No se podrá, pues, descartar la reforma a la justicia, ya que muy necesaria es.
Para implementar la jurisdicción, llamada de la paz, son temas importancia vital: la lucha contra la corrupción, la formación profesional de los abogados – nuestros colegas- y la reforma a la justicia, entre otros.
Es procedente anticipar que, el pasado mes de marzo, la Asociación Nacional de Funcionarios Judiciales, anunció que los juzgados de ejecución, se declararán en “asamblea permanente”, en protesta por la sobrecarga laboral incrementada, debida a la tramitación de indultos y amnistías, solicitadas por los guerrilleros de las Farc, que originaron la inclusión de dos normas, como ingredientes nuevos para la descongestión judicial.
El Dr. Enrique Gil B, ministro de Justicia y del Derecho, dijo para Ámbito Jurídico del 2 de Abril, “El procedimiento penal abreviado será la herramienta para agilizar el procedimiento del sistema. Gran parte de víctimas de los denominados delitos ‘menores’, no los denuncian, fruto de las ritualidades del proceso ordinario, por lo que se busca evitar la impunidad en torno a esos delitos. Adicionalmente, los ‘menores’ que se enuncian en el artículo 74 del Código de Procedimiento Penal –también denominados querellables-, como el hurto, lesiones personales, inasistencia alimentaria, estafa, abuso de confianza, injuria y daño en cosa ajena y lesiones personales, llegan a ser casi, el 70% el total d casos que conoce la l Fiscalía”.
Y agrega: “El Gobierno sigue en su lucha contra la corrupción y tiene una hoja de ruta definida para este año”. Y bien por el presidente Daniel Santos P, que firmó la Declaración por un Estado abierto, concertada con la sociedad civil, para que las Ramas del Poder Público, cumplan estándares mínimos en transparencia, acceso a la información y otros datos y, sancionó el Código de Ética Disciplinario del congresista. Y valga registrar que, en enero se modificó el régimen de contratación con entidades sin ánimo de lucro, para frenar abusos en contrataciones directas…
No se podrá, pues, descartar la reforma a la justicia, ya que muy necesaria es. Y, por ello, creó la Misión Justicia. Además, se debe tener en cuenta que el “período del gobierno” es corto y del trámite en ese tiempo, también y esperar los resultados de la Misión, ibídem.
De acuerdo con el columnista Javier Tamayo J: “Deseamos un Acuerdo de Paz sincero, consensuado con todas las fuerzas políticas de país, para que de dicho consenso, surja la legitimidad. No importa que a las guerrillas se les perdonen sus delitos, siempre y cuando el perdón sea para todos los actores del conflicto”. ¡Salvemos la democracia!
“En una democracia nadie, no importa cuán poderoso sea: puede tener derecho a no ser insultado u ofendido. Ese principio cuenta con una particular importancia en una nación que lucha por alcanzar mayores grados de justicia social y étnica”.
Hay voluntad y optimismo en los colombianos: ha de estar pronto el adorado sueño de la paz y la disfrutemos, constructivamente, por “siglos de los siglos”. Amén.