Kim Jong-nam murió tras ser asaltado en el aeropuerto de Kuala Lumpur por dos mujeres, una indonesia y una vietnamita, que le frotaron el rostro con un potente agente tóxico.
El Gobierno de Malasia anunció este jueves que autorizó la entrega a Corea del Norte del cadáver del Kim Jong Nam, el hermano mayor del líder norcoreano, Kim Jong-un, que fue asesinado en Kuala Lumpur el 13 de febrero.
El primer ministro malasio, Najib Razak, dijo que las autoridades norcoreanas por su parte han autorizado que los nueve malasios que llevan retenidos en Pyongyang desde febrero regresen a su patria.
El gobernante malasio indicó que "los nueve malasios que tenían prohibido abandonar Corea del Norte (...) han salido de Pyongyang hoy y llegarán a Kuala Lumpur mañana" de madrugada.
"Nosotros vamos a permitir ahora que los norcoreanos (en el país) dejen Malasia. Además, tras completarse la autopsia del cadáver y recibida una petición de su familia requiriendo que los restos sean devueltos a Corea del Norte, se ha autorizado la devolución del cadáver", señaló Najib.
"El Gobierno cree firmemente en los principios de justicia y soberanía. Nuestra investigación policial en este grave crimen en suelo malasio proseguirá. He ordenado que se adopten todas las medidas posibles para llevar ante la justicia a los culpables", agregó el primer ministro malasio en un comunicado.
Kim Jong-nam murió tras ser asaltado en el aeropuerto de Kuala Lumpur por dos mujeres, una indonesia y una vietnamita, que le frotaron el rostro con un potente agente tóxico.
Malasia mantiene detenidas a las mujeres, acusadas de asesinato, y busca a siete norcoreanos, de los que cuatro huyeron del país y otros tres se cree que están escondidos en la Embajada de Corea del Norte en Kuala Lumpur.
Kim Jong-nam nació en 1971 de la relación entre el líder norcoreano, Kim Jong-il, y su primera concubina, la actriz Song Hye-rim.
El actual líder norcoreano, Kim Jong-un, nació en 1984 del mismo padre y su última consorte, Ko Yong-hui.
El hermano mayor estuvo considerado en su día como el mejor posicionado para heredar la jefatura del régimen norcoreano, pero cayó en desgracia en 2001.
Los últimos años vivió exiliado en China, principalmente en Macao, desde donde atrajo la atención en 2012 por criticar a Pyongyang y su sistema de sucesión.