La presencia de Rigoberto Urán en el podio del Tour de Francia es fuente de alegría y esperanza para el ciclismo, que sigue demostrando ser el deporte nacional de Colombia
La presencia de Rigoberto Urán en el podio del Tour de Francia, como subcampeón que llegó a asustar al vencedor Chirs Froome, marca su gloriosa recuperación como líder de las más grandes y exigentes competencias del ciclismo mundial, tras un breve ?relajamiento? en el que dio vida a importantes proyectos. Con su trabajo y logros en la más importante carrera del calendario anual del ciclismo de ruta, el urraeño ha fijado un lugar en la historia del que se confirma como el deporte insignia de Colombia.
Con el carismático y trabajador Rigo brillaron los corredores Darwin Atapuma y Sergio Luis Henao, gregario del campeón. En la adversidad de una carrera sin éxito, el valiente Nairo Quintana demostró su grandeza al persistir por encima del confesado y llegar hasta los Campos Elíseos. Para el corredor boyacense, esta carrera queda como lección hacia un futuro promisorio, en el que no puede dejar de acariciar el sueño de vestir la camiseta amarilla del Tour de Francia. Para los pedalistas que inician su participación en estas grandes competencias, ellos son inspiración deportiva y grandes ejemplos humanos. Para el ciclismo, esta es confirmación de su buen momento y grandes perspectivas.
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