Francia alcanzó por quinta ocasión en su historia las semifinales y buscará instalarse por tercera vez en la Final de la Copa del Mundo. Fue campeón en 1998 y subcampeón en 2006.
Francia se puso el traje de Uruguay y le atizó con su misma medicina, fútbol rocoso y duro, para ganar este viernes 0-2, con goles de Raphael Varane y de Antoine Griezmann con los que alcanzó las semifinales del Mundial.
Durante toda la semana se debatió si Griezmann, amante de la cultura charrúa, era medio uruguayo o francés. Luis Suárez sentenció que era galo, que no tenía nada que ver con su país, y esas declaraciones se volvieron contra él con una “bofetada” a su equipo.
En los 90 minutos, no sólo Griezmann fue medio uruguayo, lo fue toda la selección francesa, que practicó un fútbol muy charrúa para acabar con el equipo de Óscar Tabárez. Trabó el partido constantemente, marcó un gol balón parado, otro de casualidad y consiguió su objetivo: pasar a la penúltima ronda del Mundial.
Los hombres de Didier Deschamps sabían que se iban a encontrar a un equipo que no tenía nada que ver con Argentina, una selección anárquica que nunca supo a qué jugó durante el Mundial. Kylian Mbappé, en Octavos, se aprovechó de los problemas internos del cuadro de Jorge Sampaoli y con una autopista por delante firmó varias galopadas dignas de un atleta que desquiciaron a su rival.
Pero Uruguay no tiene nada que ver. Es todo lo contrario. Sabe perfectamente lo que hace. Su sistema está muy bien definido, casi se puede recitar la alineación de memoria y todos los jugadores, sin excepción, son unos perros de presa. Y, todos, sin dejar ni un sólo espacio, se agrupan en torno a su portero, Fernando Muslera.
Mbappé se quedó sin el terreno con el que luce su zancada. Uruguay, no cedió nada al delantero del PSG y durante la primera parte, el 10 francés apenas dejó algún arranque que enseguida fue frenado con las ayudas que se prestaban todos los jugadores contrarios.
Sin embargo, otra de las grandes cualidades de Uruguay, la definición de su dupla Luis Suárez-Cavani, se quedó coja. Sin el segundo, lesionado, el equipo de Tabárez perdió ese último detalle en ataque que siempre marca la diferencia. Christian Stuani, su sustituto, es un jugador correcto. Pero no es Cavani.
Antes del gol de Varane, el cuadro galo sólo tuvo una ocasión en la cabeza de Mbappé, quien no acertó. No hubo más acercamientos del combinado de Deschamps, que, paradojas de la vida, se adelantó en el marcador antes del descanso a través del método preferido de Uruguay: a balón parado.
Cuando el Maestro Tabárez metió más electricidad al choque con dos sustituciones (Stuani y Bentancur por el Cebolla Rodríguez y Maxi Gómez), llegó la jugada desgraciada de la tarde: Griezmann disparó desde fuera del área a las manos de Muslera y el portero charrúa despejó la pelota hacia su portería.
El jugador del Atlético de Madrid no celebró el tanto. Se quedó petrificado, mirando al horizonte. Incluso parecía triste, para que Luis Suárez diga que no es nada uruguayo. Es francés, efectivamente, pero siente los colores charrúas. O, por lo menos, los respeta.
Esa fue la anécdota del partido, que precedió a la acción que definitivamente frenó cualquier reacción de Uruguay. Mbappé se encargó de embarrar el choque exagerando un roce del Cebolla Rodríguez y se creó una polémica en la que aparecieron Godín, Nández y Pogba como principales agitadores.
Francia, definitivamente, había conseguido noquear a su rival a base de jugar casi como él. Su juego uruguayo permitió a los hombres de Deschamps vivir el último tramo del choque sin sobresaltos.
Uruguay, rendida y con pocos argumentos, acabó su aventura en Rusia después de firmar una primera fase inmaculada en la que superó varios de sus propios registros. No pudo igualar las semifinales de Sudáfrica 2010 y, su rival, la Francia más uruguaya, estará en semifinales.
Lea: Rusia y Croacia, por semis y el desafío de igualar su mejor historia
Ficha técnica:
Uruguay: Muslera, Cáceres, Godín, Giménez, Laxalt, Nández (Urretaviscaya, m.74), Vecino, Lucas Torreira, Bentancur (Cebolla Rodríguez, m.59), Luis Suárez y Stuani (Maxi Gómez, m.59). DT: Óscar Washington Tabárez.
Francia: Lloris, Pavard, Umtiti, Varane, Lucas Hernández, Pogba, Kanté, Mbappé (Dembelé, m.87), Griezmann (Fekir, m.93), Tolisso (N'Zonzi, m.80) y Giroud. DT: Didier Deschamps.
Goles: 0-1 Raphael Varane (m.40). 0-2 Antoine Griezmann (m.61).
Árbitro: Néstor Pitana (Argentina).
Amonestados: Lucas Hernández (m.33) y Mbappé (m.69), por Francia. Bentancur (m.38) y Cebolla Rodríguez (m.69), por Uruguay.
Estadio: Nizhny Novgorod.
Asistencia: 43.319 espectadores.