En su tercer día, el temor generalizado por el paro armado ha logrado mantener inactiva la subregión. Los alcaldes locales piden acompañamiento del Gobierno Nacional.
El balance parcial del paro armado ordenado, desde hace tres días, por el Epl en el Catatumbo, (Norte de Santander), deja ver las consecuencias sobre los habitantes de la región. El transporte, el comercio, la educación y los campesinos son los principales afectados por la situación de seguridad.
Desde la Terminal de Transporte de Cúcuta diariamente se están dejando de despachar en promedio 120 buses hacia la subregión, denunció su director financiero, Andrés Suescún. “Esto representa un 40% de cese en las actividades que afecta a las compañías prestadoras del servicio”, agregó.
El calendario académico también se ha visto alcanzado por la parálisis social. Unos 40.000 estudiantes han dejado de asistir a las aulas de clase. La secretaria de Educación de Norte de Santander, Fabiola Cáceres, manifestó que se están esperando los reportes por parte de los directores encargados de las instituciones, con el propósito de analizar la problemática.
Ni siquiera las ambulancias se escapan de la amenaza lanzada por el Epl. “Después de las 5 de la tarde no están permitiendo el tránsito de los vehículos de asistencia”, reveló el director del Instituto Departamental de Salud, Juan Bitar.
En medio de este panorama, el comandante de la Segunda División del Ejército, general Sergio Tafur, aseguró que se aplicarán más controles sobre las vías del Catatumbo. Sobre todo “en áreas críticas para garantizar el desplazamiento. Para ello, vamos a generar otras acciones junto con la Fuerza Aérea y la Policía”.
Al menos 5.000 campesinos se encuentran hoy bloqueados en sus parcelas y a punto de perder sus cosechas. Por temor a las represalias de incumplir la orden del Epl, prefieren quedarse en sus fincas aunque eso implique renunciar a su sustento.
Alcaldes de la subregión replican que no tienen los medios para hacer frente a este conflicto de seguridad y clamaron al Gobierno Nacional su intervención en la zona.
"Por el momento estamos solos, estamos huérfanos los alcaldes en esta región por parte del Estado, no ha llegado esa tal inversión que prometía el posconflicto", dijo José de Dios Toro, alcalde de El Tarra, uno de los municipios afectados por el paro armado.
La disputa por el control territorial del Catatumbo, entre el Epl y el Eln, ha generado desplazamientos. Cerca de 50 familias del municipio de San Calixto se vieron obligadas a abandonar sus hogares debido a los combates. Los éxodos salieron de las veredas de Villa Nueva, San José del Bajial, Mediagüita, San Ignacio y Guaduales.
Este domingo, se produjeron nuevos enfrentamientos que han causado un "temor generalizado de la población y elevan el riesgo de ocurrencia de más desplazamientos, especialmente en líderes comunitarios de la zona que se encuentran bajo amenaza", explicó en un comunicado la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (Ocha).