Amanece en Bogotá y los 10 grados centígrados de temperatura parecen desafiar a unos 22.000 jóvenes colombianos que desde la madrugada hacen fila para entrar a la Plaza de Bolívar, corazón político del país, para escuchar al papa Francisco como si se tratara de una estrella musical.

Al lugar, en pleno centro de la ciudad, comenzaron a llegar desde las 3.00 hora local (8.00 GMT), sin importar el sueño ni el cansancio de la jornada anterior, en la que recibieron al obispo de Roma a su llegada a la ciudad para una visita de cinco días a Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena. "Dios está aquí, que hermoso es. Él lo prometió donde hay dos o tres", corean frenéticamente los muchachos con los primeros rayos del sol a la espera del pontífice, que se dará a media mañana.

El ambiente es más de concierto musical que de acto religioso entre estos jóvenes que poco a poco se fueron instalando en la plaza, flanqueada por algunas de las principales instituciones del país. La Plaza de Bolívar tiene en el costado sur el Capitolio Nacional, sede del Congreso de la República, y en el norte el Palacio de Justicia. En el lado este de la plaza están la Casa del Cabildo Eclesiástico y la Catedral Primada, donde este jueves el pontífice rezará una oración frente al lienzo de Nuestra Señora de Chiquinquirá, patrona de Colombia.

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Después de esa oración se asomará al balcón del Palacio Arzobispal para saludar y bendecir a la multitud de jóvenes. Finalmente, en el oeste está el Palacio Liévano, sede de la Alcaldía Mayor de Bogotá, cuyo titular, Enrique Peñalosa, entregará este jueves las llaves de la ciudad al papa.

Para los reunidos en la plaza la actividad en la que participarán es la cumbre de una preparación de varios días, que incluyó talleres y charlas, y en la que esperan escuchar las palabras de aliento del papa, que ayer ya dedicó unas frases de aliento a la juventud. "Gracias por la valentía, gracias por el coraje. No se dejen robar la alegría. Que nadie los engañe, no se dejen robar la esperanza", dijo Francisco anoche en la Nunciatura Apostólica.

Por ello, el universitario Juan Alberto Gómez, uno de los que madrugó a ver al papa, considera que la guía que les dará a quienes representan el futuro de Colombia será "clave para la construcción de un país más equitativo y en el que el perdón marque la agenda de vida de los ciudadanos". También, la estudiante de secundaria Catalina Mora cree que el pontífice, "moderno de pensamiento como es", ayudará a los jóvenes a "establecer la reconciliación como una prioridad para la existencia misma", más en un país como Colombia que ha pasado el estigma del conflicto armado de generación en generación.