En tiempo extra, los Patriots vencieron a los Falcons de Atlanta 34-28 y ganaron la edición 51 del Super Bowl.
Para la historia. Sin duda ahí quedará el triunfo de los Patriots de Nueva Inglaterra, que se consagraron campeones de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) tras la mayor remontada en la historia de un partido de Super Bowl.
Asombroso resultado que convierte el quinto título de los Patriots y a su estrella Tom Brady en leyendas. Todo porque en el tercer periodo perdían por 25 puntos, diferencia que a esa altura del partido parecía insalvable, pero el veterano mariscal de campo, de 39 años, completó una noche mágica con 43 de 62 pases, la mayor cifra de intentos en la historia del Super Bowl, para liderar la fantástica encumbrada.
El tiempo reglamentario del partido disputado en el NRG Stadium de Houston acabó con el marcador empatado 28-28. Y en la prórroga los Patriots con el mariscal de campo dominante en ocho jugadas y 75 yardas permitió un touchdown histórico.
Brady, nombrado ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP) por cuarta vez en los siete partidos de Super Bowl que ha disputado, junto con el entrenador en jefe de los Patriots, Bill Belichick, se convirtieron en los únicos que han logrado cinco títulos de la NFL.
La clave fue en el tiempo extra cuando los Patriots ganaron el lanzamiento de la moneda y Brady no desaprovechó al completar seis pases, que concluyeron cuando James White surgió para correr las dos yardas definitivas cuando restaban 11:02 minutos del tiempo extra.
“Fuimos de la pesadilla al sueño más maravilloso”, con esa frase describió la remontada Tom Brady. El mariscal de campo, que con el triunfo se convierte en el único quarterback con cinco anillos de campeón, admitió que el primer tiempo del partido “fue una pesadilla”, pero que después al reencontrar la fórmula ganadora se convirtió en el mejor sueño.
Los Falcons, que habían dominado por completo la primera parte (21-3) y el tercer periodo (28-3), terminaron perdiendo su segundo Super Bowl, el primero fue frente a los Broncos de Denver, por (19-34), en 1999.
“Nunca habrá manera de olvidar esta derrota, pero dejamos de hacer muchas cosas y contra un buen equipo, lo pagas”, admitió Dan Quinn, entrenador en jefe de los Falcons.