¡¡¡Ah!!!!- Pero que claro que para darme ese “premio”, me cobrarían 8.500 cada mes, usara el servicio o no lo usara (¡!) Eso llaman gratis, ojo pues.
Queridos amigos de las comunicaciones. Este es un segundo escrito al respecto de éstas. Por algo será. Hemos estado suficientemente satisfechos con el servicio para Internet pues allí tenemos nuestra página y la de nuestros hijos, sin tener que meternos a Facebook ni a no sé cuál otro de esos peligros ambulantes, mata-niños, mata-verdades y mete-cuentos. Y justo esta página la voy a usar para contarles un cuentico:
Justo cuando más ocupada estaba por un viaje cercano y el tener que dejar muchas cosas arregladas, prever muchas otras e imaginarme unas cuantas, llamó UNA SEÑORITA dizque de la Compañía telefónica de ustedes y me preguntó con voz severa, como de un interrogatorio de Fiscalía, que quién pagaba este servicio.
Lea también: Santo patrono de las comunicaciones, rogad por nosotros
-“Mi Banco, querida niña” -le contesté toda educada aunque veloz, en mi afán de irme a empacar. – “En mi Banco de toda la vida, di la orden de que todos los servicios de este apartamento se pagaran automáticamente deduciéndolos de nuestra cuenta corriente.
Entonces- ja j, no sé cómo me creyó, ¿sentiría que era verdad? -Se puso toda dulce, y la cosa cambió, dijo algo así, como que en premio a nuestro cumplimiento, nos ofrecerían una maravilla que contaba con médico, abogado, maestro de obra, reparador de desastres, seguros y no sé qué más. Olvidó Consejería matrimonial, pero de resto hasta las Llaves del Cielo ofreció, y todo Gratis.
Me hizo perder bastante tiempo, pues me daba como lástima interrumpirla, aleccionada para hablar sin parar y que de pronto tendría que respirar y tragar. Ah! Y me mamá me enseñó que era mala educación colgar, claro eso fue en aquellas épocas en que una llamada era algo único. Hasta matrimonio le proponían a uno aprovechando la comunicación
¡¡¡Ah!!!!- Pero que claro que para darme ese “premio”, me cobrarían 8.500 cada mes, usara el servicio o no lo usara (¡!) Eso llaman gratis, ojo pues.
Porque ya no saben qué inventar, suena el teléfono y no piensa uno en algún amado distante, sino que se muere de miedo de la carreta que le pueden echar.
Puede interesarle: ¿Ya estamos viviendo en la ciencia ficción?
Qué cansancio, ¿por qué no más bien cobran lo justo para que la gente pague a tiempo y se queda todo el mundo tranquilo? Tranquilidad, algo pasado de moda y reemplazado opuestamente por el anglicismo STRESS…
Ay Dios y ¿en qué idioma se "hablará" en el Cielo? Cómo serán las comunicaciones. Aunque Jesús habló del Paraíso cuando estaba en la cruz y de la Gehena, mostrando un basurero que se manejaba quemando lo que caía, cuando estaba predicando. ¡No habló de Purgatorio ni de Limbo!
Por mi parte creo que no se debe llamar a las casas a molestar a la gente con ofertas. Si insisten en anunciarse es mejor que envíen una carta, la carta queda, si la persona se interesa contesta y listo. Por lo menos conserva su derecho a elegir y a tener paz en su hogar, sea este dulce o amargo.
Una puede estar en la cama o en la mesa con el marido o regañando a los hijos, como tanto se usa. Pero a nadie le gusta que le interrumpan nada.
Mil gracias por la atención que los aludidos pongan a esta. Por el bien de ellos y de sus clientes. Gracias por no volver a llamar. Y cuidado con ir a cobrar “automáticamente” los 8.500 o lo que en este año hayan subido.
Y que no pase como con esas elevadas cuotas de servicios, y ñapas de ayudas. que le cobran a uno aunque tenga la casa cerrada y esté viviendo en el polo opuesto. Esas cosas enervan a la gente, por eso tenemos un país de amargados y pasan las cosas que pasan porque la gente quiere desfogarse, como sea y como pueda.