Luisa Ortega Díaz rompió filas con el Gobierno al denunciar los atropellos de la Constitución que se han producido en el país a través de sentencias del Tribunal Supremo, órgano que le ha congelado los bienes y prohibido salir del país.
La exfiscal general venezolana Luisa Ortega Díaz agradeció este miércoles el respaldo que le ofrecieron el martes los cancilleres de trece países americanos tras su destitución fulminante por parte de una Asamblea Nacional Constituyente que no reconocen las naciones con más peso de la región.
"Agradezco la solidaridad y el reconocimiento de los países que participaron este #08Ago en la cumbre de cancilleres de Lima", escribió en Twitter Ortega, cuyo cese fue la primera medida tomada por una Constituyente que la exfiscal ha denunciado como fraudulenta y como un instrumento para instaurar el totalitarismo en Venezuela.
Lea más sobre: Ortega dice que desconoce su destitución como fiscal general
"El apoyo internacional es muy importante para recobrar la institucionalidad y las libertades democráticas en #Venezuela", dijo Ortega en otro tuit, un día después de que los cancilleres de países como Argentina, México, Colombia, Brasil, Canadá o Perú se comprometieran a no reconocer ninguna decisión que tome la Constituyente.
En esta cumbre convocada por Perú, trece gobiernos del continente mostraron también su respaldo al Parlamento -de mayoría opositora y del que espera obediencia la plenipotenciaria Constituyente- y expresaron su apoyo y solidaridad a Ortega ante su destitución el pasado sábado por una Asamblea que tachan de "ilegítima".
En su carta, los cancilleres condenan que el Gobierno de Nicolás Maduro no permita la entrada de medicamentos y alimentos "en apoyo del pueblo venezolano" pese a la crisis humanitaria que vive el país, así como "la violación sistemática de derechos humanos", la "persecución política" y la "falta de elecciones libres".
Lea más sobre: "Venezuela ya no es una democracia": cancilleres latinoamericanos
En su contundente declaración, los Gobiernos representados en la reunión de este martes en Lima llamaron, asimismo, a detener cualquier venta o entrega de armamento al Gobierno chavista de Venezuela y se pronunciaron contra "la ruptura del orden democrático" que ha supuesto la instalación de la Constituyente.
Ante declaraciones diplomáticas como la del martes, el Gobierno chavista ha calificado de injerencias estos pronunciamientos y ha buscado apoyo en Gobiernos aliados del continente como Cuba, Nicaragua o Bolivia.