1.450 representantes de algunos pueblos ancestrales del país hicieron calle de honor al papa Francisco a su entrada a la misa campal de Villavicencio.
El papa Francisco tuvo un bonito recibimiento indígena, con saludos y regalos de las diferentes tribus de Colombia, a su llegada al recinto de Catama, en Villavicencio, para celebrar una misa por la reconciliación y la beatificación de dos religiosos mártires del país. Con más de media hora de retraso, entre otras cosas, por la multitud de personas que se agolparon en la carretera por la que pasó el papa, este llegó a la zona de la sacristía de Catama.
Allí fue recibido por la "guardia indígena", formada por miembros de varias comunidades venidas de diferentes partes de Colombia que le formaron una calle de honor. Esa organización está compuesta exclusivamente por miembros de pueblos aborígenes y ejerce su autoridad en sus territorios, muchos de ellos duramente afectados por el conflicto, sin armas. Sólo utilizan unos bastones de autoridad decorados con ornamentos tradicionales y con ellos hacen valer su palabra. Con esos bastones, hicieron la calle de honor al obispo de Roma.
En uno de los momentos más emocionantes, el papa abrazó y besó a varios niños indígenas. Como regalo recibió un collar de los nativos y un sombrero vueltiao, símbolo cultural de Colombia, que no dudó en ponerse. El sombrero vueltiao es típico de la costa atlántica colombiana, en especial de las sabanas de Bolívar, Córdoba y Sucre, y se fabrica con una fibra natural llamada caña flecha.
Hace exactos trece años, el 8 de septiembre de 2004, una ley de la República lo elevó a la categoría de "Símbolo Cultural de la Nación" y se ordenó su inclusión en alguno de los billetes colombianos. En la nueva familia de billetes de 20.000 pesos, lanzada el año pasado, el sombrero vueltiao está en el reverso, junto con los canales de La Mojana, región de Sucre.
Tras recibir los obsequios, el papa caminó abrazado a dos indígenas adultos que usaban penachos en dirección a la sacristía, usando el sombrero y el collar. Desde su llegada a Colombia, Francisco ha subrayado la necesidad de defender a las comunidades indígenas, un tesoro para la diversidad cultural del país. Miembros de estas comunidades estarán también presentes en el acto de reconciliación que presidirá el papa tras el almuerzo en el parque de Las Malocas.