En el acuario, donde estuvo rodeada de diferentes clases de peces, la deportista efectuó inmersiones de entre dos y tres minutos en una pecera con más de 320.000 litros de agua.
La apneista colombiana Sofía Gómez Uribe participó de un estudio científico con una inmersión en el acuario del Parque Explora de Medellín para conocer el funcionamiento de su cuerpo cuando lo somete a condiciones extremas bajo el agua.
En el acuario, donde estuvo rodeada por pirarucús, arawanas, cachamas y bagres, la deportista efectuó inmersiones de entre dos y tres minutos en una pecera con más de 320.000 litros de agua, mientras le realizaron de forma simultánea una ecocardiografía, una fonocardiografía, una electrocardiografía y una oximetría.
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Las pruebas permitieron conocer el funcionamiento fisiológico, eléctrico y acústico del corazón de Gómez, que el año pasado rompió el récord mundial de apnea tras alcanzar los 84 metros de profundidad en la modalidad de peso constante con bialetas.
"Fue una experiencia muy buena. Obviamente quería durar mucho más tiempo pero eran condiciones nuevas y tenía mucho frío, eso dificultó las cosas", expresó la campeona durante la presentación de la exploración, que se realizó bajo el nombre "Apnea entre pirarucús".
El Parque explora twiteo el hecho:
La diferencia que tiene @SofiGomezU con respecto a los demás es que gracias a su entrenamiento logra desconectar su corazón del cerebro: cuando alguien entra al agua el cerebro le indica al corazón que debe latir más rápido y que las arterias deben relajarse. En Sofía no. pic.twitter.com/uh7BLETqzP
— Parque Explora (@ParqueExplora) 26 de abril de 2018
Los hallazgos fueron presentados por el ingeniero eléctrico Jorge Reynolds (inventor del primer marcapasos cardíaco externo) y el cardiólogo Dagnovar Aristizábal, quienes revelaron que Sofía es "distinta a los demás", pues su capacidad es "supremamente" diferente cuando está en el agua.
"A partir de los 30 segundos de inmersión hay una transformación; se desprende del control el cerebro y el corazón no obedece sus órdenes", explicó Aristizábal, quien describió que Gómez entra en una especie de "estado de hibernación", lo que le permite mantenerse sumergida por largo tiempo.
"Hay una adaptación distinta después del primer minuto. Se reducen progresivamente los latidos pero pese a eso ella mantiene la presión arterial", acotó el experto.
Por esa desconexión con el cerebro, que le permite ahorrar oxígeno, Reynolds indicó que Gómez es "una deportista absolutamente diferente".