Mike Morgan, famoso abogado con extensa experiencia en temas de dopaje, será quien asuma la defensa de Chris Froome.
El británico Chris Froome, investigado por un presunto dopaje con salbutamol durante la pasada Vuelta a España, contrató para su defensa al abogado británico Mike Morgan, que trabajó con el español Alberto Contador, el antioqueño Sergio Henao y la tenista rusa María Sharapova, entre otros deportistas.
Según revelan medios británicos, Froome encomendó su defensa al bufete londinense de Mike Morgan, que tiene una larga experiencia en casos relacionados con el dopaje y fue nombrado abogado deportivo del año en los Premios Who's Who 2017.
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La Unión Ciclista Internacional (UCI) exige a Froome que justifique la presencia de 2.000 nanogramos de salbutamol por mililitro en su orina, el doble de lo permitido por el reglamento de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), en un control de dopaje a que fue sometido durante la última Vuelta a España, que terminó ganando.
Los tenistas María Sharapova y Marin Cilic, la atleta jamaicana Verónica Campbell-Brown, y el futbolista senegalés Mamadou Sakho también han sido defendidos por Mike Morgan en casos de dopaje, así como el expresidente de la Confederación Asiática de Fútbol, Mohamed Bin Hammam, quien fue suspendido de por vida por el Comité de Ética de la Fifa en 2011.
El bufete de Morgan consiguió que Sergio Henao, compañero de equipo de Froome, no recibiera sanción por las anormalidades detectadas en su pasaporte biológico.
Por el contrario, no pudo evitar que el belga Johan Bruyneel, exdirector deportivo del estadounidense Lance Armstrong en el US Postal, fuera suspendido diez años por su implicación en el dopaje sistemático llevado a cabo en dicho equipo.
En 2011 Mike Morgan trabajó también junto al abogado español Andy Ramos en el recurso de Alberto Contador ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo contra su positivo por clembuterol en el Tour de 2012, que fue desestimado, por lo que el madrileño fue desposeído del título y hubo de cumplir dos años de sanción.
En caso de ser hallado culpable, Froome se arriesga a ser suspendido por dos años y a perder su primera victoria en la Vuelta, que iría a parar al italiano Vincenzo Nibali, segundo este año.