El sumo pontífce expresó en la carta que pensó con mucha frecuencia en él y sus compañeros heridos que lucharon a favor de su pueblo.
Tras su visita por Colombia desde el 6 hasta el 10 de septiembre, el papa Francisco volvió a su atención al país, cuando envió una carta este jueves al infante de Marina Edwin Restrepo Restrepo, en agradecimiento por la gorra que este uniformado le regaló durante su visita a Villavicencio, por la cual le manifestó que no olvidará ese gesto, que representó para él un símbolo de entrega y amor a la patria.
Restrepo, quien hace trece años perdió parte de sus extremidades y su visión en un campo minado cuando realizaba una operación de registro y control en Bolívar, es uno de los 7.025 miembros de la Fuerza Pública que han sido víctimas de estos artefactos explosivos en el país.
Durante la visita apostólica del papa Francisco, antes de su partida a la ciudad de Villavicencio; en un encuentro con miembros de las Fuerzas Armadas, que se dieron cita en el Aeropuerto de Catam, el sumo pontífice le entregó un santo rosario, y Restrepo le regaló su gorra de soldado.
En la carta, el santo padre dio cuenta de esto y manifestó que “ese gesto me tocó el corazón, y no entregué su gorra de soldado a mi asistente (como suelo hacerlo con las cosas que me dan) sino que quise llevarla conmigo, como recuerdo y símbolo de entrega y amor a la patria”.
Francisco continuó con la descripción de su experiencia en la epístola: “Esa gorra me acompañó durante el viaje; con frecuencia pensaba en usted y en tantos compañeros suyos heridos por haber luchado en favor de su pueblo. No pude desprenderme de ella y la puse (junto a la foto y a la noticia que salió en L´observatore Romano), junto a la imagen de la Virgen, sobre el altarcito que tengo en mi estudio y delante del cual rezo con frecuencia. Así, cada vez que rezo allí, lo hago por Usted, por sus compañeros caídos y heridos y por Colombia. (...) Y, por favor, le pido que no se olvide de rezar por mi”.