India es el cuarto país del mundo con más kilometros ferroviarios, este tipo de siniestros son habituales en ese territorio.
India sufrió este sábado una nueva tragedia ferroviaria, la segunda en lo que va de año, que se cobró, al menos, 23 vidas y dejó decenas de heridos, solo seis meses después de que 39 personas murieran en otro descarrilamiento.
El accidente se produjo en el norteño Estado de Uttar Pradesh, cuando pasadas las 5:30 p. m. hora local el expreso 18.477 de Utkal Express se salió de la vía, en un aparatoso siniestro, a la altura de la localidad de Muzaffarnagar.
A menos de 100 kilómetros de su destino y tras haber cruzado buena parte del país desde la ciudad oriental de Puri, diez de sus vagones descarrilaron, según confirmó el Ministerio de Ferrocarriles.
El siniestro dejó varios vagones montados encima de otros, volcados o constreñidos en un amasijo de hierros, por lo que las labores de rescate se prolongaron durante cerca de 5 horas. En ellas participaron varios equipos de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF, en inglés), además de voluntarios y miembros de otros departamentos de socorro.
"Las operaciones de rescate han sido completadas, todos los heridos han sido trasladados al hospital. Ahora comenzará el trabajo de reconstrucción", anunció en su cuenta de Twitter el ministro de Ferrocarriles, Suresh Prabhu, al filo de las 11:00 p. m. hora local. La Policía de Uttar Pradesh confirmó, en un comunicado, la muerte de, al menos, 23 de los pasajeros del tren, en cuyo descarrilamiento resultaron heridas otras 40 personas.
Para los que no sufrieron daños pero quedaron atrapados en Muzaffarnagar sin medio de transporte en el que dirigirse a sus casas, las autoridades pusieron también a su disposición varios autobuses. El siniestro afectó al tránsito de decenas de trenes, con varios de ellos cancelados o desviados.
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En lo que va del año, la mayor tragedia ferroviaria se produjo en la sureña Andhra Pradesh, donde hace casi seis meses un descarrilamiento se saldó con 39 muertos y 50 heridos.
Sin embargo, el Estado de Uttar Pradesh, donde tuvo lugar el accidente de este sábado, fue también el escenario de la tragedia con más muertos acontecida hace menos de un año: 146 personas murieron y más de 200 resultaron heridas el pasado noviembre, en un accidente de tal calibre que las labores de rescate se prolongaron cerca de 40 horas.
La misma zona de ese estado, Kanpur, sufrió un nuevo descarrilamiento apenas un mes más tarde, sumando otros 61 heridos a la lista de víctimas del ferrocarril indio en 2016. Los descarrilamientos y, sobre todo, los choques entre trenes y con otros vehículos son muy habituales en la India, el cuarto país del mundo con más kilómetros de vía, por las que viajan a diario cerca de 23 millones de personas.
Según un informe del Buró Nacional de Registro de Crímenes (NCRB) de la India, en 2014 se produjeron 28.360 accidentes relacionados con la red ferroviaria del país, en los que murieron 25.006 personas. Este sábado se levantó pesar en buena parte del Gobierno, con diferentes ministros que expresaron sus condolencias en Twitter, al igual que hicieron líderes de la oposición y ciudadanos de a pie.
"Extremadamente dolido por el descarrilamiento del Utkal Express en Muzaffarnagar. Mis pensamientos están con las familias de los fallecidos, deseo a los heridos una rápida recuperación", apuntó el primer ministro indio, Narendra Modi. También el presidente del país, Ram Nath Kovind, se mostró "triste" por la pérdida de vidas por medio de su cuenta de Twitter, donde aseguró los heridos estaban recibiendo "asistencia".
La red ferroviaria india, con 65.000 kilómetros de recorrido, es la cuarta más larga del mundo, detrás de Estados Unidos, Rusia y China, y cuenta con 1,3 millones de empleados y 12.500 trenes que transportan a diario a unos 23 millones de pasajeros.