*Lina Castañeda Tabares

Especial para EL MUNDO

Hace unos días, la profesora de artes Mónica Viviana Toro, les leyó el mito del caballo de Troya a sus estudiantes de Progresar, institución que trabaja con niños y adultos en situación de discapacidad cognitiva, y les pidió que dibujaran ese caballo que imaginaron al escucharla.

Daniel Jaramillo, estudiante de 26 años, dibujó un caballo hecho de madera multicolor, con los remaches de los clavos de un café intenso, casi negro. Para Daniel, las palabras no son solo palabras, sino también colores y formas, por eso estas historias se convierten junto a él en trazos con marcador negro o en figuras pintadas de azul, verde o plateado.

“A ellos les gusta que uno les lea, pues muchos no lo saben hacer, y gracias a la lectura ellos empiezan a imaginar, a retener escenas y personajes”, dice Mónica, quien encontró en la literatura una forma de halar los hilos de la creatividad de sus estudiantes, de hacerlos habitar el mundo de las historias y las ideas.

Un mundo que los llevará, este próximo miércoles 13 de septiembre, por los senderos del Jardín Botánico, cuando la profesora Mónica y Verónica Vélez, directora de la Institución, acompañen a un grupo de 40 chicos a la Jornada Accesible de la Fiesta del Libro y la Cultura.

La Jornada Accesible es un componente de la Fiesta del Libro que tiene como objetivo generar un escenario de inclusión para las personas en situación de discapacidad, pues si bien este evento cuenta con las condiciones y disposición para recibir a todo tipo de público durante todos sus días, en esta jornada la prioridad son las personas en condición de discapacidad.

Ana María Tobón, integrante del equipo de Plan Ciudadano de Lectura, Escritura y Oralidad de Medellín, dice que el propósito de esta Jornada es también “generar un componente de sensibilización importante, para que los visitantes de la Fiesta comprendan que en esta ciudad habitamos todos sin importar cómo seamos ni qué condición poseamos”.

Daniel sigue dibujando, ahora una bicicleta con margaritas sobre un fondo amarillo. Y la profesora Mónica, mientras lo observa en su tarea, afirma que ese espacio de inclusión que es Jornada Accesible es muy importante para ellos. “Les ayuda a ampliar su mundo, que a veces es tan cerrado. Entonces a la hora de pintar van a tener otras ideas que los enriquecen, a la hora de danzar van a tener otras nociones del mundo, van a escuchar otras propuestas”.

Una Fiesta para todos

En 2010 a Nelson Pérez, promotor de lectura de Comfenalco, lo desvelaban dos preguntas: ¿cómo llevar las actividades que realizaba con público en situación de discapacidad a la Fiesta del Libro y la Cultura? y ¿cómo regalarles un espacio de ciudad donde ellos pudieran participar activamente?

Ese año, abrazado a la convicción de que las personas en situación de discapacidad son creativas y excelentes lectoras, lanzó la idea. “Comfenalco me apoyó y ese año programé en el Bibliocirco un montón de actividades el miércoles de Fiesta, desde las 9:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde”, cuenta Nelson.

Desde hace siete años, Nelson y el equipo de Comfenalco, piensan en actividades que no solo los oyentes o videntes puedan disfrutar, sino también aquellos que usan otros sentidos para leer el mundo. Esta iniciativa contagió a las demás instituciones que participan en Jardín Lectura Viva, la zona de fomento a la lectura la escritura y la oralidad de la Fiesta del Libro. Así, desde hace cuatro años, los miércoles de la Fiesta del Libro y la Cultura son el día de la Jornada Accesible. Un día en el que las más de 30 carpas que hacen parte de Jardín Lectura Viva tienen toda su programación enfocada en el público en situación de discapacidad.

Para Mariana Arrubla, coordinadora de Fomento a la Lectura de los Eventos del Libro, esta Jornada representa el esfuerzo por incentivar la lectura en aquellas personas a las que no les es tan fácil leer o leen de una manera diferente: “ese día es muy bonito, hay charlas académicas alrededor de esos temas: cómo leer cuando no se ve, cuando no se escucha o cuando se tiene una discapacidad cognitiva. También en la programación artística gestionamos un espacio para que las personas en situación de discapacidad puedan mostrar sus talentos”.

Este año, conscientes de que el espacio de la Fiesta es para todos, habrá guías especiales, actividades, intérpretes en lengua de señas y espacios accesibles durante todos los días. “En Fiesta tenemos dos componentes importantes: hacemos una versión corta del Cuentico Amarillo y la sacamos en braille, para que las personas que no pueden ver puedan leerlo. Y además, todos los días a las cinco de la tarde y en diferentes lugares de la Fiesta, vamos a hacer lectura e interpretación del Cuentico Amarillo en lengua de señas”, añade Mariana.

Salomé Arredondo será una de las intérpretes que acompañará los eventos de la Fiesta del Libro y la Cultura y que, con el lenguaje a veces fuerte y a veces sutil de sus manos y las expresiones de su rostro, dará vida a las aventuras de Tom Sóyer, mucho culicagao, el Cuentico Amarillo de este año.

Salomé dice que, más que traductores, los intérpretes son clarificadores de la información y defensores de las personas sordas: “lo bonito de esta Fiesta es que sordos y oyentes vamos a compartir un mismo lugar, para entender que las personas en situación de discapacidad necesitan más espacios de ciudad y para concientizarnos de que existen lenguajes muy ricos que no conocemos”

La emoción

A Andrés Vargas, estudiante de 46 años de la Institución Progresar, lo que más le gusta de asistir a la Fiesta son las actividades donde les leen cuentos. Los ojos de Andrés convierten las historias que escucha en fotografías, en imágenes que retratan la cotidianidad de sus compañeros de Progresar.

Sus autores favoritos son Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa. “Como yo soy buen lector y cinéfilo, me he visto las películas de Crónica de una muerte anunciada. También me vi El amor en los tiempos del cólera”, dice Andrés sonriendo, mientras fija la mirada en el computador donde la profesora Mónica le está enseñando a utilizar Photoshop.

Andrés, Daniel y otros de sus compañeros de Progresar están a la espera de lo que será la Jornada Accesible de este año. Y para Nelson Pérez, esa emoción e ilusión expectante encarna el espíritu de Jornada Accesible: “es un espacio para demostrarles que ellos no son los únicos, que hay un montón de personas que tienen las mismas condiciones que ellos. Al final, los que se acercan a dar las gracias son las personas en situación de discapacidad y ellos saben dar unos abrazos maravillosos”.