El movimiento sísmico recordó los momentos de angustia vividos a causa de los terremotos de 2017.
Un fuerte sismo de magnitud 7,2 sacudió este viernes la Ciudad de México, así como el centro y el sur del país, provocando escenas de pánico y la activación de los protocolos de emergencia, si bien hasta ahora no hay reportes de víctimas o afectaciones.
El sismo se produjo a las 5:39 hora local y tuvo epicentro 11 kilómetros al sur de Pinotepa Nacional, estado sureño de Oaxaca, informó el Servicio Sismológico Nacional (SSN). En un reporte previo del SSN había dado una magnitud preliminar de 7 y una ubicación distinta del epicentro.
Los protocolos en caso de sismo fueron activados por las autoridades de Ciudad de México, confirmó el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, en un mensaje en su cuenta de Twitter.
El sismo fue sentido además en los estados de Oaxaca, Guerrero, Puebla, Morelia, Colima y Jalisco, precisó el Sismológico en su cuenta de las redes sociales.
En la capital, la alarma sísmica comenzó a sonar, enviando a las personas a las calles antes de que sintieran el movimiento. Y también las sirenas dejaron de escucharse sin que aún se sintiera el temblor, evocando recuerdos de la falsa alarma sísmica del 6 de septiembre del año pasado.
Cuando las personas ya regresaban a sus casas o sitios de trabajo comenzó a sentirse la sacudida con intensidad considerable, lo que causó escenas de pánico en algunos puntos de la ciudad.
Poco tiempo después comenzaron a escucharse ambulancias, mientras las personas en las calles trataban de llamar a sus conocidos con sus celulares. Mancera declaró a la televisión mexicana que el reporte preliminar del terremoto "hasta este momento es sin alguna novedad mayor".
Confirmó que los helicópteros han sobrevolado la ciudad y no se observa un "tema mayor", y aseguró que el sistema de transporte Metro está operativo, y que no tiene reporte de novedades mayores en la red de agua potable.
En Oaxaca, uno de los estados más afectados por los terremotos de septiembre de 2017, el sismo provocó pánico entre los pobladores en zonas como Juchitán y Playa Vicente, en la costas del estado.
"En Juchitán se sintió muy fuerte, hubo pánico entre la población, que optó por salir de sus viviendas ante la memoria que les dejó el terremoto de septiembre pasado. Todo se observa con normalidad, y no hay señas de daños a primera vista", dijo un testigo.
En el sureño estado de Guerrero no se reportaron daños iniciales y en el puerto de Acapulco se registró un desalojo preventivo de hoteles en la zona turística, plazas comerciales y edificios públicos ya que las alertas se activaron antes del movimiento.