y sostenibilidad del medio ambiente y a la capacitación de los pequeños y medianos productores. “En los últimos 20 años, los productores y comercializadoras, por medio de estas entidades de carácter social, han invertido $580 mil millones de pesos”, señaló.

Gratitud con Restrepo

Antes de finalizar la Asamblea, el gremio bananero hizo un reconocimiento al aporte de Juan Camilo Restrepo Gómez durante los cuatro años y medio que estuvo en Augura.

De hecho, Jaime Henríquez Gallo, presidente de la Junta Directiva de la asociación, relató a la Asamblea cómo fue que Restrepo llegó al gremio. Según su relato, fue él quien conoció al hoy saliente presidente cuando era viceministro del Interior en el gobierno anterior gracias a una cita que el ministro le canceló. A decir de Henríquez Gallo, Restrepo le “solucionó en dos horas” los requerimientos que llevaba y desde entonces tuvo la idea de llevarlo a trabajar con los bananeros.

“Hace cuatro años y medio, cuando asumí la presidencia de Augura, muchas voces negativas me cuestionaban; después de cuatro años y medio me voy lleno de  fortaleza y estoy convencido de que no me equivoqué”, resaltó Restrepo Gómez.

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“Me voy entendiendo que la mejor  alianza público-privada que hay en el Magdalena y en el Urabá y en el campo colombiano es Augura; Augura tiene unas condiciones y unos ingredientes que ningún otro sector agropecuario o privado tiene: tiene productores, comercializadores, su base social con las cooperativas en el Magdalena y con los trabajadores afiliados a Sintrainagro en el Urabá, tiene una ubicación territorial privilegiada, tiene unas condiciones de biodiversidad, tiene su gente trabajadora, echada para adelante que le apuesta a los desarrollos territoriales; en términos de muchacho diría que Augura es una nota y el sector bananero es un ejemplo a seguir”, expuso en su diálogo con EL MUNDO.

Y finalizó señalando como su mayor satisfacción que “cuando una persona consume banano colombiano en la Unión Europea o en Estados Unidos, consume un fruto que simboliza esperanza y prosperidad”.