El consumo eléctrico es evidencia del crecimiento económico. No por casualidad, en los últimos meses de desaceleración ha caído también el uso de la electricidad por parte de las industrias.
Después del apagón de 1992, Colombia quedó temerosa de volver a vivir a oscuras en caso de un verano prolongado o un fenómeno de El Niño difícil. Ese temor se hizo patente en 2015, pero afortunadamente se logró sortear. Y como ya ha pasado la emergencia o el susto, es quizás el mejor momento para volver a hacer la pregunta ¿es la oferta eléctrica colombiana suficiente para atender la demanda de energía en los hogares e industria? ¿Incluso en los casos más extremos y complejos?
Según las cifras de XM, administrador del sistema eléctrico nacional, Colombia en 2016 tuvo una capacidad de generación de 16.594 MW (Megavatios) mientras que la demanda máxima fue de 9.904 MW, es decir, el sistema está en capacidad de generar un 40% por encima de los requerimientos de máxima demanda.
Ricardo Ramírez Carrero, subdirector de energía eléctrica y encargado de las funciones de director de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) adscrita al Ministerio de Minas y Energía, señaló que cada año, en lo que tiene que ver con energía eléctrica, esta dependencia prepara el Plan de Generación y Transmisión en el cual se incluyen las expectativas de oferta y demanda que existen para Colombia. “En el último plan se observa que de acuerdo con nuestros análisis, la energía firme que tenemos en este momento es suficiente para que tengamos cubierta totalmente la demanda hasta finales de 2021”.
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A pesar de que la demanda eléctrica en el país no deja de crecer, el directivo afirmó que Colombia tiene frente a sí un panorama tranquilo por los nuevos proyectos de generación eléctrica que se han adherido, aunque para después del 2021 ya deberán ingresar nuevos, y así seguir para estar un paso adelante de la demanda.
El gremio está tranquilo
Según el balance de Ángela Montoya Holguín, presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), el país cuenta con energía firme disponible para atender la demanda por los próximos ocho años en un escenario de alto consumo de electricidad. En su opinión, un hito que demuestra esa capacidad es que se logró pasar El Niño sin que hubiese un apagón.
Sobre el futuro, Montoya Holguín señala que “para el año entrante estaremos ya inaugurando la primera parte de Hidroituango que es un proyecto que se desarrolla por fases y que generará 2.400 MW, aproximadamente el 16% de la energía de Colombia”.
La dirigente gremial indicó que Colombia cuenta con una matriz de generación de energía eléctrica limpia con una capacidad instalada de 16.514 MW, lo cual permite que el sector eléctrico ocupe el primer lugar en confiabilidad en el ámbito latinoamericano y la décima posición a nivel mundial en materia de sostenibilidad ambiental. De esta capacidad, el 65,95% corresponde a energía hidráulica, 28,85% a térmica y 5,2% de generación a partir de Plantas Menores y proyectos de Cogeneración.
En ese mismo orden de ideas, el exgerente de generación de energía de Empresas Públicas de Medellín (EPM), miembro de la Junta Directiva de ISA, del proyecto Ituango y consultor, Jesús Arturo Aristizábal Guevara, señaló que “Hidroituango, más otros proyectos que están desarrollando otros generadores del país, dan la tranquilidad para que esas necesidades de suministro de energía, o de atención de la demanda en los próximos años, esté suficientemente cubierta”, y recordó que el Gobierno y la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) hasta este momento no han convocado a ninguna subasta adicional de proyectos de generación de energía, lo que en su opinión significa que hay tranquilidad para abastecer los requerimientos.
Y añadió: “Está garantizado el suministro para atender la demanda en los diferentes sectores: industrial, comercial, residencial e igualmente en el desarrollo de proyectos de infraestructura que se adelantan a lo largo y ancho del país”.
Nuevas fuentes energéticas
La gerente general de XM, María Nohemí Arboleda Arango, señaló que la canasta energética colombiana tiene una alta dependencia a la hidroelectricidad. Sin embargo, esta particularidad implica que en situaciones climáticas especiales como la que impone el fenómeno de “El Niño”, se exija al máximo la operación de la generación térmica y de su infraestructura de abastecimiento de combustibles. Por ello “entre más diversa sea la matriz de un sistema eléctrico, menos vulnerable será a los impactos que sufra una de sus fuentes primarias y mayores oportunidades tendrá para mejorar su suministro en términos de suficiencia”.
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Es aquí donde cobran importancia, en opinión del directivo de la Upme, los proyectos de generación de energía renovable ya que cambiarán apreciablemente la composición del parque generador, tanto a gran escala del sistema interconectado nacional como a nivel individual de los usuarios mediante la instalación de paneles solares.
Ya el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, hizo un llamado para que los empresarios del sector utilicen los incentivos tributarios, debido a que gracias a la Ley 1715 tendrán quince años de exenciones de renta para quienes creen proyectos de energía solar y eólica, esto con el fin de diversificar más la matriz energética. También hizo un llamado a la ciudadanía en general para que tomen consciencia de la eficiencia. “La nevera es la principal fuente del consumo de energía y una de última tecnología puede ahorrar hasta un 60% que consume una nevera vieja”.
Fortalezas y retos
El sector eléctrico colombiano es un ejemplo en confiabilidad y sostenibilidad, que en las situaciones más difíciles ha mostrado el buen funcionamiento de la institucionalidad y de la colaboración de todos los participantes de la cadena para salir adelante y superar estas adversidades, considera la gerente general de XM.
Otra fortaleza que tiene el sistema ante la integración de fuentes renovables no convencionales y recursos energéticos distribuidos (pequeñas plantas de generación) es “la alta participación de la generación hidráulica, que facilita el manejo de la variabilidad de los recursos y agrega elementos de flexibilidad ante cambios en el punto de operación del sistema”, agregó Arboleda Arango.
Aristizábal Guevara resaltó como fortaleza la buena planeación del sector, en lo que cumplen un papel muy importante el Ministerio de Minas y Energía, la Upme, la Creg como regulador y XM como sistema de transacciones de energía.
Con respecto a los retos, se requiere una alta integración de energías renovables distintas de la hidroelectricidad, que para el directivo de la Upme podrían representar en unos seis o siete años hasta el 15% de la oferta total.
Para la gerente de XM, estarían basadas en “la energía eólica, solar y distribuida, haciendo necesario ajustes en la regulación, especialmente en lo relacionado con los requisitos mínimos de conexión”.
Por su parte, para Luis Fernando Rico Pinzón, gerente general de Isagén, el gran reto consiste en estructurar una política energética de largo plazo, que fundamente la regulación. “Brindar solidez a la institucionalidad del sector, fortaleciendo los recursos del regulador, el proceso de licenciamiento ambiental, así como la institucionalidad requerida para conciliar los diversos usos del agua y estabilidad jurídica a la inversión en el caso de las consultas populares y una regulación que permita realizar eficientemente la consulta previa”.
Al respecto de la regulación, la presidente de Acolgen manifestó que el precio de escasez es un tema que aún está a la espera que se resuelva. “Nuestro interés es que el precio de escasez sea ajustado cuanto antes para evitar lo que sucedió en el fenómeno de El Niño pasado con unas plantas de generación que tenían precios que dejaron pérdidas”. El mismo aún está en revisión por parte de la Creg.
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Al ser consultada la empresa Celsia, manifestó que según información de la Comisión de Integración Energética Regional (Cier) las tarifas de Colombia están por debajo de los promedios latinoamericanos, por lo que para 2018 “se prevé un alza en los precios para los estratos 1, 2 y 3 debido al problema de financiación de los subsidios por parte del Gobierno Nacional”.
También es importante destacar la importancia de la disrupción, el país debe ir creando condiciones para “la innovación, la investigación y las iniciativas que se den en el marco de los nuevos desafíos que tiene el negocio no sólo de generación sino también de distribución y comercialización”, sostuvo Aristizábal Guevara.
Después de 22 años de operación, XM considera que el mercado requiere incorporar todos los nuevos desarrollos, “especialmente mercados intradiarios para fuentes intermitentes, productos financieros para cobertura del riesgo de precio y del riesgo crediticio, y nueva regulación que le permita a la demanda cumplir un rol más activo dentro del mercado”, concluyó la gerente.
El gas y la generación eléctrica
Las plantas térmicas abastecen un 28,49% del consumo eléctrico en tiempos de lluvias normales. Sin embargo, cuando cae la generación hidráulica aquella modalidad de generación se puede ver exigida. Es allí donde se hace necesario que el país cuente con la capacidad de disponer de gas en las cantidades necesarias para mover esas plantas.
En esas circunstancias es que cobra importancia la planta regasificadora de Cartagena instalada en 2016, que tiene por fin permitir la llegada de gas licuado en buques y así complementar la oferta de gas natural producido en Colombia, que, por los momentos, no ha aumentado de manera significativa.
Explicó el presidente de Naturgas y exviceministro de Minas y Energía, Orlando Cabrales Segovia, que aproximadamente un 25% de la producción de gas nacional se destina a la generación eléctrica. Sin embargo, la planta regasificadora garantiza la capacidad de abastecer un 40% de la producción nacional, es decir 400 millones de pies cúbicos, principalmente para cubrir el sector térmico”.
La regasificadora y la capacidad de producción nacional le garantizan suficiente abastecimiento de gas a Colombia hasta el 2025 para demanda térmica y no térmica, como gas domiciliario, transporte público y privado y electricidad para industrias que autogeneran.
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Ahora bien, pensando en el futuro, la Upme tiene entre sus planes la puesta en marcha de otra planta de regasificación, esta vez en el Pacífico, específicamente en Buenaventura. Señaló Ricardo Ramírez Carrero, subdirector de energía eléctrica de la Upme, que la misma surge de la preocupación por el decaimiento de la producción nacional de gas y la incertidumbre sobre la aparición de nuevas reservas, por lo que se ha considerado necesario tener una fuente adicional de suministro del hidrocarburo, para en 2023 atender la demanda totalmente. Se requiere también la construcción de un gasoducto que, igual que la planta, están aún en proyecto. Garantizaría 400 millones de piés cúbicos adicionales.
Proyectos a futuro
Hidroeléctrica del Chocó
El proyecto Talasa fue anunciado por el presidente Juan Manuel Santos el pasado mes de julio en este departamento y su construcción estará a cargo de la empresa multinacional australiano-china Macquarie Development Corporation (MDC). Su costo oscila entre $1,2 billones y $1,5 billones durante los próximos tres años, además, se constituirá como una central de gran tamaño para la región Pacífico.
“El proyecto incluye tres centrales hidroeléctricas con una capacidad total de generación de 170,9 MW, que equivale a cuatro veces la energía que hoy consume el departamento del Chocó, y una línea de trasmisión de alta tensión con interconexión al sistema nacional para aprovechar la energía del proyecto en todo el país”, dijo el jefe de Estado.
Según la Upme, el proyecto entraría en operación el 30 de noviembre de 2020. El exviceministro de Minas y Energía, Manuel Maiguashca Olano, consultor en el tema energético, indicó que ya se tiene muy avanzado el tema de diseño, “se esperaría el inicio de la construcción durante el primer semestre del año entrante”.
Energía solar
La gerente general de XM precisó que para el 2018 se espera que se conecten al Sistema Interconectado Nacional aproximadamente 320 MW de energía solar, según los proyectado por la Upme. Adicionalmente, se está observando un aumento de los recursos energéticos distribuidos (pequeñas centrales de energías), “con cifras que superan los 8000 MW de solicitudes de conexión ante los operadores de red para los próximos años”.
La empresa Celsia lleva adelante proyectos como la planta de generación solar Yumbo, que tiene como meta tener 250 MW de generación fotovoltaica a mediano plazo. Porvenir II, que es una central hidroeléctrica de embalse que estará ubicada entre los municipios de Puerto Nare, San Luis, San Carlos y Caracolí, en el oriente antioqueño, y tendrá una capacidad instalada de 353 MW. Y la pequeña central hidroeléctrica San Andrés de Cuerquia con capacidad de 19,9 MW, y que proveerá energía a 25.000 hogares colombianos cuando entre en operación.
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Intercolombia, filial de ISA está construyendo quince proyectos de transporte de energía con una inversión de $2,7 millones hasta 2018 (para 1.378 km de línea). Estos se extenderán a 42 municipios del país, adicionales a los 356 que cubren hoy en día.
Isagén cuenta con un portafolio con más de 7.000 MW de proyectos para generación de energía limpia y renovable, entre los cuales destacaron: la hidroeléctrica Palagua en el Oriente antioqueño de 98 MW, la Geotérmica Macizo Volcánico del Ruiz en Caldas de 50 MW, el parque Eólico Guajira I de 20 MW y la hidroeléctrica Piedra del Sol en Pinchote, Santander de 156 MW.
Otros. El directivo de la Upme señaló que también identificaron los requerimientos de líneas de trasmisión eléctrica, “y a partir del año pasado identificamos los requerimientos de infraestructura en gas natural para abastecimiento y confiablidad, cada uno de esos proyectos están incluidos en un plan”.
Por su parte, el exgerente de energía de EPM recordó que hay varios proyectos de generación que se están desarrollando a pequeña escala, microcentrales y pequeñas centrales, pero igualmente están avanzando también estudios de proyectos eólicos y fotovoltaicos en la alta Guajira. Por ejemplo, “avances en estudios de factibilidad, proyectos eólicos por parte de Isagén, de EPM y de inversionistas privados”.
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