Miembros de las Farc no tendrán un encuentro directo con el sumo pontífice, explicó el vicepresidente Óscar Naranjo, quien se mostró cauto con el posible cese al fuego con el Eln.
El Gobierno descartó que las Farc mantengan "encuentros directos" con el papa Francisco durante su visita al país del 6 al 10 de septiembre y evitó referirse a un posible anuncio de un cese al fuego por parte del Eln.
"No habrá encuentros directos, personales, programados entre las Farc y su santidad y tampoco hay otros encuentros de tipo político de su santidad previstos", declaró el vicepresidente Óscar Naranjo, a quien el Gobierno encomendó la coordinación de los preparativos para recibir al pontífice.
Naranjo señaló que "todos los colombianos" han sido invitados por la Iglesia y el Vaticano a las eucaristías que oficiará el obispo de Roma en Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena.
"No descarto que miembros de la Farc ya reincorporados a la vida civil, pues asistan a esas eucaristías", agregó el funcionario, quien dijo esperar que "colombianos sin distingo de todas las clases sociales, de todas las regiones", asistan a las misas del papa.
Sobre las Farc, que esta semana celebran un congreso en el que esperan convertirse en partido político tras firmar la paz en noviembre pasado con el Gobierno, Naranjo destacó que ese proceso "avanza de manera definitiva" y consideró "irreversible que la paz llegue a Colombia".
"Hay que acompañar ese esfuerzo para que quienes ingresan a la legalidad, a quienes les damos la bienvenida a la democracia y que sean las ideas, el debate público y político realmente el centro de entendimiento entre nosotros", añadió.
Y sobre el Eln, que desde febrero pasado mantiene conversaciones de paz con el Gobierno en Quito, Naranjo evitó "generar expectativas". "Francamente no quiero emitir opinión, no quiero generar expectativas", señaló el funcionario.
Consideró que, con motivo de la llegada del papa, los colombianos deberían "retener la idea fundamental" de esta visita y reflexionar sobre lo que significa proteger la vida. "Y un llamado al abandono de la violencia, a la derrota de la violencia, debería coincidir con esta visita de su santidad", concluyó