La muerte de la veterana actriz Debbie Reynolds de 84 años, apenas 24 horas después del de su hija, Carrie Fisher, es "demasiado dura de asumir" para las estrellas de Hollywood, quienes han manifestado su dolor en las redes sociales.

Decenas de imágenes de las dos actrices juntas, vídeos de momentos íntimos y de entrevistas conjuntas, inundaron las redes sociales tras conocerse la noticia.

Una de las primeras en reaccionar fue la actriz Bette Midler, quien calificó a Reynolds de "maravillosa, con gran talento y devota de su oficio" y aseguró que su muerte, tras la de su hija, "es demasiado dura de asumir".

"Cruel cruel año" fue el rotundo y breve mensaje que tuiteó Mark Hamill,  conocido por su papel de Luke Skywalker en la saga Star Wars, tras conocer el fallecimiento de la madre de su amiga Carrie Fisher.

La presentadora Ellen DeGeneres escribió en su Twitter: "No me puedo imaginar lo que la familia de Carrie Fisher y Debbie Reynolds están pasando esta semana". 

"Debbie se fue para estar con Carrie", afirmó Debra Messin, quien trabajó con Reynolds en la serie Will y Grace. 

Madonna publicó en su cuenta oficial de Twitter una fotografía de Fisher cuando era niña tras las bambalinas de un teatro mirando actuar a su madre. "Es la imagen más dulce de Carrie Fisher observando a su madre, Debbie Reynolds, sobre las tablas. ¡Abraza a tu madre hoy! y abraza a tu hija después!" pidió la cantante a sus seguidores.

Patricia Arquette afirmó también que "no puedo creer que Debbie Reynolds haya muerto. Billie Lourd (hija de Fisher) es demasiado joven para soportar tanto dolor a la vez".
La modelo Naomi Campbell subió una foto en la que aparece con Carrie Fisher y deseó que ella y su madre estuvieran "paseando con los ángeles".

Sobre la actriz
Debbie Reynolds nació el 1 de abril de 1932 en El Paso, Texas. Se destacó como intérprete en los años 50’ y 60’ en películas musicales como la emblemática Singin' in the rain (1952), que protagonizó junto a Gene Kelly y Donald O'Connor.

También figuró en filmes como I love Melvin (1953), The tender trap (1955), How the West was won (1962) y The unsinkable Molly Brown (1964), por la cual fue nominada a Mejor actriz en los Oscar. 

Posteriormente su carrera pasaría por Broadway, con trabajos en obras como Irene, aunque continuaría teniendo presencia en Hollywood al dejar su huella en Mother (1996), In & Out (1997) y Behind the candelabra (2013), su último trabajo.