Son varios los precedentes que tuvo la ahora Hidroeléctrica Ituango a lo largo del tiempo para consolidar su construcción como el proyecto más ambicioso de generación de energía colombiano.
La concepción de un proyecto que pretende convertirse en una de las fuentes generadoras de energía más importantes de Latinoamérica nació hace más de 50 años.
Algunos afirman que Hidroituango estuvo inicialmente en la cabeza del ingeniero José Tejada Sáez, cuando a mediados de 1969 se ideó un plan para construir una serie de centrales hidroeléctricas escalonadas en el Cauca Medio, desde La Virginia hasta Caucasia.
Para Tejada, este proyecto representaba la “fuente potencial de energía hidroeléctrica más importante para el país”, como lo consignan archivos del periódico EL MUNDO, escritos por el historiador José María Bravo Betancourth.
“El ingeniero Tejada presentó el 18 de agosto de 1969 bajo del título: Desarrollo Hidroeléctrico del Cauca Medio, un análisis sobre el potencial del río”, reza el documento de Bravo.
En ese momento, Tejada pensaba que el aprovechamiento del caudal del Cauca combinado con el desnivel disponible en dicho trayecto permitiría la construcción de grandes centrales con una capacidad total instalada de once millones y medio de kilovatios y una generación anual de 50.000 millones de kilovatios por hora.
“Las presas y sus centrales anexas podrían construirse a costos mucho más bajos, por kilovatio instalado y por kilovatio-hora, que los de algunas de las grandes centrales que se contemplaban en el país como de posible ejecución en el futuro inmediato”, añade Bravo en su escrito.
Desde aquella época ya se hacían análisis topográficos e hidrológicos en el terreno, y como lo consignan archivos de la Hidroeléctrica, entre 1971 y 1974 se evaluaron varias alternativas para el aprovechamiento de la caída del agua en el Cauca.
Ya para marzo de 1979 y junio de 1983, la firma Integral S.A. empezó con el estudio de localización exacta del proyecto, características y dimensiones básicas de la obra, y elaboró un programa aproximado para la construcción.
Lea también: Fiscalía abre investigación tras emergencia en Hidroituango.
Como resultado de dicho estudio, se pensó en una presa de roca, de 247 metros de altura, ubicada aguas abajo del puente Pescadero, con una capacidad de 3.560 megavatios y una energía media anual de 17.460 gigavatios por hora.
Pero estas ideas se postergaron varios años, debido a su alta complejidad de ejecución para el momento, y porque no existía un mercado local para el consumo de la energía que la central generaría, aseguran archivos de la Hidroeléctrica.
Para el ingeniero civil Darío Valencia Restrepo, exgerente de EPM, uno de los antecedentes más importantes de Hidroituango es un trabajo en el que participó el ingeniero Lucio Chiquito, titulado: “Riqueza hidráulica de Antioquia 1898-2011”.
El ingeniero Chiquito cuenta que siendo miembro de la firma consultora Integral, de la cual también había sido uno de los fundadores, participó en una reunión de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos (SAI) el año 1962, en la que se le planteó al entonces gerente de EPM, Luis Echavarría Villegas, un bosquejo preliminar de una central en el río Cauca, que tendría una potencia de 4.000 megavatios y una altura de presa de 350 metros.
“Se señaló que esa altura no incluía la parte adicional de embalse necesaria para el caso de crecientes ni tampoco para el llamado embalse muerto, o sea, aquella parte del mismo que se destina a almacenar los sedimentos que trae el río. Esto último es de la mayor importancia porque el Cauca transporta una enorme cantidad de sedimentos, en este caso los provenientes desde la presa del proyecto Salvajina, situada al sur de Cali, hasta Pescadero. Una publicación de la SAI en 2009 estimó que en Pescadero aparecerían unos 50 millones de toneladas de sedimentos por año”, agrega Valencia.
Chiquito apuntó en aquel relato que los datos presentados en aquella reunión tenían un muy limitado respaldo técnico, por los escasos datos hidrológicos y por el poco conocimiento de la geología local y general de la cuenca.
Valencia asegura que aun así, la idea de la hidroeléctrica se trataba de un gran proyecto para la época, “todavía en la actualidad una potencia de 4.000 megavatios sería muy considerable, pues se aproximaría 25% a la capacidad total instalada en el sector eléctrico colombiano, pensemos en lo grande que se vería este proyecto en 1962”, dice.
Tiempo después, los años ayudaron a recopilar mejor información, y diversas publicaciones señalaron alturas de presa entre 395 y 220 metros.
No fue sino hasta junio de 1998 que fue creada la Sociedad Promotora de la Hidroeléctrica Pescadero Ituango, que se actualizarían los estudios de factibilidad del proyecto y se le diera el empujón inicial para hacerlo realidad.
En abril de 2006 se contrató con la empresa Consorcio Integral la elaboración de los estudios de complementación de factibilidad del proyecto y la elaboración del estudio de impacto ambiental, dos puntos importantes dentro de la obra.
Lo que conocemos ahora como Hidroituango, después de tanto pensarse, ocurre en el 2010 con el contrato entre la Sociedad Hidroituango y Empresas Públicas de Medellín (EPM).
Le puede interesar: Dos grandes riesgos tienen en peligro de colapso a Hidroituango.
El proyecto, finalmente se ubica a unos ocho kilómetros del puente Pescadero, en ambas márgenes del río Cauca, entre las desembocaduras del río San Andrés y el río Ituango; con unos datos consolidados de generación de energía de 2.400 megavatios, una presa 225 metros de alto, 20 millones de metros cúbicos de volumen y una cresta de 550 metros de longitud.
El desvío del Cauca, en 2014, se convirtió en el punto de no retorno para la construcción.
“Mucho tiempo ha corrido desde aquella reunión de 1962 y son bastantes los cambios que llevaron a los resultados de los estudios finales del hoy proyecto hidroeléctrico Ituango, que pretende abastecer 17% de la demanda de energía eléctrica del país”, apunta Valencia.
La llegada de la temporada de lluvias de este 2018, año en el que se pretendía que entrara en funcionamiento la primera unidad de generación de Hidroituango, sumada al taponamiento de uno de los túneles principales tras varios deslizamientos, ha atrasado el cronograma de las obras, y tiene en calamidad pública a la región del Bajo Cauca por una posible avalancha del río y destrucción de la presa.
Son cerca de cinco mil afectados en los municipios ubicados aguas abajo del proyecto, 250 personas están en albergues, 294 en autoalbergues y 59 viviendas sufrieron afectaciones o pérdida total durante el desbordamiento del río el pasado sábado, ocasionado por los constantes movimientos geológicos en los túneles del proyecto.
El hecho, que puso en riesgo a varias poblaciones y generó cuestionamientos sobre la capacidad de la ingeniería antioqueña para superarlo, dejó al descubierto la complejidad de intervenir la naturaleza y su imprevisible comportamiento, algo que ni 50 años de planeación pudieron anticipar.
Informese con: Evacuar por la casa de máquinas arriesga el corazón de Hidroituango.
Valencia termina su recuento histórico afirmando que los juicios de responsabilidad tendrán que venir más tarde pues, ante la complejidad del proyecto y los daños que vienen ocurriendo, no es del caso hacer especulaciones. "Lo apropiado es esperar las conclusiones de las muchas investigaciones que deberán hacerse; además, una discusión en este momento sobre las causas de lo ocurrido no puede contar con la participación de entidades o personas que han estado vinculadas al proyecto y que en la actualidad se encuentran comprometidas en atender la grave emergencia", dice.
Y agrega: "Lo que también se hace imperativo, más adelante, es un gran debate sobre la situación de la ingeniería en Colombia, con amplia participación de entidades y personas vinculadas a la profesión. Es inaceptable que sigan ocurriendo catástrofes como las del edificio Space, el puente Chirajara y ahora el proyecto hidroeléctrico Ituango".
El sábado EPM informó que el río Cauca presenta una disminución cercana al 20% de las aguas que llegan al proyecto Hidroituango, con un promedio de 1.700 metros cúbicos por segundo, en comparación a los 2.000 y 2.500 metros que presentó en los últimos días.
Igualmente, aclaró que ya no se está filtrando agua por la galería 284 conectada a la casa de máquinas, y que no se presentaron daños en la estructura de piedra de la presa.
La entidad dio un parte de tranquilidad, aunque se mantienen las medidas de precaución para las comunidades, al señalar que los caudales del río a la altura de Puerto Valdivia están en los rangos normales en temporada de invierno, es decir, entre los 1.900 y 2.000 metros cúbicos por segundo.
Esto se debe a la disminución del caudal que fluye aguas abajo del proyecto, a través de los túneles uno y dos de descarga de la casa de máquinas, que permanece en un valor constante entre los 1.700 y 1.800 metros cúbicos por segundo.
Esta situación es considerada como beneficiosa por parte de EPM, pues están “evacuando más agua de la que ingresa, con la consecuente disminución en el volumen del embalse”, lo que les da “tiempo de embalse” para terminar la construcción de la presa.
A este respecto, EPM enfatizó que al día sábado el proyecto alcanzó la cota 405, esperando llegar a la cota 410 en los próximos días, “para que se pueda utilizar el vertedero en el momento en que el embalse esté lleno”.