El máximo jerarca de la Iglesia Católica es un hombre tímido y de pocas palabras que goza de gran prestigio entre sus seguidores, pues aprecian su forma de vida alejada de toda ostentación.
Atrás quedaron los lujos, las estolas, tronos y joyas de oro. Bajo llave se guardó la vestimenta ostentosa y el imponente rojo del calzado que se utilizaba para distinguir al emperador del Imperio Bizantino. Jorge Mario Bergoglio, el primer papa americano en la historia, sabe bien cómo llevar un estilo de vida de austeridad y, como lo ha manifestado desde su primer día de pontificado: “dirigir una Iglesia de pobres para pobres”.
Por ello, no es raro que como sacerdote jesuita haya tomado la decisión de vivir con votos de castidad, pobreza y obediencia, renunciando a la suntuosidad y riqueza que como máximo representante de Dios en la tierra y jefe de estado de la ciudad del Vaticano se le confiere.
Francisco siempre ha manifestado que "en un mundo en que las riquezas hacen tanto daño, los curas y las monjas tenemos que ser coherentes con la pobreza. Cuando vemos que el primer interés de una institución parroquial o educativa es el dinero, esto es una gran incoherencia”.
Cambió su trono de oro, en el que varios papas se habían sentado, por una silla de madera, considerando que era lo más apropiado para un “discípulo del Carpintero”. Se rehusó a que el Vaticano le fabricara una cruz de oro y diamantes para colgar en su cuello, eligiendo llevar la misma cruz de metal de cuando era cardenal.
Rara vez se le ve portando su Anillo de Pescador, máximo símbolo del jerarca de los católicos y el cual, en el caso de Francisco, es elaborado en plata dorada y no en oro macizo, petición que él mismo hizo como una muestra más de renuncia a toda riqueza.
Camino al pontificado
Bergoglio nació hace 80 años en el barrio de Flores, situado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Siendo el mayor de cinco hermanos, vivió su infancia entre la fe católica y el afecto por la cultura italiana que heredó de sus padres, emigrantes piamonteses.
Joven apasionado por la lectura, el baloncesto y el fútbol, este último deporte insignia de su país. Hincha fiel y enamorado del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, del cual es socio activo desde el 12 de marzo de 2008, “pagando sus cuotas religiosamente cada mes”, según afirman dirigentes del equipo argentino.
Desde muy pequeño sintió una fuerte vocación religiosa, sin embargo fue sólo hasta los 21 años que Jorge Mario decidió convertirse en sacerdote y entregar su vida al servicio de Dios.
Después de una década de estudios y tras haberse desempeñado como docente y guía espiritual de jóvenes ‘peronistas’, logra ordenarse como sacerdote el 13 de diciembre de 1969, a sus casi 33 años.
A partir de ese momento, tuvo una destacada actividad en su sacerdocio, lo cual lo llevó a ordenarse como arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998. Tres años después, y en reconocimiento a su vida católica, el papa Juan Pablo II lo designó como cardenal.
El apellido de Bergoglio cada vez ganaba más fuerza dentro de la Iglesia Católica. Sin embargo, él siempre se mostró fiel a sus llamados de austeridad y, como cualquier argentino, tomaba el tren subterráneo, caminaba las calles de su barrio y compartía su tiempo con los más necesitados, dejando siempre claro que “mi gente es pobre y yo soy uno de ellos”.
El primer papa americano
En el año 2013, después del segundo día de cónclave y cinco rondas de votaciones, Bergoglio es elegido como nuevo papa y sucesor de Benedicto XVI, quien renunció a su cargo debido a que su avanzada y edad y sus problemas de salud, según manifestó él mismo, le dificultaban “dirigir una iglesia católica llena de problemas”.
Francisco, nombre que el cardenal argentino eligió tras su nombramiento, hace honor a San Francisco de Asís, santo de procedencia italiana que se destacó por su humildad y entrega a los pobres.
Sus primeros gestos en el pontificado sorprendieron a millones de personas, quienes asombrados veían cómo Bergoglio se negó a utilizar la limusina del Vaticano, pidió vivir en la Casa de Santa Marta y no en la Basílica de San Pedro y ordenó volver a los fundamentos esenciales de la Iglesia.
De odios y amores
“Todos los papas terminan siendo de odios y amores, lo que pasa es que la gente se le va olvidando”. Es la frase con la cual el padre jesuita Mario Alberto Rivera explica el porqué Francisco es tan querido por tantas personas y tan criticado y resistido por ciertos sectores.
“La iglesia católica es muy plural, está en todo el mundo y hay miles de culturas distintas, por lo cual creer que una decisión o la actitud de un papa le guste a todo el mundo es algo que jamás va a ocurrir”, dijo.
El sacerdote considera que si bien hay ciertos sectores que difieren con las funciones del papa, argumentando sus ideales y posiciones, “hay otros que son minoría y que arremeten contra él como persona, lo cual es algo que raya con lo absurdo debido a que no se tiene que descalificar a nadie hasta dejarlo absolutamente por el piso”.
Con esto hace referencia a los señalamientos de José Galat, presidente de la Universidad Gran Colombia y dueño del canal de televisión Teleamiga, quien siempre ha mostrado su rechazo hacia Francisco y lo señala como un “papa falso, mentiroso y hereje”.
“Podría recapitular varias mentiras que ha dicho el farsante de Francisco, como que las personas se pueden salvar así cumplan o no los mandamientos, lo cual contradice todo lo dicho por el hijo de Dios”, expresó Galat. Asimismo, dejó ver su descontento con la elección del papa tras la renuncia de Benedicto XVI.
“La renuncia de Benedicto XVI estuvo llena de irregularidades porque a él lo obligaron a dejar el pontificado, acto que en cualquier lugar del mundo es ilegítimo”, por lo cual, sentenció que “Francisco es un usurpador debido a que la verdadera autoridad de la Iglesia Católica, haya renunciado o no, es Benedicto XVI.
Cuestionado, defendido, de odios y amores. Lo cierto es que Jorge Mario Bergoglio llegó al Vaticano “no sólo para traer un mensaje de paz y esperanza al mundo”, como él mismo lo asevera, sino para que las personas entiendan que “el papa ama a todos, ricos y pobres. Pero tengo la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos y promoverlos”.
Escándalos en el Vaticano
Durante su periodo papal Francisco ha sido señalado por escándalos que van desde la corrupción en el Vaticano hasta investigaciones por presunta pederastia a manos de altos miembros de la Curia romana.
Además, el pontífice ha debido sortear polémicas como la suscitada por la revelación del sacerdote polaco Krzysztof Charamsa, miembro de la Curia y quien confesó abiertamente ser gay y tener una pareja estable, destacando que el clero era “ampliamente homosexual y, por desgracia, homófobo hasta la paranoia”.
Pero falta mencionar el caso de los VatiLeaks, documentos filtrados en los cuales se demuestran las irregularidades, usos indebidos y despilfarros de los fondos del Vaticano hasta la llegada del papa argentino.
Al igual que estos ejemplos, son decenas los escándalos que desde el inicio del pontificado de Jorge Mario Bergoglio han rodeado al Vaticano. Sin embargo, el papa ha manifestado su compromiso y colaboración para evitar que mafiosos y corruptos continúen haciendo de las suyas en la Santa Sede.
Una vida al servicio de la Iglesia
1936
Nace en Buenos Aires, Argentina
1969
Es ordenado sacerdote
1980
Es nombrado rector de la Facultad de Filosofía y Teología de San Miguel, en Buenos Aires
1986
Publica su obra Reflexiones sobre la vida apostólica
1992
Es nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires
1998
Es nombrado arzobispo de Buenos Aires
2013
Es nombrado máximo jerarca de la Iglesia Católica