El presidente francés, Emmanuel Macron, encabezó la iniciativa de reconstrucción del pacto y fue el primero en hablar con su homólogo de Irán, Hasan Rohaní, a quien expresó esta tarde telefónicamente su voluntad de mantener el acuerdo nuclear multilateral pese al abandono de Estados Unidos.
Francia, Alemania y el Reino Unido mostraron su intención de salvar el acuerdo nuclear con Irán alcanzado en 2015 para paliar el duro golpe que supuso la retirada anunciada este martes por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En un comunicado difundido por la Presidencia, Macron expresó la voluntad de Francia de continuar poniendo en práctica el pacto "en todas sus dimensiones" y acordó con Rohaní trabajar para que otros países puedan proseguirlo con el fin de que se preserve la estabilidad en una de las regiones más tensas del planeta.
El mandatario francés, quien la noche del martes lideró la respuesta conjunta con Berlín y Londres a la decisión estadounidense, ha sido el principal defensor de este pacto e intentó persuadir, sin éxito, a Trump en su visita a Washington de finales de abril para que no lo abandonara.
Las consecuencias de la marcha de la primera potencial mundial en este acuerdo, firmado entre Irán y la anterior administración estadounidense presidida por Barck Obama, Rusia, China, Francia y el Reino Unido, más Alemania y la Unión Europea (UE), son todavía una incógnita.
Francia y Alemania ya han expresado su preocupación acerca del impacto económico que pueda tener en las empresas europeas la retirada estadounidense de un pacto que contemplaba el levantamiento del embargo comercial iraní y la entrada de compañías extranjeras en el país.
Francia explicó que los países europeos intercederán ante Estados Unidos para intentar minimizar las sanciones que Washington ha dicho que aplicará después de retirarse del acuerdo.
El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, avisó este miércoles que esta semana hablará de ese asunto con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steve Mnuchin, para analizar "las posibilidades" de evitar esas sanciones.
La Cámara del Comercio y la Industria Alemania (Dihk), por su parte, instó al Gobierno de la canciller, Angela Merkel, a respaldar sus intereses en Irán.
"El empresario está preocupado ante la posibilidad de que sus negocios con Irán resulten perjudicados", apuntó la Dihk en un comunicado.
La propia Merkel defendió la necesidad de mantenerse dentro de ese pacto, "pese a la pesada carga" que supone el abandono de Estados Unidos, y consideró que la decisión adoptada por Trump "evidencia una vez más la necesidad de que nosotros, los europeos, asumamos mayores responsabilidades" en política de seguridad y resolución de conflictos.
En la sesión semanal de preguntas a la primera ministra en la Cámara de los Comunes, Theresa May, juzgó que "el acuerdo nuclear de Irán es un importante paso adelante para ayudar a mantener seguro al mundo".
No obstante, admitió la necesidad de afrontar la nueva situación generada en relación al comportamiento de Irán como, puntualizó, "los misiles balísticos y la actividad desestabilizadora iraní en Oriente Medio", en alusión a la influencia política y militar de Teherán en Siria, El Líbano y Yemen.
La Unión Europea se alineó con las potencias del continente y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advirtió que la decisión de Trump puede crear más problemas que los que intenta aplacar.
"No es una buena decisión (...). Se arriesga a crear más problemas que a aplanar las dificultades que existen en esa región complicada del mundo", declaró Juncker a la televisión belga VTR.
Los mercados europeos aguantaron bien ante el anuncio de Trump y las grandes plazas cerraron en verde.
Eso sí, la decisión estadounidense espoleó el precio del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, que aumentó el 1,67%, hasta los 77,22 dólares, debido a una posible reducción de la producción de crudo iraní.