La actuación del Banco de la República, aumentando las tasas de interés de referencia a lo largo del año, contribuyó al freno de los precios.
La inflación de 2016 terminó en 5,75% después del siempre esperado repunte de precios de diciembre que llegó a 0,42, donde el grupo con la mayor variación mensual fue el de diversión con 1,17%. De esta forma el indicador termina el año por encima de la meta fijada por el Banco de la República de 2-4%, pero dentro de un buen rango si se toma en cuenta que la economía debió sortear el fuerte impacto del más fuerte fenómeno de El Niño que ha enfrentado el país así como el paro camionero más largo de la historia colombiana reciente.
A finales de 2015 la inflación no hacía prever un buen 2016 dado que ya se sentían los efectos de El Niño y la devaluación del peso, lo que hizo que el año que acaba de pasar no empezara bien. La inflación de enero (1,29%) fue la más alta para el primer mes desde hace 17 años, es decir, desde 1999 cuando fue de 2,21%.
El Índice de Precios al Consumidor de enero dobló la de enero 2015, cuando fue de 0,64%. En marzo la variación del IPC alcanzó 0,94% en comparación con el mismo mes del año pasado, con lo cual no sólo superó al indicador de 2015 que fue 0,59% sino que incluso sobrepasó la expectativa de los analistas que giraba alrededor de 0,70% e hizo llegar a la inflación trimestral a 3,55%, sobrepasando la del 2015 que estuvo en 2,40%. Sin embargo, respecto a enero, los meses de febrero y marzo fueron levemente más bajos.
Según el Dane, el grupo de gasto que registró la mayor variación fue alimentos con 5,98% mientras que en contraste la menor se registró en diversión (1,14%).
Abril y mayo serían testigos de una estabilización de indicador, dado que en el cuarto mes del año el IPC fue 0,50%, y en el quinto subió levemente a 0,51%.
Sin embargo, dado el fin del fenómeno de El Niño, los precios de los alimentos, aunque no dejaron de aumentar, cada vez lo hacían con menor fuerza, llegando a 0,46% en mayo, en lo que constituyó su menor crecimiento en lo que iba de año.
Junio, con una inflación de 0,48%, presagiaría que la baja seguiría para el segundo semestre, pero vendría el paro camionero y frenaría la expectativa positiva.
Paro camionero
El paro fue responsable del encarecimiento de los alimentos en 1,1% lo que a la postre hizo que la inflación registrase un aumento con respecto a junio al marcar 0,52%.
Superado el paro, los meses de agosto, septiembre y octubre registraron números negativos, es decir, de desaceleración en los precios, dada la sobreoferta de alimentos y que se comparaban con los mismos meses del 2015 que fueron más inflacionarios.
El IPC de noviembre fue 0,11%, rompiendo la racha de los tres meses negativos, pero sin alterar la tendencia a la baja que ya registraban los precios.
Giovanni Montoya Aldawe, economista y director de contenidos del Grupo Ágora, consultado en aquella oportunidad explicaba: “En el ámbito nacional y examinando la cifra de los doce meses corridos, las presiones sobre los precios ya no están proviniendo tanto del sector alimentos y es el rubro ‘otros gastos’ el que está empezando a tomar fuerza, lo que da cierta tranquilidad si se observan las cifras de los meses anteriores”.
Considera el economista que todo lo anterior permite pensar que este año Colombia pueda volver a la senda de inflación de entre 2 y 4% a partir del segundo trimestre. El equipo de Análisis Económico de Bancolombia coincide con Montoya Aldawe y señala: “Consideramos que la regularización de la oferta de alimentos, el menor ritmo de actividad productiva y el efecto base (la inflación de final de año se estaba comparando con un período de 2015 que no fue tan bajo) seguirán promoviendo la desaceleración anual de los precios”.