El equipo galo aguarda por el vencedor de este miércoles entre Croacia e Inglaterra para optar por su segundo título orbital. El único que ostenta lo consiguió en su país, en 1998.
Francia jugará la final del Mundial de Rusia 2018 al superar este martes a Bélgica (1-0) con un cabezazo del central Samuel Umtiti tras un saque de esquina, la sentencia de un conjunto galo que jugó sus cartas al contragolpe y frenó en seco el sueño de la generación dorada del fútbol belga.
La cabeza de Umtiti bien vale una final, la tercera de un Mundial para Francia, lograda con la receta práctica con la que ha conseguido avanzar en Rusia 2018: la del contragolpe, con un excelente Kylian Mbappé a la carrera y un inteligente Antoine Griezmann. Solo los fallos Olivier Giroud les privaron de más goles.
La nueva camada bleu tendrá su segunda final consecutiva, tras la que perdieron en la Eurocopa 2016 ante Portugal, y la tercera de su país en la Copa del Mundo. La primera la ganaron en casa en 1998 a Brasil con su seleccionador Didier Deschamps sobre el césped. En la segunda, cayeron ante Italia en Alemania 2006.
Un testarazo del que se acordarán en mucho tiempo en Bélgica, que volvió a darse de bruces con el muro de las semifinales. El mismo que frenó a la generación de Enzo Scifo y Jean-Marie Pfaff en México 1986 lo hizo con los Eden Hazard, Romelu Lukaku, Kevin de Bruyne o Thibaut Courtois. Dominaron la posesión, pero carecieron de peligro.
Los dos equipos llegaban sin haber concedido casi nada: Francia, apenas un empate con Dinamarca en la primera fase y unos minutos a Argentina en Octavos, antes de que la destrozara Mbappé. Bélgica, unos Octavos de sufrimiento y remontada épica ante la sorprendente Japón y una lección táctica en los Cuartos a Brasil.
Salió Roberto Martínez protegiendo su mediocampo con Moussa Dembélé como sustituto del defensor sancionado Thomas Meunier, con el objetivo de auxiliar a Axel Witsel y ejercer de perro de presa tras las arrancadas de Kylian Mbappé, quien apareció en el primer minuto buscando una carrera y advirtiendo de lo que vendría.
Eden Hazard superó en todo momento al joven lateral galo Benjamin Pavard y amenazó, primero con un disparo con la izquierda y luego con otro a la media vuelta con la derecha que despejó el central galo Raphael Varane a córner. Corría el minuto 19.
Sin haber llegado al gol, los Diablos Rojos bajaron una marcha, y Francia comenzó a encontrar el contragolpe y las ocasiones.
Tras el paso por vestuarios, la posesión belga era menos peligrosa y los contragolpes franceses más afilados. Vincent Kompany evitó un remate a la media vuelta de Giroud, pero en el saque de esquina posterior, Umtiti se adelantó a Alderweireld y Fellaini para marcar de cabeza el 1-0.
El tanto acomodaba aún más a los de Didier Deschamps en su apuesta y a ello se unión que Mbappé destapó el tarro de las esencias: una carrera con pase para Matuidi y un pase de tacón dentro del área para el remate de Giroud. Roberto Martínez reaccionó quitando un medio (Dembéle) y sumando al delantero Dries Metrens.
Conforme avanzaba el reloj, la desesperación belga iba en aumento mientras los aficionados franceses en el estadio de San Petersburgo empezaban a entonar La Marsellesa. Lukaku tuvo una opción de cabeza, pero no llegó a conectar, Courtois detuvo un disparo raso a Griezmann y Tolisso tuvo el 2-0 en el descuento. Pero ya poco importaba, porque los bleus estarán en la final de Moscú.
Lea: Croacia e Inglaterra están con la Final del Mundial entre ojos
Ficha técnica:
Francia: Lloris, Pavard, Umtiti, Varane, Lucas Hernández, Pogba, Kanté, Matuidi (Tolisso, m.86), Mbappé, Giroud (Nzonzi, m.85) y Griezmann. DT: Didier Deschamps.
Bélgica: Courtois, Alderweireld, Kompany, Vertonghen, Chadli (Batshuayi, m.91), Witsel, Dembele (Mertens, m.60), Hazard, Fellaini (Carrasco, m.80), De Bruyne y Lukaku. DT: Roberto Martínez.
Gol: Samuel Umtiti (m.51).
Árbitro: Andrés Cunha (Uruguay).
Amonestados: Eden Hazard (m.63), Toby Alderweireld (m.71) y Jan Vertonghen (m.90+3), por Bélgica. Ngolo Kanté (m.87) y Kylian Mbappé (m.90+2), por Francia.
Estadio: San Petersburgo.
Asistencia: 64.286 espectadores.