El pasado 23 de junio se presentó un incendio a las 3:21 p.m. que afectó a la central hidroeléctrica Playas, situada entre los municipios de San Rafael y San Carlos (Antioquia). Ante esta situación, Empresas Públicas de Medellín (EPM) actuó de inmediato y logró controlar el fuego en compañía de los bomberos del Departamento Administrativo De Prevención De Desastres (Dapard) y entidades competentes. Sin embargo, al conocer los primeros resultados de la investigación, con el fin de determinar la causa raíz, se halló que este fue debido a una falla en los equipos.

Según Jorge Londoño de la Cuesta, gerente general de EPM, a pesar de que se continúa el proceso investigativo, ya descartaron algunas hipótesis: "Estamos con todas las hipótesis sobre la mesa, pero se van descartando paulatinamente. Hemos descartado hasta el momento sabotaje o mano criminal, tampoco existen problemas de mantenimiento", por lo que concretamente identificaron como posibles causas "fallas en un material interno de los bujes. En la terminal de conexión de los cables de potencia, un elemento que venía sufriendo un desgaste pudo ser el que originó el cortocircuito que produjo la explosión y el incendio", señaló.

De acuerdo con las investigaciones de los expertos internos y externos, se originó una explosión en una de las terminales eléctricas de salida del transformador número 3, que ocasionó que se expandiera el fuego rápidamente a otros equipos al interior de la casa de máquinas.

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Al respecto, el directivo explicó que las pruebas recogidas por el equipo que investiga la causa raíz del incidente, señalan que en los nueve terminales (tres por cada transformador) que conectan los tres transformadores a los cables de potencia, se venían presentando pequeños cortocircuitos, que al entrar en contacto con el aceite que rodea la salida del transformador, habrían generado la explosión.

“Destacamos que no hubo víctimas y el incidente no afecta los compromisos de la empresa ni impacta significativamente sus finanzas, pues estamos cubiertos a través de nuestro seguro. Y también que los resultados de las investigaciones, no ponen en duda la rigurosidad del mantenimiento que se realiza en EPM ni la idoneidad del personal que lo ejecuta”, sostuvo Londoño de la Cuesta. 

Falla de materiales y equipos 

Londoño De la Cuesta confirmó que las evidencias apuntan hacia una falla de materiales y equipos ocurrida durante la operación de la central. “El transformador en el que se presentó el incidente había cumplido todas sus pruebas y fue energizado el jueves 22 de junio al mediodía. La central operó de manera normal, y al día siguiente, a las 3:21 p.m., se presentó la explosión. Se investiga por qué se presentaron estas fallas en los terminales, los cuales fueron cambiados en enero de este año". 

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Por el momento los expertos de la empresa y de la firma aseguradora, continúan con la investigación sobre la razón por la cual se presentó el corto circuito en ese punto, y por qué la protección del sistema contra incendio no alcanzó a contener el incidente en la celda del transformador número 3. 

Limpieza y restablecimiento de la operación 

De manera paralela a la identificación de las causas que originaron la conflagración, EPM continúa con la limpieza de las instalaciones del tercer nivel de la casa de máquinas, ubicada a 190 metros bajo tierra, donde se presentó la conflagración. También adelanta la evaluación de las estructuras de concreto, de tal modo que no se ponga en riesgo la integridad de los trabajadores que laboran allí.

La labor de limpieza continuará por unas semanas más y mientras tanto se adelantan las gestiones necesarias para el restablecimiento de la operación de la central, que se realizará de manera gradual adecuando tres transformadores de propiedad del Grupo EPM que se evalúan en la actualidad.
 
“Estimamos que la primera de las tres unidades estará operando a mediados de septiembre de este año, si no se presentan inconvenientes”, concluyó Londoño De la Cuesta y añadió que el impacto económico por el cual atravesarían debido al incidente rondaría los $10.000 millones, aunque no pondría en riesgo la sostenibilidad de la empresa.