En las manifestaciones, 17 policías fueron retenidos el 1° de noviembre por indígenas en zona rural del municipio de Pueblo Rico, en el departamento de Risaralda, y liberados un día después.
El Gobierno nacional se levantó este domingo de la mesa de diálogo con los indígenas que realizan una protesta desde el 30 de octubre en 26 departamentos y condicionó su reanudación al despeje por parte de los manifestantes de la Vía Panamericana, una de las más importantes del país.
“Respetados voceros del Consejo Regional Indígena del Cauca, si no hay despeje de la carretera Panamericana el Gobierno no regresa a la mesa de conversaciones”, indicó el ministro del Interior, Guillermo Rivera, quien viajó el pasado sábado al municipio de Caldono, en el departamento del Cauca, para liderar el diálogo.
Como parte de la protesta, denominada “Minga Nacional”, los indígenas paralizan desde el 30 de octubre carreteras clave para el país como la Vía Panamericana a su paso por el Cauca, la región en donde las comunidades ancestrales son más poderosas.
Las autoridades de Risaralda, Cauca, Quindío y Chocó acordaron también el pasado sábado levantarse de la mesa de diálogo si los aborígenes se niegan a entregar las armas de los integrantes de la fuerza pública que estuvieron retenidos.
De otra parte, cuatro uniformados que formaban parte del esquema de seguridad del ministro de Agricultura, Juan Guillermo Zuluaga, fueron privados de la libertad este viernes en el Cauca y posteriormente entregados a una comisión de la ONU.
El general Jorge Nieto, director de la Policía Nacional, aseguró este domingo que por el momento 51 uniformados han resultado heridos en las protestas del Cauca.
“Hemos tenido 51 heridos también en el marco de esta protesta que precisamente atendemos con todas nuestras capacidades institucionales”, comentó el oficial.
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Además, agregó, la institución está “con todas las capacidades interviniendo para habilitar diferentes corredores para facilitar la movilidad de pasajeros, de carga, de abastecimiento a la ciudad de Popayán y en eso nos hemos concentrado”.
La situación en las carreteras del país, principalmente en el Cauca, es crítica por cuenta de las barricadas que instalaron los indígenas y que impiden el tránsito normal de vehículos particulares, buses de transporte público y camiones con víveres.
De hecho, en Popayán, la Alcaldía empezó a regular la venta de combustible para enfrentar un posible desabastecimiento.
Por su parte, los manifestantes informaron que mantienen su decisión de bloquear las vías hasta que el presidente Juan Manuel Santos implemente los acuerdos que reclaman.
Algunos medios locales aseguran que al menos 370 ciudadanos venezolanos y ecuatorianos quedaron atrapados en los bloqueos, por lo que fue necesaria la intervención de la Defensoría del Pueblo, la Cruz Roja y la Defensa Civil para evacuarlos de la zona.