Gracias a los árboles que se sembrarán en el campus universitario se logrará disminuir su huella de carbono en 632 toneladas, además se contribuirá a mejorar las condiciones hidrológicas de las quebradas que nacen en el lote La Ortega.
Consciente de la importancia de la restauración ecológica que se debe tener como sociedad, la Universidad de Medellín realizará el próximo 17 de noviembre la siembra de más de 2.000 árboles que garantizarán la reparación del bosque húmedo tropical que se encuentra al interior de su campus, ubicado en el barrio Belén.
Entidades como Corantioquia, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y la Cruz Roja Colombiana acompañarán a la comunidad universitaria, la cual plantará más de 30 especies vegetales nativas con el propósito de convertir esta zona boscosa en un área urbana protegida mediante la figura de conservación “Reserva Natural de la Sociedad Civil”, otorgada por la organización gubernamental Parques Nacionales Naturales de Colombia.
Marisol Yepes Piedrahíta, docente de la Universidad de Medellín e integrante del Sistema Universitario de Gestión de Sostenibilidad Campus Vivo, manifestó que “gracias a los árboles que vamos a sembrar, la universidad disminuirá su huella de carbono en 632 toneladas, además ayudaremos a mejorar las condiciones hidrológicas de las quebradas que nacen en el lote La Ortega y favoreceremos la llegada de vecinos biodiversos y de especies como colibrís, zorros perrunos, felinos pequeños, zarigüeyas, murciélagos y otras aves migratorias”.
Asimismo, cabe destacar que este proyecto busca también convertir este espacio en un territorio de investigación científica que permita la construcción de un “modelo de restauración” que sirva como guía para la rehabilitación de zonas impactadas por la actividad humana en otros territorios del país y del mundo.
Por ello, para llegar a tal fin se han dispuesto tres espacios distintos a investigar: Zona Activa, la cual contará con el cuidado y la intervención humana del hábitat; Zona Pasiva, en la que no se intervendrá en ningún proceso biológico y, finalmente, la Zona de Agricultura Sintrópica, un lugar determinado para la siembra y cosecha de múltiples especies frutales y vegetales dotado de alimentos aptos para el consumo humano.