Hay que ganar contundentemente

Autor: Alfonso Monsalve Solórzano
11 marzo de 2018 - 12:08 AM

La única fuerza que puede enfrentar semejante peligro es la que agrupa a los del NO en el plebiscito, aumentada significativamente por aquellos que votaron por el sí, pero que están desencantados

Hoy comienza el proceso electoral que marcará la recuperación de la democracia en Colombia. 
El desastroso gobierno de Santos, no sólo desestabilizó las instituciones democráticas con las concesiones sin límite que entregó a las Farc –participación política con impunidad para crímenes de lesa humanidad y de guerra, narcotráfico y lavado masivo de dinero, sin siquiera cumplir las condiciones fijadas en los propios acuerdos firmados en el Teatro Colón–, se alió con Maduro para crearle un santuario a las Farc y el Eln, entregando de paso, el mar colombiano a Nicaragua; permitió que Colombia se convirtiera en un narcoestado en manos de guerrillas y bandas criminales; fomentó la confrontación social; corrompió  a elementos de las altas esferas del sistema judicial; compró la mayoría del Congreso; enriqueció a sus amigos a través de contratos y la recepción de coimas; aumentó a niveles más que preocupantes la deuda del país; quebró el sistema de salud y prohijó su corrupción y aumentó dramáticamente el IVA y el costo de vida. 

Lea también: Unas elecciones decisivas
Semejante estado de cosas ha permitido, además, el surgimiento de una corriente populista de extrema izquierda, venida de la entraña del chavismo, encabezada por Gustavo Petro, cuya máxima aspiración es enajenar los bienes de propietarios del campo y la ciudad, terminar con la industria minera, nacionalizar el sistema de salud y las empresas públicas en manos de privados, para imponer el ineficiente sistema de administración estatal, clientelar y de férreo control social, de Petro en Bogotá, y que lleva a una camarilla a enriquecerse inimaginablemente, como ocurre en Venezuela, cuya avalancha de ciudadanos en busca simplemente de comida y unos mínimos de salud, inunda nuestras calles. 
Que nos quieren llevar por ese camino, no es una consigna electoral falsa, sino la más palmaria de las verdades, vistas las propuestas y los antecedentes políticos y de vínculos con ese país del candidato Petro. Y la única fuerza que puede enfrentar semejante peligro es la que agrupa a los del NO en el plebiscito, aumentada significativamente por aquellos que votaron por el sí, pero que están desencantados con el accionar de Santos y su corte de corruptos e incompetentes. Hablo del Centro Democrático, pero también de sectores conservadores, del liberalismo, de organizaciones sociales, religiosas y personas provenientes de la izquierda democrática que rechazan la actual situación de Colombia.

Puede interesarle: ¿De cuál derecha hablamos?
Porque los medias tintas, los que no proponen nada concreto pues la respuesta a todas las preguntas se encuentra en Google, pero no logran explicar qué hace Iván Márquez en su coalición, o aquellos que ahora rompen con Santos, pero fueron su báculo y sus valedores, no tienen ni los programas ni las agallas para reconstruir a Colombia y salvarla del infierno petromadurista.
En la consulta para la escogencia del candidato a la presidencia de la Gran Alianza por Colombia, la mejor propuesta la encarna Iván Duque. Joven, del centro Democrático, preparado, respetuoso, defensor sin esguinces del estado de derecho; fue promotor del no; fiel a sus principios, busca modernizar a Colombia, con oportunidades para todos, sin lucha de clases, con respeto a la propiedad privada y con inclusión social; sin impunidad, combate frontal al narcotráfico y preservación de la soberanía nacional.
En el Congreso las mejores listas son las del Centro Democrático, encabezadas por Uribe y llenas de gente que quiere servirle al país. Hay de donde escoger. En el senado, además del expresidente, están Paola Holguín, José Obdulio Gaviria y John Marulanda, entre otros; y en la cámara de Antioquia, Margarita Retrepo, Juan Espinal y María Elena Vélez, por sólo mencionar a tres. 
En todo caso, es definitivo tener un congreso que se oponga a la continuación del proyecto de Santos y que apoye al candidato de oposición en las próximas elecciones, Iván Duque.  De manera que a elegir con responsabilidad y amor por la democracia. Hay que ganar contundentemente.
Y hay que defender los resultados. La posibilidad de fraude está latente. Ya Santos intenta birlar el triunfo de la oposición.  Ojo con los hackers, la intervención cibernética de rusos, cubanos, iraníes y venezolanos. Los testigos electorales son el primer muro de defensa. 

Compartir Imprimir

Comentarios:

augusto
augusto
2018-03-11 07:56:55
Contundencia que esperamos los del voto en blanco para darle a los "polítcos" el castigo que se merecen.

Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Lo más leído

1
Columnistas /

¿Dulcecito o dulcesito?

El elemento que agregamos al final de una palabra para cambiar su sentido se llama sufijo… Este sufijo...
2
Columnistas /

Cinco cosas a favor y cinco en contra sobre el comunismo extinto

Los comunistas son tan enfáticos en su convicción que con la mayoría resulta imposible hacer un diálogo
3
Salud /

539 contagiados por coronavirus, 52 casos se encuentran en estudio

Doce de los 32 departamentos de Colombia no registran casos positivos por covid-19: La Guajira, Córdoba,...
4
Columnistas /

Ingeniería y ética profesional

La ética en la ingeniería empieza por establecer que la responsabilidad primaria del ingeniero es...
5
Latinoamérica /

Supuesto atentado contra Maduro se habría realizado con drones

El ministro de Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, afirmó que el supuesto atentado dejó siete...
6
Columnistas /

Bendeciste mi alma, ¿o bendijiste?

Como la lengua es del pueblo, no hay que apedrear al que, por alguna razón, se desvía de aquella ruta...